Comenzar los preparativos finales

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Lilii, Draco y Asterion comenzaron a arreglar sus cosas para su partida a Hogwarts.

Lilii, por su parte, había decidido reorganizar su baúl. Sacó absolutamente todo y frunciendo el ceño, miró el pañuelo que envolvía la copa de plata.

La copa de plata de la Casa de los Black, la más noble y la más antigua, la que estaba a punto de quedarse perdida. ¿Sus tíos no dejaron hijos por ahí? Así el apellido de los Black no se perdería. Con ella (y la hermana de su padre) casándose, el apellido de iria. No más Black. No más Black por línea masculina, solo por línea femenina. El apellido perdido.

- Toujurs purs, ah... adivina, eso esta por desaparecer

Lilii sonrió con burla mientras volvía a guardar la copa dentro de su baúl. Cuando la mayoría de sus cosas estaban dentro, sonrió mientras buscaba en un cajón secreto detrás de su tocador. Era algo que ella había estado guardando como un tesoro y sabía que lo necesitaría pronto.

Sacando una pequeña bolsa, usó su varita para aumentar su tamaño. La bolsa se volvió más grande mientras ella sacaba la ropa Muggle, que envolvía un par de botellas. Observó las botellas con detenimiento, había tomado sólo un pequeño sorbo de una de ellas mientras la otra estaba firmemente sellada.

Guardó ambas botellas envueltas en aquella ropa Muggle en el baúl. Esperaba que ambas tuvieran el contenido suficiente y necesario por pequeñas que fueran.

Alguien tocó la puerta haciendo que Lilii saliera solo para mirar a su tía Narcisa, que aún tenía un vendaje en su mano.

- Es hora de irnos, Lilith—murmuró Narcisa

Lilii asintió mientras miraba la herida en la mano de Narcisa, había pasado algunos días desde la discusión que ella y Asterion habían tenido. El embarazo de Bellatrix había avanzado con aparente normalidad... a excepción de que su vientre había crecido lo suficiente para aparentar al menos el primer trimestre.

Lilii pensó qué tal vez la criatura llegaría a más tardar el 20 de abril. Una vez concluidas las dos semanas después de aquella magia.

- Bajaré en seguida—respondió Lilii

Miró la habitación una última vez antes de tomar su baúl, había vivido y dormido ahí. Había aprendido a hablar y caminar en aquella mansión. Recordaba como sus tíos le habían dejado sola mientras su primo Draco y su primo Asterion iban a escondidas durante las noches de tormenta. Ella realmente había temido a los truenos y los rayos cuando era pequeña, se asustaba tanto que lloraba en silencio hasta que sus primos corrían hacia ella.

Recordó a Dobby, quien creía que sus tíos le habían prohibido dirigir la palabra a menos que fuese necesario. Tal vez ellos habían temido que Dobby le dijiese la verdad... que ella no era hija de sus amos. Sonrió levemente con nostalgia. Tal vez por eso Dobby desaparecía cada vez que ella lo veía.

Tomando su baúl, bajo por las escaleras hasta llegar a la entrada donde sus primos le esperaban junto a su tía. Lilii le dio un leve asentimiento, ellos comenzaron a salir. Había vehículos del ministerio ahí. Parecía que la influencia de Lilii a través de Voldemort era fuerte. El ministerio era controlado por los mortifagos, por lo que no hubo ni un solo problema en que Lilii consiguiera el vehículo para ir a King Cross.

Narcisa subió al coche seguido de los otros. Cuando llegaron a King Cross, todos bajaron del coche mientras Lilii se acercó al chofer volviendo sus ojos rojos carmesí tomando del cuello al tipo, dándole una sonrisa tétrica.

- Más te vale que esperes a mi querida tía Cissy y la lleves a salvo a la mansión Malfoy, o tal vez no vivas lo suficiente—habló para luego soltarlo y sonreír tranquilamente—gracias, señor. Dele mis agradecimientos al señor Ministro y al señor Yaxley. Me aseguraré de recordar su rostro.

La hija de la casa BlackWhere stories live. Discover now