Capítulo 17 Drown

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Heyy,

Dios, se me cierran los párpados del cansancioooo :(

maldito instituto. malditos profesores. malditos deberes. malditos exámenes.

Como ven hoy levanté tan encantadora como siempre

amo esta canción de Bring me the Horizon. Como vengan a España correré a las entradas. VIVA BRING ME THE HORIZON Y LAS LETRAS DE OLI!

bueno, el capítulo si es muy cute así que espero que lo disfruten 

abashos teletubi

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 (Gerard)

No sabía dónde estaba. Todo estaba negro o borroso. Imágenes borrosas venían a mi mente y me creaban las más horribles pesadillas.

Los labios de Frank, los ojos azules de su amiga, una habitación blanca, unas manos enguantas curando mis heridas, un coche y una voz dulce llorando...

Abrí los ojos.

Una gran habitación completamente blanca. Paredes acolchadas. Una cama redonda sin almohada y un enorme cristal, detrás del cuál, un chico bajito y guapo me observaba.

Me levanté del suelo y corrí hacia él. Pero él retrocedió.

-Frank...-le llamé.

Lágrimas empezaron a caer de sus ojos.

-Eres un monstruo Gerard. Mataste a gente...

-¡No!

-Sí, Gerard, eres un monstruo. Me enamoré de un monstruo....

-¡No digas eso, por favor! ¡No lo soy!-lloré y aporré el cristal.-Sácame de aquí, y te demostraré que yo no soy un monstruo. Te demostraré que soy como tú.

-Será mejor que te quedes aquí Gerard, aquí, solo, en esta habitación no podrás hacerle daño a nadie. La gente estará a salvo.

 -Por favor... No me dejes aquí, Frank.

-¿Pero es qué no te das cuenta? Eres peligroso. Y estando en este hospital de almas desoladas estarás mejor.

Frank se giró para irse.

-¡¡No!!-chillé y aporré el cristal de nuevo.-¡Frank no!

-No hagas tanto ruido o sino vendrán y te drogarán para que te calles. Aunque creo que podrían utilizarte para experimentar medicamentos nuevos. Los monstruos como tú sirven para esas cosas.

-¡¡No!! ¡¡Por favor!!-caí de rodillas al suelo.-¡¡No me dejes!! ¡¡NO ME DEJES!!

-¡Gerard, Gerard!-escuché una voz conocida que me zarandeó.

Abrí los ojos y vi su rostro. Las lágrimas comenzaron a caer por mis mejillas.

-No me dejes...-supliqué y me abracé a su torso.-Por favor no me dejes...

-Sh tranquilo, no te dejaré nunca. Me quedaré siempre contigo...

Me abrazó con dulzura y apoyé mi cabeza en su pecho y miré a mi alrededor.

Estábamos en una habitación blanca llena de máquinas que pitaban.

Me di cuenta de que llevaba solo una fina bata blanca y unas sábanas cubriéndome.

Fallen angelsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora