Capítulo 8

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Un peliverde se encontraba caminando de regreso a su habitación. Había estado tocando la puerta de la habitación de al lado. Habitación perteneciente a una rubia ceniza.

Los golpes habían sido en vano, pues nadie le respondía o abría.

Al entrar a la habitación de él, sacó su celular dejando a un lado la bolsa que cargaba. Vio los mensajes que le había mandado a Bakugo, pero ninguno había sido respondido ni mucho menos leído por la nombrada.

Se estaba impacientando, y peor, preocupando. Ya había pasado una hora, casi dos, desde que había salido de clases y no había noticias de la chica ojos carmín, noticias que él supiera.

Soltó el celular rendido. Quizá esté dormida, suponía el pecoso. Tal suposición lo relajaba.

Hasta que el episodio donde era secuestrada por la liga de villanos se hizo presente en su mente.

Y tras ese recuerdo, sin darse cuenta, ya estaba en su balcón buscando la forma en la que pudiera cruzarce hacia el balcón de Bakugo.

Cosa que logró sin problemas, solo siendo cuidadoso de no resbalar, pues por la lluvia todo estaba empapado.

Se acerco a la puerta corrediza de cristal tratando de ver el interior. Estaban las luces apagadas, así que no logró ver casi nada. Comprobó si la puerta estaba sin seguro y efectivamente, no lo tenía. Por suerte.

Entró tratando de hacer el menor ruido posible. Estaba a punto de llamar a Bakugo por su apodo cuando fijó sus ojos en el bulto que había en la cama. Instantáneamente se calló. No quería despertarla si estaba durmiendo.

Se acercó a la cama para verificar que se tratara de ella, también era la excusa perfecta para poder verla dormir aunque sea unos pocos segundos, no iba a desperdiciar la oportunidad.

Pero de pronto un puñetazo de lleno en la cara lo sorprendió, y de un momento a otro se encontraba tumbado en el suelo siendo aprisionado por una chica de cabellos rubios ceniza.

Sentía la mano de Bakugo cerca de su rostro, estaba abierta, lista para hacer explotar la cara del pecoso si se ponía a la defensiva.

-¿¡Kacchan!?

-¿Deku? -estiró la mano hasta la lampara que estaba sobre su mesa de noche encendiendola. Al iluminar el cuarto pudo ver al peliverde debajo de ella.

El golpe le había provocado un corte en el labio inferior a Midoriya.

Su labios sangraba un poco. Pasó el dedo pulgar limpiandose la sangre que se salía de la comisura de su boca, seguida de una relamida de labios, para quitar los restos de sangre que le quedaban.

Katsuki quedó con los labios ligeramente separados, hipnotizada viendo la acción que hacía el pecoso. Hasta que en cuestion de segundos volviera en sí.

-¿Eres tan inútil que no podías al menos avisar que vendrías? -exclamó enojada.

-Toqué la puerta, te mandé mensajes y hasta te llamé pero nunca me hiciste caso -decía defendiéndose Izuku. -¿Qué otra cosa querías que hiciera?

-Yo qué sé, al entrar quizá decir "Oe, acosador inútil verde entrando por la puerta" ¡una mierda así!

-¿Cómo que acosador? -preguntó con un tono de ofensa- ¡Pensaba que estabas dormida así que no quise despertarte!

-¿Eh? ¡NO ME GRISTES A MI DEKU!

-¿QUIÉN FUE LA QUE EMPEZÓ A GRITAR PRIMERO?

-Argh, no se puede tener ni una jodida charla contigo

Cambios Adolescentes - (NUEVO/En Emisión) Where stories live. Discover now