Nuestro primer celo - II parte

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El día había llegado. La boda entre el alfa Thor Býleistrson y el omega Loki Laufeyson había reunido a los representantes de los nueve mundos, y el castillo de hielo de Jötunheim tenía todo preparado para la gran celebración.

—¿Te sientes bien, Loki? —Preguntó su padre acomodando la capa satinada que cubría sus hombros. —¿Tu útero se siente mejor?

—Estoy bien, padre. —Trato de sonreír disimulando la hinchazón de su vientre. —Es como cualquier otro celo que haya pasado.

Farbauti lo miró con dulzura y preferío no decir nada ante la mentira de su hijo. Por supuesto que este celo era diferente a cualquiera que haya experimentado antes. Este significaba que había alcanzado la madurez plena para engendrar.

Luego de su primera menstruación, a los 1200 años, Loki comenzó a experimentar celos en temporadas de cada 4 meses. El dolor de los cólicos menstruales no se comparaba, a la fiebre y sensibilidad extrema que duraba una semana.

Por su parte, su alfa destinado y sobrino, Thor, era enviado lejos del castillo durante esos días, pues tener cerca al hormonal adolescente con su omega en celo, en el mismo lugar, podría terminar en catástrofe.

Pero este celibato había llegado a su fin con el cumpleaños número 1800 de Loki. Oficialmente era un adulto frente a las leyes de Jötunheim y capacitado para llevar la marca de su alfa, lo que traducía en un matrimonio entre ambos príncipes, y la próxima coronación de Thor y Loki como reyes del reino helado y Asgard.

El problema había llegado cuando el celo de Loki se adelantó, comenzando sus efectos el día anterior a la boda.

—No tienes que esforzarte en exceso, hijo. El sabio que llevará la ceremonia es consciente de tu estado y hará las cosas lo más rápido posibles para que puedas unirte con tu alfa.

—Genial, todo el reino sabrá que estaré follando con Thor durante una semana sin descanso. —Dijo con desagrado, mirando sus mejillas sonrojadas.

—No seas mojigato, Loki. —Se río, Farbauti. —Todos en el castillo saben lo que hacen Thor y tú cuando nadie los ve. —Vio como el pelinegro comenzó a abrir los ojos sorprendido. —Y no te alteres por eso, sé que no han llegado hasta el final, pero regocíjate que hoy será el día en que conozcas por completo los placeres de la unión alfa y omega.

«Yo en tu lugar estaría hasta feliz de que mi noche de bodas sea en medio del estro. Una polla Jötun no es fácil de tomar la primera vez. —Finalizó su padre con una expresión neutra.

Por su parte, Loki estaba más afiebrado que antes, jamás se acostumbraría a la manera tan libertina de su pueblo para hablar del sexo. Una cosa era hacerlo a puertas cerradas con tu pareja, y otra muy diferente hablarlo con un tercero, y menos si este es tu padre.

Sin embargo, no podía negar lo que decía Farbauti. Thor y él habían comenzado desde su primera menstruación, un acercamiento sexual que fue subiendo de grado paulatinamente. Pero jamás creyó que era un secreto a voces dentro de la Casa de hielo.

***

—Debes ser cuidadoso con tu omega, Thor, sí eres muy brusco podrías lastimar su útero, no importa si está en estro, Loki sigue siendo virgen. —Le aconsejaba, Laufey, al nervioso alfa.

—Tengo miedo de lastimarlo, abuela, miedo de la coronación próxima, de no ser el rey que Jötunheim y Asgard esperan. —Comenzó a llorar abrazándose a la alfa de mediana edad.

Laufey sonrió con ternura. No importaba si Thor ya había cumplido más de dos milenios de vida, seguía siendo el mismo pequeño inseguro de sus virtudes, y el cual solo se permitía llorar en los brazos de su abuela.

Nuestro primer celoWhere stories live. Discover now