Reflexión

179 19 0
                                    

Al día veo muchos amigos, personas, familiares que tienen la misma sensación de sentirse vacíos, sin ganas, sin querer salir adelante, ya sea cualquier tipo de problema, en realidad son muchísimas las razones que nos pueden hacer sentir vacíos, tan llenos de nada, tanto así que llegamos a un punto en el cual nos ofuscamos con lo negativo y creemos que lo mejor sería dejar de vivir.

Pero a pesar de todo no nos podemos rendir, créeme que lo entiendo, yo tenía el problema que no podía controlar a mi mente, cada día que pasaba era un infierno. Llevaba varios años intentando escapar de esto pero la depresión me hundía tanto que el llanto ya era costumbre, pero de repente en segundos cambio la perspectiva de mi vida, durante varias crisis existenciales me puse a pensar y a decirme a mí mismo que antes de buscar las respuestas debo plantearme las preguntas, me di cuenta que es irónico pero a veces solo logramos encontrarnos cuando nos sentimos completamente perdidos, por ejemplo; yo creí que lo correcto era nadar con la corriente pero en su defecto aprendí a como hacerle frente.

De alguna manera mi vida cambió durante segundos, me di cuenta lo extremadamente frágiles que somos, de que no deberíamos tomar decisiones permanentes basadas en emociones temporales, ya que creó firmemente que casi todo es cuestión de actitud, es decir, las cosas nos afectan en la medida que nosotros dejamos que nos afecten, no se trata de lo que ocurre, sino de cómo lo afrontamos, por eso hay que comenzar a ver los problemas desde el punto de vista que nos permitan seguir avanzando, en lugar de dejar de rendirnos.

La Realidadحيث تعيش القصص. اكتشف الآن