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"Las almas gemelas no pueden hacerse daño entre sí."

Hajime se burló de esas palabras que resonaban en su mente mientras preparaba su rifle de francotirador. Esa fue la frase que estuvo dando vueltas en su cabeza por escuchar a Komaru el otro día.

El duro techo del edificio no era cómodo para él, ni el viento de la noche, pero pronto el trabajo terminaría. Al bajar el arma, Hajime comprobó que el objetivo estaba a la vista antes de apretar el gatillo y disparar. Una fragmentación de vidrio resonando, y más tarde una salpicadura de sangre vista a través del alcance de su rifle apareció un momento después. Satisfecho, Hajime se sentó y comenzó a empacar.

Almas gemelas. Como si un ideal fantástico como ese fuera algo que pudiera tener.

-Sólo los idiotas y los románticos querrían conocer a sus almas gemelas de todos modos.

~

La carpeta de manila yacía inocentemente en la mesa de la cocina de Hajime, sencilla y sin pretensiones. Dentro había varios papeles de tamaño estándar de impresora apilados ordenadamente y seccionados con clips de colores. Había comprado un paquete de cien clips; todos de diferentes colores, por unos doscientos yenes en la tienda local de hakyu-en.

En algunas de las pilas había largas y delgadas flechas de papel adheribles casi transparentes en un tono pastel. Estos también habían sido comprados en la tienda local de hakyu-en, probablemente en el mismo viaje en que Hajime compró los clips.
Si alguien abriera la carpeta todo lo que vería serían documentos detallados sobre viajes y sitios turísticos alrededor de Japón, desde templos y santuarios, hasta restaurantes, cafés y tiendas locales.

Esconder el verdadero contenido de su trabajo a través de una compleja serie de códigos y acertijos ya no era una tarea difícil.

Hajime había pasado años perfeccionando su código, asegurándose de que nada incriminatorio quedara sin codificar o que su código no fuera transparente y fácil de descifrar. El trabajo ahora, en todo caso, era tedioso y le había costado la mayor parte de tres noches para codificar y luego editar por cualquier error que se dejara. Era meticuloso después de todo, y su jefa una perezosa

Hajime frunció el ceño. Enoshima Junko era manipuladora, astuta, inteligente, atrevida y sádica. ¿Pero perezosa? No a menos que estuviera actuando. Si Hajime tuviera que resumir a Enoshima en una sola imagen sería un virus informático. Algo que acechaba y reunía información, esperando, pacientemente fingiendo no ser dañino hasta que algún tonto cayera en su trampa. Entonces se acabó el juego, toda la información de la persona y lo importante para ella, le era arrebatado. Perezosa no era la palabra correcta.

Todo lo que Enoshima hizo fue para beneficiarse a sí misma y para ver a sus adversarios retorcerse y luchar antes de finalmente darse por vencidos, sintiendo desesperación. Así, ella sólo le entregaba copias difíciles de los archivos importantes, exponiendo de forma descarada la información confidencial no era signo de pereza; era Enoshima simplemente riéndose de él sabiendo que le daba más trabajo que hacer al tener que investigar más.(Eso y eliminar a los novatos. Si lo atrapaban, ninguno de los archivos sería rastreado hasta ella después de todo.)

Sirviéndose una taza de café, se sentó en su mesa y se inclinó en la silla, sorbiendo la bebida de un color casi negro. Mientras bebía, abrió la carpeta y miró fijamente el papel que tenía encima. La hoja no tenía palabras, sólo una fotoo

En ella, había un chico, de la misma edad de Hajime, con el pelo blanco y esponjoso, ojos azules o grises, con ropa informal.

La foto era claramente una toma sincera, el fondo alrededor de él estaba borroso pero la imagen del chico era clara. Era la única parte del archivo que una vez que terminase su café, quemaría en su chimenea; borrando por completo todo rastro de su existencia.

