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Volkov caminaba tranquilamente por los pasillos de comisaría, en su cabeza se iba mentalizando sobre lo que le iba a decir en unos segundos a su superior.
Sentía los nervios recorrer su cuerpo de pies a cabeza, quería creer que su jefe no se daría cuenta de su enamoramiento. Pero lo que el peligris no sabía era que aquel señor mayor había comenzado ya a planificar la boda.
Jack veía a Horacio como su hijo, tan delicado y divertido, y a Volkov como su mejor amigo, tan serio y formal. Dos polos opuestos ¿verdad?
Conway creía realmente que en el caso de ambos chicos la dichosa y popular frase cobraba sentido "los polos opuestos se atraen".
Estaba claro que el no era un fan de el romance, mucho menos uno tan cliché como lo era el de ambos chicos, pero en ese caso, estaba totalmente lleno de satisfacción con el amor que se veía que estos dos se tenían.
Volkov practicaba en voz muy baja lo que diría.
Aquel día por la mañana había despertado para seguidamente revisar el segundo paso que le indicaba aquella página web la cual aseguraba que Horacio se enamoraría nuevamente de él.
Paso 2: Busca excusas para hablarle.
Viktor se había puesto a pensar un segundo, con el trabajo que ambos tenían no era mucho el tiempo que tenían para hablar.
Así que justo al salir de su departamento una idea cruzó por su cabeza. Se sintió sagaz al tener aquella idea, aunque era algo un tanto obvio.
Haría que Conway los pusiera a patrullar juntos.
Había dos opciones de cómo podía terminar aquello, estas eran que saliera muy bien o muy mal.
Volkov sabía que Horacio era una persona perspicaz, al igual que el podía serlo algunas veces, por lo que tenía miedo de que el notara en sus ojos lo enamorado que estaba.
Se estaba cuestionando tanto sus acciones últimamente, que por la noche había intentado redituar aquellos 8 pasos.
No se veía capaz de llegar al final, pero pensó, realmente pensó en lo que podría pasar si los completaba y como la pagina afirmaba Horacio se enamorara de él.
Así que se dijo a sí mismo que por Horacio, valía la pena hacer lo que fuera.
Después de un momento llegó a la puerta café, detrás de esta se encontraba su jefe sentado frente al ordenado haciendo lo que supuso que eran informes de detenidos.
Con su puño dio dos leves golpes en la puerta.
—Pasa -la voz un tanto irritada del superintendente se dejó escuchar por lo que con nerviosismo Viktor abrió la puerta y cerró detrás suya.
—Buenas Conway -saludó el ruso con su tono serio como era costumbre.
Era sobresaliente el cómo podía estar tan nervioso y aún así poder mantener su noto serio.
