IV

6.4K 273 6
                                    

Maratón 3/3

Tome mis cosas, mi celular, cartera y todo lo que necesitaba y salí de la casa de Emma, me subí a una de las camionetas, con los es Olgas y salimos de la propiedad. Después de unos minutos ya estábamos llegando a un centro comercial, donde iba a comprar más ropa, no más por que si. Entre a una de las tiendas y me puse a ver los vestidos, cuando sentí como me cargaron y me pusieron algo en la boca, comencé a patalear y a tratar de gritar pero era casi imposible, me cargaron como costal de papás y comenzaron a caminar, hacia el estacionamiento, solo comencé a llorar sin control, ni podía ser cierto.

Me subieron a una camioneta negra, comencé a pelear con el hombre que termino dándome una cachetada. A cómo pude hice a un lado la tela que me había puesto en la boca. — ¿Que no saben quién soy? ¡Mi papá se los va a comer vivos, cabrones! O mis tíos, van a morirse cabrones.

— Cállenla. — Dijo el que iba manejando.

— No ni madres. — Comencé a forcejar, pero era en vano. — ¡No saben con quien se metieron culeros! — Dije tratado de quitarle la pistola a uno de los escoltas. — A mi no me van a secuestrar y se me hacen algo, se los va a lavar la chingada.

— ¡Ya cállenla! — En ese momento, uno de los escoltas me pegó con las cachas de la pistola, haciendo que perdiera el conocimiento.

Vicente

¿Han sabido algo de Ivanna? — Le pregunte a uno de los escoltas, este negó.

— Patrón. — Llegó uno de los escoltas que le había encargado que me informara cada movimiento de Ivanna. — Acaba de llamar el señor Iván, secuestraron a su ahijada, todos si no saben quien fue.

— ¿Que? ¿Como que la secuestraron? — Dije si poder creerlo. — ¿Quien vergas estaba a cargo de la seguridad de ella? — Le di un fuerte golpe a la mesa. — Preparen el avión, nos vamos a Mexico. — Dije seco.

En lo que preparaban el avión, me subí por mi cosas, pero solo podía pensar en Ivanna, si algo le llegaba a pasar iba a ser completamente mi culpa, si no nos hubiéramos peleado ella seguiría aquí conmigo, sin ningún peligro.

Solo podía pensar en que cosas le podrán estar haciendo a mi princesa, la culpa me carcomía por dentro, todo era mi culpa.

Mientras que los recueros inundaban mi mente, cuando la hice mía por primera vez, cuando nos fuimos de vacaciones solo por primera vez, siempre la cuide con mi vida, y ahora por mi pinche culpa puede que esté muerta.

Salí de mi habitación rápido, y me subí a la camioneta, salimos a toda velocidad, para llagar lo más rápido a Mexico, no podía dejarla sola, nunca la dejare sola.

Ivanna

¿Que quieren de mi familia? ¡No tienen huevos! Pinches maricones. — Dije apenas cuando me desperté. — Pinches gatos.

— Haber, haber fiera. — Se acercó un muchacho, se me hacía muy conocido. — Te debieron de haber educado mejor, para que respetes a la gente. — Me dio una bofetada.

— ¿Quien chingados eres? — Reí sarcástica. — Un gato más, que mi papá se va a quebrar ¿No?

— Ay Ivannita no te acuerdas de mi. — Se acercó a mi, quedando frente a frente. Trate de levantarme pero tenía las manos y los pies amarrados. — ¿No te acuerdas? Que mala memoria.

Haciendo memoria, pero no recordaba su cara, hasta que recordé, ahora si valí madres. — ¿Ernesto? ¿El chalan de mi papá? Gato eres y gato te quedaste ¿No? — Sentí mi mejilla arder otra vez.

Ernesto fue un sicario de mi padre, hace como cuatro años, el siempre trataba de fuera su novia, solo por que era hija de él patrón, y yo sabía perfectamente que se quería meter en la familia, yo siempre lo mandaba a la chingada, hasta que un día trató de violarme, Gracias a Dios Joaquín el hijo de mi tío Alf, nos encontró y fue cuando a mi papá se le metió el diablo, lo último que supe de él, hasta ahora claro, fue que lo estuvo torturando, unas semanas, y nos solo mi padre, también mis tíos y primos.

— Si pero a diferencia de esos tiempos ahora soy patrón. — Solté una carcajada.

— No mames ¿Patrón? — Seguí riendo. — Tu nunca vas a llagarle a los talones a mis primos, o a mis tíos y menos a mi papá o mi abuelo, el mero, mero de Sinaloa. Pinche gato. — Le escupí con odio. — ¿Que me vas a hacer? Me vas a matar, no tengo miedo, nunca le e tenido miedo a nada. — Dije amenazante. — Ni mucho menos a un pinche sicario de quinta.

— Puta madre. — Saco de su pantalón una navaja y la comenzó a pasar por mi abdomen. — Que bien he desarrollaste Ivanna. — Hice una mueca de asco. — Ahora si serás mía. — Comenzó a besar mi cuello, mientras que lloraba con todas mis fuerzas.

— Déjame. — Dije con las voz cortada.

Me quito mi blusa y empezó a bese mis pechos, comencé a gritar con más fuerzas pero solo seguía, no se detenía, esto era una pesadilla.

Vicente

— Jesús cálmate por una chingada. — Alfredo dijo tomandome de los hombros.

— ¿Como me voy a a tranquilizar, si Ivanna la pueden estar haciendo cualquier cosa? No, no, tenemos que encontrarla.

— Iván. — Llegó el Nini, y Iván se paró de golpe. — Me acaba de llegar un video. — Sentí mi corazón pararse. — Es de tu hija.. La están violando. — Sentí como si el corazón no reaccionara.

— ¡Me los voy a comer vivos a los cabrones! — Iván gritó cuando vio el teléfono. Se lo arrebate a Néstor y la vi, tan indefensa, me quedaba el hecho que ella estuviera ahí, alguien la está tocando y no soy yo, alguien puede hacerle lo que quiera y ese no soy yo, sentí las lagrimas caer, rápidamente las limpié.

 Se lo arrebate a Néstor y la vi, tan indefensa, me quedaba el hecho que ella estuviera ahí, alguien la está tocando y no soy yo, alguien puede hacerle lo que quiera y ese no soy yo, sentí las lagrimas caer, rápidamente las limpié

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Fin de el maratón, muchas gracias por el apoyo ❤️

Mi Padrino | Vicente Zambada | TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora