Desesperación

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Ya era muy conocida la noticia de la partida del gran Patriarca de Yiling, está noticia alegró a muchos, otros se sintieron aliviados sin embargo, para Lan Wangji, el joven jade, fue un golpe bastante duro.

A decir verdad, muchos desconocían el carácter del joven jade, pues no solo se enfrentó a discípulos de otras sectas, si no que también desobedeció a su familia, todo para proteger al hombre que amaba. Todo lo que hizo, todo lo que peleó para que al final terminará perdiendo el amor de su vida y no haber estado presente, a decir verdad, le habían dado un castigo de tres años, y por más ganas que tuviese de buscar a Wei Wuxian, mejor conocido como el patriarca de Yiling, no habría podido si quiera pisar fuera de su confinamiento.
Así es como pasó tres años, en la desesperación y tristeza, el simple hecho de imaginar ya no poder verlo, ese sentimiento bañado en las olas del recuerdo, creaba un profundo dolor en su corazón acompañado de aquella agonía de no haberle ayudado en lo más mínimo.
Era un sentimiento que lo carcomía vivo, pensaba que habría podido hacer más para evitarlo, sin embargo, por más que habría intentado, no hubiera podido hacer mucho, lo último que hizo por el tan temible muchacho, fue proteger y adoptar al pequeño niño de la familia Wen, aquella familia por la que Wei Wuxian había peleado y desonrado al mundo del cultivo, de todos solo quedaba el pequeño, lo único que le recordaba a su amor.
A decir verdad, el joven jade estaba dispuesto a todo por proteger al pequeño, y así lo hizo, recibió un fuerte castigo por parte de su tío, pero finalmente había logrado protegerlo, al menos a él, aunque Lan Wangji habría querido proteger a todos, no pudo, y lo que le causaba más dolor, no era haber recibido un cruel castigo, había sido perder a aquella persona a la que consideraba su alma gemela.

Todo ese nudo de emociones y pensamientos finalmente lo hundieron en la tristeza para finalmente sucumbir en la desesperación, haciéndolo extrañar aquella época dónde Wei Wuxian vivía, dónde le molestaba y rompía reglas, añoraba demasiado el pasado, pero con tanta melancolía venía un terrible sentimiento de culpa, se culpaba a él por la muerte del joven muchacho, por no haber sido lo suficientemente fuerte y seguro para salvarlo.
El confinamiento le había dado mucho de que pensar al joven jade, día y noche era el mismo pesar, el mismo pensamiento, el mismo nudo en la garganta, a tal punto que poco a poco se hundía en la locura.

— ¿Te gustaría salvarlo?

Preguntó una voz un poco ronca que rebotó por las paredes de aquella cueva solitaria, haciendo dudar al joven sobre su procedencia, su veracidad y su existencia. Pensando que solo era parte de la locura que comenzaba a apoderarse de él no le tomó atención y solo continuó leyendo un libro que tenía en la mano. Sin embargo poco tiempo después la misma voz comenzaba a hablar nuevamente.

— ¿No quieres protegerlo?

La misteriosa voz hizo una pausa un poco prolongada, Lan Wangji no sabía a qué se refería, sin embargo dejo hablar a la misteriosa persona.

— Puedo ayudarte a regresar atrás, podrás protegerlo y salvarlo... ¿No te gustaría hacerlo?

El joven jade finalmente alzó la mirada, mientras un sentimiento de felicidad combinado con angustia y miedo, aunque su rostro mostraba la misma mirada indiferente y seria típica de él.

— Mostrarte

Dijo de manera seca esperando ver a aquella persona, y en definitiva, una figura borrosa se presentaba frente a él,mostrándose poco a poco, como un hombre de capucha negra y una rara máscara que  era un poco más alto que él, sin embargo esto no le importó y con algo de desesperación preguntó:

— A ¿Que te refieres?

El hombre sonrió de lado, al menos eso aparentaba lo que la máscara dejaba ver de su rostro y casi como si fuera un hecho evidente comenzó a explicar.

— Verá joven maestro Lan, yo no puedo hacer algo por ti. Tú historia me ha conmovido y quiero ayudarte –Él hombre miró a Lan Wangji con una mirada un poco siniestra y de un toque de burla– acaso, no te gustaría salvar al gran Patriarca Yiling... ¡Wei Wuxian!

Al escuchar esto fue un golpe en el corazón del joven maestro Lan, sin embargo no podía estar seguro de que lo que decía era cierto, por lo que una semilla de duda se sembró en su subconsciente, sin embargo aquel hombre continuó.

— Parece que el maestro Lan no está convencido, puedo enviarte al pasado, pero hay dos condiciones importantes que debes conocer.

— Decirlas

Dijo rápidamente Lan Wangji, aunque su rostro fuera indiferente se podía notar la desesperación que éste tenía, esto le sacó una sonrisa al hombre.

— La primera y más importante, si le salvas y cambias el pasado... Perjudicará el futuro. La segunda es, cada que usted muera o falle, sin importar la razón o causa, regresará a una etapa del pasado para tener una oportunidad... Sin embargo, no podrá decirle a nadie sobre el futuro de lo contrario el trato termina y usted morirá.

El misterioso hombre ladeó la cabeza, mirando al jóven mientras esperaba una respuesta, mientras Lan Wangji dudaba hacerca de esto, viéndolo como su única salida de esta desesperación que parecía eterna asintió, para después recibir un golpe en la pecho, haciéndolo caer, y al abrir los ojos éste tenía una marca muy peculiar, y sin duda recordaba cuál era, un recuerdo bagó por su mente, esa marca era la que Wei Wuxian se había hecho al salvar a la joven chica del clan Jin, y ahora el tenía la marca.
¿Acaso esa marca era del trato? No sabía si tendría algún efecto, o le perjudicaría en algo, sin embargo estaba dispuesto a intentar todo para salvar al amor de su vida, sin importar cuánto costase hacerlo lo haría, aún si tenía que escalar un monte, frenar las cascadas o apagar el sol, el haría cualquier cosa para el joven que había robado su corazón.

—Wei Ying... ¡Yo te salvaré!

I Will Save You (WANGXIAN) Место, где живут истории. Откройте их для себя