Michael se había ofrecido a dejarme en mi casa.
Estando en aquel lugar habíamos tenido una plática banal entre qué pizza era mejor, pepperoni o hawaiana.
No llegamos a ningún lugar, si eso querían saber.
Terminamos quejándonos de todo sobre la vida, desde las personas huecas hasta los de mente cerrada. Mencionamos lo que más nos molestaba sobre nuestros padres, al parecer variaban cada vez más las cosas en común entre el teñido y yo.
Le confesé que era gay a lo que él sólo sonrió y me dijo "Genial".
¿Qué acaso estaba sordo? Si le hubiese dicho eso a otra persona seguro corría a otro país y de ahí no regresaba.
Y hablo enserio. En estos tiempos la gente es tan estúpida que duele.
Me contó que era bisexual y que había tenido muchas relaciones, pero que todas habían sido una mierda. Que curioso, yo jamás había estado en una relación y aún así creía que todo lo que decían sobre el amor eran tonterías, que los amores perfectos y los besos bajo la lluvia solo eran parte de las historias ficticias de los libros y películas.
Y no imaginaba lo que venía para mí.
Me gustaba su forma de pensar en todos los sentidos, los odiaba a todos al igual que yo, estaba cansado de todo lo que pasaba a su alrededor, como yo... Ah, y odiaba los deportes, como yo. Al parecer nos llevaremos bastante bien.
Al llegar a mi casa, saqué las llaves para después abrir la puerta.
-Otra cosa Luke, ¿Crees que te dejen ir a una pequeña reunión que organiza un amigo esta noche?...
-¿Ésta noche? No lo sé, quizá mis padres ya están furiosos porque estoy llegando tarde a casa- formé una mueca en mis labios. -Además, tengo que hacer la tarea de hoy...
-No pasa nada si mañana no llevas la tarea Lukey- una sonrisa inmediata apareció en mi rostro por ese apodo. -Y sobre tus padres... ¿que tal si los desobedeces por un momento?- enserio que si llegaba con esa mirada a pedirme algo, no podría decirle que no jamás.
-Mmm...- pensé en lo que pasaría si tomara ese pequeño riesgo, quizá mañana el profesor además de darme una mala nota, me daría un jodido sermón de "Señor Hemmings, ¿qué está pasando con usted?" y mi madre diría que comienzo a ser "rebelde". Pero nada de eso me importaba en ese momento. -Está bien- respondí luego de unos segundos.
-¡Genial! Solo... trata de llevar algo decente esta vez- me observó de abajo hacia arriba. Luego soltó una pequeña risita.
-¿Hablas de mi ropa? Lamento informarte que esto es lo único que hay en mi closet, idiota- al decir esto, formé una gran sonrisa.
-No te llevaré en esos arapos, ¿sabes que haremos? Pasaré por ti a las 6:00 pm para llevarte a mi casa y prestarte algo mío ¿qué dices, rubio?
-Con suerte me quedará algo Michael- ¿quien me mandaba a tener el cuerpo tan escualido y larguirucho?.
-Algo debe quedarte- respondió con una sonrisa. Si seguía sonriendo de esa manera terminaría abalanzándome sobre él.
-Hasta que te dignas en aparecer...- se escuchó otra voz con un tono severo. Lo que faltaba, mi padre.
Lo miré sobre mi hombro y maldije en mi mente.
-Papá... estaba por meterm-
-¿Por qué rayos llegaste tres horas después de lo acordado? No vives en las calles, y eso debes entender- interrumpió. -A ese lugar vas a estudiar, no a cualquier cosa que hayas estado haciendo con este vago- apuntó a Mike con su dedo índice, lo cual se me hizo demasiado irrespetuoso.
