Omega Negado || ~Star-Ant~ [Pausada]

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Igual que todas las mañanas, Scott se despertó por el sonido de su alarma, entre murmullos y quejas la apagó sin abrir los ojos, se puso un brazo sobre los ojos y soltó un suspiro para luego sentarse en su cama y sonreír levemente mientras fallaba de manera cuidadosa sus ojos, nunca sonreía apenas despertaba, menos si era día de colegio, tenía que levantarse a las seis de la mañana, era algo molesto, pero ese día era especial, pues ése día era su cumpleaños número quince, así que respiró hondo, abrió bien los ojos y de un salto se levantó de su cama para ir a bañarse con una sonrisa, quería ver qué tenían preparado sus amigos, se alistó, se peinó y bajó las escaleras con una sonrisa, al bajar pudo oler lo que su madre cocinaba, pancakes.

Como todas las mañanas se acercó a saludar a si padre, quien se encontraba sentado en el comedor leyendo un periódico, y luego saludó a su madre.

— Veo que estás de muy buen humor Scott. - Comentó su madre sonriente mientras voltea a un pancake

— ¡Claro que sí! Hoy es un día muy especial. - Sonrió en grande para sentarse al lado de su padre y tomar el jugó de naranja que ya estaba servido

En ése momento pudo ver de reojo cómo sus padres se dedicaban miradas cómplices, luego de unos segundos su padre bajó el periódico que cubría su rostro y tomó un sorbo de su café.

— ¿Ah sí? ¿Y eso por qué? - preguntó el Patriarca de la casa con curiosidad y diversión manteniendo su visita sobre su hijo

Scott solo pydo reír tapándose un poco la boca para luego ver cómo su madre ponía un plato de pancakes en frente suyo desde su espalda para luego envolverlo en sus brazos y besar su cabeza, acción apoyada por su padre quien también lo abrazó.

— Feliz cumpleaños hijo

— Te tenemos una sorpresa. - Habló su padre, a lo cual Scott levantó la cabeza con sorpresa, pero notó que su padre estaba viendo a su madre con algo de nerviosismo. —Me adelanté ¿verdad?

— ¿A qué cosa? – Preguntó Scott con una sonrisa emocionada de manera inocente, a lo cual su madre suspiro acariciando su cabello.

— Cuando vuelvas del Colegio lo verás, ahora, concéntrate en desayunar o llegarás tarde – Respondió aquella mujer de pelo castaño y ojos verdes con una tierna sonrisa mientras acariciaba el pelo de su hijo, quien simplemente asintió y empezó a desayunar.

Al terminar su desayuno salió de casa con su mochila al hombro despidiéndose de sus padres, pocos minutos después de empezar a caminar se encontró con Hope, como era costumbre.

—Buenos días cumpleañero – Saludó su amiga alegremente revolviendo un poco su pelo con una pequeña risa

— Jaja ¡hey! No me despeines – quitó las manos de Hope de su cabeza e intentó peinarse un poco sin quitar su sonrisa

El camino hasta su escuela se sintió más corto de lo normal, tal vez fue porque se la pasaron hablando entre risas, o tal vez fue porque estaba ansioso de saber qué habían preparado sus amigos, que por suerte eran la mayoría de su salón.

Al momento al que llegaron al colegio los recibieron Luis, Dave y Kurt, quienes, riendo, lo volvieron a despeinar mientras lo abrazaban y felicitaban, Luis empezó a hablar, haciendo que todos rieran hasta llegar al salón, la puerta estaba cerrada, tocaron la puerta suavemente, se abrió sola junto a un chirrido, y cuando terminó de abrir Hope encendió las luces y se vió un gran cartel al mismo tiempo que se escuchó un grito.

— ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! – Gritaron al tiempo todos los que estaban dentro del aula, además de los cuatro que estaban acompañando a Scott, quien solo pudo soltar un pequeño grito de emoción para luego reír