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_______ Braun.

Me encontraba en mi oficina junto a Nate, eran las 2 p.m. y ambos moriamos de hambre.

Pero ir a almorzar, implica llegar aquí mucho más tarde de las 3 p.m., Madison vendría a esa hora.

-¿Realmente está chica es muy importante? Digo, porque podríamos estar comiendo justo ahora una enorme pizza.

-Callate Nate.

-O unas enormes hamburguesas.

-Nate, ya basta. Madura. -Dije lanzándole un lapicero a lo que él respondió riendo.

-¿Lo dice la chica que me acaba de lanzar un lapicero solo por hablar de comida? -Pregunto con el lapicero en su mano y alzando sus cejas con cierta burla.

-¿Sabes? He pensando seriamente en despedirte.

-¿Y quedarte sola con la revista de chicas Playboy y la carrera de esos artistas importantes? Jamás. -Respondio Nate, y le sonreí.

-¿Te quedarás aquí mientras hablo con Madison?

Nate se levantó y me miró negando.

-No, esto no es lo mío. Como dije, me quedo administrando la revista y a las chicas. -Dijo burlonamente haciéndome reír.

-¡Madura Nate!

Nate salió de la oficina, y me puse a revisar mi celular. Escuche la puerta de mi oficina abrirse. Probablemente sería Nate, quien olvida sus llaves de la oficina siempre.

-Tienes las llaves en el bolsillo derecho. -Dije mientras miraba mi celular.

-¿De que llaves hablas Braun? ¿Las del auto o las de mi casa? -Pregunto una voz muy afeminada.

-Madison. -Dije riendo -Sientate.

Madison se sentó y comenzó a reír.

-¿Quieres algo de tomar? -Pregunte y Madison negó.

-Tranquila, estoy muy bien. -Respondio amablemente.

-Pense que Justin vendría contigo. -Dije y ella negó.

-Digamos que... Me está dejando volar. -Rió.

Madison y yo estuvimos hablando sobre su carrera, su contrato, y todo lo que ha hecho con Scooter.

-Bien ¿entonces estás de acuerdo con esto? -Pregunte entregándole un contrato y ella asintió.

-Me gusta este plan. Solo espero que no me explotes como el idiota de tu tio. -Dijo riendo y firmando el contrato.

Madison se levantó y me volvió a sonreír.

-Bien, espero que nadie vuelva a abandonar unas llaves aquí.

-Tranquila Beer, la única que abandona las llaves aquí soy yo. -Dijo una voz que reconocería aún a mil metros de distancia.

Kendall.

La figura alta y muy bien formada de mi esposa, se encontraba recostada en el marco de la puerta. Quien la cubría una hermosa bata de seda color negra.

Madison la miró impresionada, y yo no podía dejar de ver a aquella mujer.

-¿Que haces aquí Jenner? -Pregunte y Kendall me miró burlonamente mientras sonreía.

-Te recuerdo mi amor, soy modelo y la esposa de la dueña de una revista Playboy, por lo tanto trabajo aquí también. -Respondio mientras caminaba hacia a mí -. ¿Estas ocupada?

Kendall tenía sus dos manos sobre el escritorio mientras me miraba de manera desafiante.

-Lo estoy Jenner, estoy en una reunión. -Respondi de la misma manera.

Adore You | Kendall Jenner Y Tú (SEGUNDA PARTE)Where stories live. Discover now