Un sentimiento realmente difícil de explicar al igual que de comprender, ¿cierto?
Horacio y Volkov sabían cómo describirlo perfectamente, desde aquel momento.
Alquel preciso momento en que ese correo había llegado. Ese en el cual les daban la preciosa noticia de que por fin podrían adoptar a aquella pequeña niña que se había ganado su cariño completamente.
La emoción que ambos chicos sintieron en aquel momento fue realmente indescriptible, el brillo en sus ojos que dejaba ver lo felices que estaban, las lágrimas llenas de felicidad y emoción creyendo sobre sus mejillas.
Mientras ambos se abrazaban y se decían cuanto se amaban.
Por fin lo habían logrado.
Tenían una familia.
Y ambos tenían más que claro que harían hasta lo imposible por mantener a esta lo más unida y feliz posible.
Ambos pondrían fallar y ellos lo sabían a sobre manera, pero de los errores se aprende ¿no es así?
De lo que estaban seguros era que serían una hermosa familia.
[...]
Era un día soleado, no hacía tanto calor, lo cual se agradecía, era un momento precioso, simplemente ellos tres, recostados en césped, identificando pequeñas formas en las nubes sobre sus cabezas.
Aquel momento se pudo descifrar como amor, la pequeña Alice recostada entre medio de sus padres. Sujetando con sus pequeñas manitas una de las de sus padres mientras estos simplemente veían al cielo azul frente a sus ojos.
Por fin, después de tanto luchar, llorar y sufrir habían conseguido adoptar a aquella pequeña niña la cual se encontraba con ellos en aquel momento. Se sentían plenamente orgullosos.
La pequeña era simplemente un encanto, con aquel carisma casi igual al de Horacio y aquellos ojos azules casi iguales a los de Volkov.
—Mira, esa parece una flor cariño -Horacio le dijo a la pequeña haciendo que esta sonriera aún más.
Le encantaban las flores.
[...]
—¡Llegué! -Volkov habló emocionado al llegar a casa después de una larga jornada de trabajo.
En aquel momento solo quería llegar a casa y ver a sus dos personas favoritas esperándole en esta.
—¡Papi! -la pequeña corrió hasta el peligris y este se agachó hasta la altura de su pequeña para darle un fuerte abrazo.
—Toma cariño, esta vez son tulipanes.
El peligris con una sonrisa le entregó en pequeño ramo de flores a la pequeña Alice, como solía hacerlo casi siempre que llegaba a casa. Soltó una risita al ver como su pequeña corría emocionada con sus flores entre sus manos.
Tan bonita.
Se levantó de su posición anterior y con una sonrisa aún más grande se acercó a su amado esposo al cual le dio un pequeño beso en los labios.
—Hola solecito -Horacio le saludó al separarse de aquel beso.
—Hola милая (cariño) -el ruso habló mientras entregaba un ramo de tamaño normal a su amado el cual le regaló una hermosa sonrisa mientras olía las flores.
—Te amo -dijo Horacio.
Seguidamente se unieron en un tierno abrazo, viktor recargaba su cabeza sobre la de Horacio la cual se encontraba en su pecho, soltaron una pequeña risa al sentir unos pequeñitos brazos rodeando sus piernas.
Para ellos, eso era el amor.
Viktor, Alice y Horacio. Tal vez no eran la familia perfecta, pero siempre se esforzarían por darle lo mejor a aquella pequeña niña que había cambiado sus vidas de una manera fabulosa.
Estar entre aquellos brazos era su lugar feliz.
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Bueno, simplemente quería darles las gracias, me ha encantado escribir esta historia, y aunque sé que no es la mejor ni mucho menos, creo que tampoco ha salido tan mal 😳
Estoy realmente agradecida con ustedes por cada voto y comentario que han ido dejando capítulo tras capítulo, simplemente gracias 🤧❤️❤️
Y antes de irme y dar por terminado esto, quisiera saber si les gustó la historia 😔👊
