parte única

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Desde que Sakusa y Atsumu formalizaron su relación, el rubio insistía en ir a la fiesta de halloween que celebraban u organizaban sus amigos y compañeros todos los años, y de alguna manera, siempre encontraba la forma de asistir junto a Sakusa. La mayoría de veces se turnaban y casi nunca era en el mismo lugar, iban muchas personas, conocidos, conocidos de conocidos e incluso personas con las que no eran ni un poco familiares. Sin embargo, eso no importaba a la hora de asistir a una fiesta, mientras más gente, más divertido se tornaba el asunto, pensaba el rubio. Atsumu era un party animal en todo sentido de la expresión, a diferencia de Osamu, su gemelo, y Sakusa, el Omega sabía cómo divertirse y pasarla bien con o sin alcohol de por medio. Aquella personalidad extrovertida y burlona que tenía le había hecho conocer a un gran rango de personas interesantes como el Alfa del que era pareja actualmente. Por azares del destino, Atsumu y Kiyoomi se volvieron a encontrar después de terminar la secundaria, y eventualmente ambos se enamoraron el uno del otro a pesar de las diferencias entre sus personalidades y puntos de vista.

No era desconocido cuán extra el Omega rubio podía llegar a ser en ciertas ocasiones, y cada año tenía una extraña especie de competencia con Oikawa en halloween. Ambos Omegas siempre lograban convencer a sus Alfas, Sakusa e Iwaizumi, a disfrazarse a juego con ellos, y quién lograba tener el disfraz mejor ejecutado o más creativo, ganaba. Y a pesar de que era muy competitivo y siempre le gustaba lucirse con Omi-kun, la competencia de disfraces no era la mayor preocupación de Atsumu este año. Hace pocos días había ido a su clínica de confianza algo consternado por el retraso en su celo, pues él solía ser muy regular en este, para sólo darse con la noticia de que tenía dos semanas de embarazo. Aún no le había dicho nada a nadie, ni siquiera a Tooru, quien a pesar de todo, era su mejor amigo. Quería tomarse su tiempo y tomar la mejor decisión. Pero mientras pensaba en ello, unas náuseas repentinas lo invadieron y mandaron al baño inmediatamente.

— ¿Estás bien, Atsumu? — Tocó la puerta Sakusa preocupado al escuchar las arcadas de su pareja, quien respondió unos minutos después.
— Sí, Omi-kun, ya salgo.

Después de asegurarse de limpiar correctamente sus dientes, boca y cara, Atsumu salió del baño para encontrarse con Kiyoomi en el pasillo.

— ¿Pasa algo? — Preguntó el rubio al ver que el Alfa no iba a decir nada.
— Has estado muy raro últimamente. — Fue la respuesta del más alto, quién lo miraba de lado. — Te ves pálido y tienes bastantes ojeras. ¿Te encuentras bien?

El muchacho de rizos se veía preocupado, por lo que el rubio suspiró.

— Lo siento, Omi-kun, no te lo puedo decir todavía.

Sakusa no insistió. Él mismo era consciente de lo horrible que es cuando alguien cree ser capaz de obligarte a hacer algo que no quieres, y por esa misma razón respetó la decisión de su Omega (a pesar de no estar marcado todavía) y sabía que Atsumu se lo iba a decir en algún momento. Lo dejó ser y lo acurrucó tan pronto este se acostó a su lado.

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Atsumu sabía que Oikawa notaba que le estaba escondiendo algo, ambos se conocían mucho el uno al otro y compartían bastantes cosas en común, por lo que era fácil notar cuando el contrario tenía problema o se sentía preocupado por algo a pesar de lo buenos que eran ocultándolo. El Omega rubio no tuvo otra mejor opción que llamar a su amigo castaño y contarle lo que sucedía.

— Hey, Tooru. ¿Cómo te encuentras? — La voz del rubio sonaba nerviosa, pues sabía que lo que le iba a decir a su amigo no era algo fácil de asimilar.
— ¡Tsumu! — Oikawa sonaba bastante feliz al oír su voz, cosa que logró quitarle algo de tensión. — Todo bien, la verdad. Solo estaba planeando mi disfraz con Iwa-chan. ¿Y tú? — Soltó una pequeña risita para dejar al contrario hablar.
— Estoy bien, supongo, pero estoy algo preocupado. Te tengo que decir algo, pero por favor, no se lo menciones a nadie todavía, lo voy a hacer luego. Solo no me siento listo para decírselo a alguien más que tú.
— Sabes que no diría nada personal tuyo, Tsumu. — Dijo el otro omega, con un tono más serio de lo normal. Ya llevaban años siendo amigos y a pesar de la personalidad de ambos y haberse contado muchos secretos, ninguno lo compartía con alguien más.
— Sí, lo siento. — Se disculpó de manera corta. Por supuesto que lo sabía. — Pues ya sabes, como no tenía mi celo todavía y me sentía extraño, fui al médico y descubrí que estoy embarazado.
— ¿Es... En serio, Tsumu?
— Sí. Me lo siento quiero quedar pero para ser sincero, estoy algo preocupado. No sé cómo vaya a reaccionar Omi-kun. — Soltó un suspiro preocupado mientras posaba su mentón en su mano.
— Díselo cuando te sientas listo, Tsum. Yo te apoyo con lo que sea que decidas y sabes que siempre voy a estar aquí para ti.
— Gracias Tooru. — Dijo, con una pequeña sonrisa en su cara, no como esas que usaba para burlarse o molestar a otras personas.
— No es nada. Cuídate, come y descansa. Nos vemos luego Tsumu. — Se despidió el otro setter con voz alegre antes de cortar la llamada.

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⏰ Letzte Aktualisierung: Nov 01, 2020 ⏰

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