-Komaeda Nagito. -Hajime murmuró para sí mismo antes de vaciar su café, agarró la foto y se puso de pie.

Se dirigió a su chimenea, que ya estaba ardiendo, quemando con lentitud la madera y añadiendo un poco de calor innecesario para el día de primavera que estaba a punto de convertirse en verano. Lanzando la foto al fuego, Hajime vio cómo desaparecía con rapidez, convirtiéndose casi instantáneamente en cenizas.

Después de todo, aferrarse a la foto de su objetivo no era una decisión inteligente para un asesino a sueldo.

~

-Llegaste tarde. -Asahina le dio un ligero empujón al hombro de Hajime.

-Lo siento, Asahina -Hajime le sonrió mientras se ataba el delantal-. Me perdí disfrutando de mi café matutino.

-¿Café mañanero? -Asahina se rió-. Trabajamos en un café. Siempre puedes venir aquí y tomar una taza antes de tu turno.

-Resulta que necesito un café para despertarme. -Eso y pasar tres noches revisando el contenido de su carpeta de manila no fue favorable para conseguir las siete u ocho horas de sueño recomendadas.

-Ah, lo olvidé -Asahina sonrió de forma pícara y juguetona-. Eres una de esas personas que necesitan cafeína para despertarse.

-No todo el mundo tiene la energía de mil soles ardiendo en su interior en el momento en que se despierta.

-¡Ir a nadar a las seis y media por la mañana no es difícil!

Hajime se estremeció y se quejó con tan solo esa idea, su compañera sí que era energética.

-Lo dice la atleta estrella. ¿No vas a competir el próximo fin de semana o algo así?

Asahina se rió de nuevo antes de que diera un giro alegre y apretara los cordones de su delantal, lista para una nueva jornada de trabajo.

-Puedo darte dos entradas si quieres venir a animarme.

-¿Necesito dos entradas para animarte?

-No -Asahina alargó la última sílaba-. Sólo pensé que podrías traer a un amigo o algo así.

-O algo así -Hajime repitió en voz baja-. Bueno, supongo que puedo pasarme y ver tus carreras.

-¡Sí! ¡Gracias, Hajime! ¡Sakura también estará allí! Así que también puedes saludarla.

-Me aseguraré de saludar a tu novia también, sí.

Otra sonrisa fue mostrada a Hajime antes de que Asahina saltara por detrás y por delante del café. Hajime la siguió y entró en la tienda. Celestia en la esquina con su té de leche helada y una novela delgada que sin duda era del género gótico, Fujisaski escribiendo en un portátil con un café con leche a un lado, y Akamatsu con un montón de papeles que sin duda eran los deberes de una estudiante de piano.

Entonces, Hajime se fijó en sus otros compañeros de trabajo. Asahina ya estaba bajando la lista de verificación de apertura, el portapapeles que guardaron lo tomó con sus manos, el lápiz moviéndose hacia abajo, poniendo palomitas a todo lo que estuviera en orden. Komaru estaba barriendo el suelo, hablando con Touko. Finalmente, Hanamura estaba sacando un lote fresco de pasteles y otros productos horneados, tarareando para sí mismo.

Todo marchaba con normalidad.

[...]

¡Y este es el nuevo proyecto de traducción! También escrito por la fabulosa Kimium, está historia será más larga que las demás, pero que estamos seguras que les encantará. Y si la trama les suena familiar... Sí, es similar al fic en español Monochrome Rainbow, si no lo han leído... Vayan a leerlo, es muy bueno! Pueden encontrarlo en nuestra lista de recomendaciones. No ha sido actualizado desde hace un par de años, pero no perdamos la esperanza! Mientras, trajimos esta traducción que comparte el mismo concepto, uno muy genial e interesante. No obstante, es único y diferente al anterior mencionado. Les prometemos muchos momentos que les harán gritar de alegría, emoción y nervios ;)

¡Nos leemos!

I can't kill you (so we must be destined to be together)Where stories live. Discover now