Capítulo 9

15.9K 1.1K 485
                                    

-Entonces- sujetó al revoltoso peliverde que se hallaba ahora dormido, después de escuchar el comienzo de la historia de su madre

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

-Entonces- sujetó al revoltoso peliverde que se hallaba ahora dormido, después de escuchar el comienzo de la historia de su madre. - ¿Lo que usted está tratando de decirme, es que mi omega es el heredero de un reino?- La historia aún no entraba en su cabeza, y menos cuando hacía ya bastante tiempo que no se metía en las religiones, ni nada relacionado con las deidades, al menos, no después de que su madre falleciera.

-Como ya he dicho, mi hijo es el legitimo heredero del reino Yagi, la nación central del continente. - Este solo procesaba la información de la beta.- Y como ya habrá notado en estos días, mi hijo ya no tiene una cicatriz en su cuerpo, sino una marca en forma de mariposa. Que se ha formado gracias a usted. Lo más probable es que en estos días empiecen a suceder unas cuantas cosas fuera de lo normal con mi hijo a causa de esta. - Suspiró- Y cuando eso comience, en el reino se sabrá, y vendrán a buscarlo, y no precisamente para darle la bienvenida. Hui del país para evitar eso, pero gracias a usted no ha podido ser.-

- Él no va a huir sin mí a ningún lugar. Ahora el me pertenece a mí, no a usted. - La mirada amenazante se clavó en la mujer, para cambiar a una un tanto más relajada.- No se hable más, usted vivirá con nosotros- Inko lo miraba incrédula ante las palabras del cenizo. - Mi ejercito estará listo para cualquier ataque, tenemos una de las mejores tropas del mundo. No dejaré que le hagan nada, puedo asegurárselo.

-Usted no está en sus cabales. - La mirada carmesí, un tanto enfadada, le asustó.-No tienen ni idea de cómo está el país contrario. No dudo que este país esté bien, militarmente hablando. Pero ellos cuentan con ases en la manga que harán a mi hijo moverse entre el peligro. Por mucho que diga que es su pertenencia, sigue siendo una persona. Y dudo que este de acuerdo en todo lo que le diga.-El alfa soltaba dominación por todos los poros de su piel, y ya sabía de antemano que su pareja no iba a estar de acuerdo con él siempre. Solo tendría que ponerle un ojo encima, y muy seguramente un guardia vigilándole cuando no estuviera con este.

-No se preocupe, lo mantendré a buen recaudo, ahora puede ir a hacer sus maletas, se mudará al ala este del palacio. - El cenizo solo movió un poco la muñeca y ya había una escolta para acompañar a la madre de su pareja.

-¿Y usted donde esta con mi hijo en este palacio? Si me permite saber- eso lo hizo sonreír.

-En el ala oeste, justo en la otra punta de donde estará usted, váyase tranquila, cuando me mi reina y yo estemos cogiendo cual conejos para dejar descendencia en el reino usted apenas podrá escuchar los gritos.- La peliverde puso una cara horrorizada con un tanto de asco, su pobre hijo, el cual apenas había tenido una charla decente sobre el sexo, seria violado por semejante animal.

- Si, lo que usted diga, si no le importa, podría dejar de mencionar a mi hijo como una mujer, no sé si lo has visto, pero no es una reina en absoluto.- Lo dijo remarcando la "a" en él una.- Cuando lo crie y bañé en mis propias manos se veía bastante bien que no era una mujer, no vaya a perder la vista antes de poder observarlo bien.- Sin más la omega se marchó junto al guardia, dejándolo petrificado junto a su omega dormido. No se esperaba la fría reacción de la omega, y más por discutir el género de su hijo, aunque claro está, se lo tenía merecido.

EL OMEGA DEL REYWhere stories live. Discover now