Uno 💎

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El viento soplo contra su rostro, haciendo que despertara de a poco, ya que la luz se colaba. Su mano se movió por inercia, sintiendo una suave sábana de color blanco.
Cuando puso adaptarse a la luz, noto que estaba en una amplia habitación de hospital. Algo que se le hizo extraño, entonces recordó que anoche había sido atacada por un demonio, pero no solo eso, sino que también se había vuelto a encontrar a Ryo.

Sus emociones se centraron en el propósito de darle incomodidad y formular escenarios, la sorpresa de ver a Ryo y las consecuencias que traía, hacia que su estómago le doliera, una sensación molesta.

Pero debía afrontar la realidad y el cruel destino. Con cuidado se levantó de la cama y como pudo salió de la habitación.

El lugar era igual de blanco por donde sea que viera. Ventanales grandes dando una bella vista, sin duda una habitación bastante lujosa. Se pregunto hasta entonces ¿Qué hacia allí?.

Llegó a la sala principal, donde el sol se colaba por donde sea. Había una piscina afuera, y dentro sillones, una pantalla grande, si trajera sus muebles aún sobraría mucho espacio.

Camino hacia una repisa, donde habían cosas de vidrio, bastante costosas a decir verdad. Tomo un vaso con su mano, curiosa.

-Tn...- dijeron cerca suyo

Se sobresaltó, dejando caer el vaso y rompiéndolo, se hinco a tratar de levantar su desastre.

-Ouch- dijo cuando sintió un vidrio clavarse en la punta de su dedo.

-¿Estas bien?-

-Si. Solo un pequeño vidrio es todo-

Ryo le pidió de favor a Jenny que trajera el botiquín de primeros auxilios para ayudar a Tn, aunque la herida era insignificante, debía ser atendida antes de coger infección.

-Así que, ¿viajaste de Rusia a Japón?- dijo Ryo seriamente terminado de poner un curita en el dedo de Tn

-Eh, si. Había acabado mis estudios hace una semana y quería visitar Japón- dijo un tanto incómoda

-Ya veo-

Hubo un silencio incómodo, donde ninguno se atrevía a decir nada pero a la vez querían decirse mucho. Ryo, por ejemplo, quería saber porque Tn lo había dejado hace años. Tn estaba en el dilema, de irse cuando tuviera oportunidad, o quedarse a cuidar a Ryo, pues tenía la pierna lastimada.

–Bueno. Ya, debo irme– dijo Tn levantándose de la cama –Iré por mis cosas y me iré–

–Tn, espera. Esto es extraño para mí pero, me gustaría que te quedaras aquí, por seguridad–

–¿Seguridad? Pero, estoy bien. Nadie me conoce–

–La cuestión es que sabes sobre lo ocurrido en el Sabbat. No podemos arriesgarnos a ser delatados–

–...Sabes que no puedo delatarte, pero, tengo una vida y quiero vivirla–

–Entiendo–

Antes de que Tn pudiera decir algo más. Un joven pelinegro entró al lugar. Hablándole a Ryo. 

–Que habitación tan lujosa, no parece de Hospital– dijo Akira entrando a dicha habitación espaciosa.–¿Cómo estas?– Dijo caminando hacia el y posteriormente abrazarlo. –Me alegro, Ryo–

Akira se soltó del abrazo y tomo asiento en un sillón que estaba cerca de la cama, quedando frente a Ryo. El pelinegro se mantenía encorvado.

–Parece que me repongo rápido. Mis piernas no tardarán en sanar–

–Me alegra que estés vivo– se enderezó. –Esa motocicleta es genial–

–Puedes usarla– dejo de lado la computadora para poder mirarlo al hablar –Te metí en esto y ahora estás en graves problemas– hizo una media reverencia  –Lo siento mucho–

–Basta. No lo recuerdo, quise salvarte. Cuando reaccione, mi cuerpo se había transformado–

–Sobreviví porque me trajiste rápido a este hospital– miro a Tn, quien estaba algo incómoda –Y también a Tn, esta viva porque la trajiste aquí–

Akira miró a Tn, la rubia desvió la mirada un tanto incómoda. Ya que "el encuentro" no debía incluirla a ella, y eso le molestaba, ya que ella quería irse. El pelinegro miró de nueva cuenta a Ryo.

–¿Y las otras personas del Sabbat?–

–Derrotaste a los demonios y los salvaste ¿No recuerdas eso?–

Akira recordó un poco de esa noche. Para ser precisos, los momentos donde algunos sufrieron de las posesiones y metamorfosis.

–Inconscientemente salve a todos usando este cuerpo. Entonces no fue en vano haberme convertido en esto, ¿no?–

–No. Adquiriste el poder para poder pelear con los demonios, incluso sin tener armas ni herramientas. Pero aún tienes corazón, no como los demonios. Eres un hombre, con cuerpo de demonio y corazón de humano. Devilman–

–¿Devilman?. Que aún conserve mi corazón humano, debe ser casualidad– su tono era serio –Si empiezo a lastimar a las personas como demonio, mátame de inmediato. Si veo que no puedo controlarme, como lo hizo Fikira, elegiré la muerte–

La plática seguía, hasta que la secretaria de Ryo entro llevando un carrito con comida. Jenny, al dejar el carrito cerca de Akira, se fue.

–Es mi secretaria, Jenny. Esta bien–

–¡Es demasiado erótica!– dijo Akira cubriendo su entrepierna.

Tn miraba la escena con una expresión de incomodidad y asco. Ryo la miró de reojo, más sin embargo seguía hablando con Akira.

–Es para ti. Necesitas mucha energía para mantener ese cuerpo que tienes– dijo Ryo

–¿Estas seguro?– dijo ahora Akira babeando –Los Makimura prácticamente comen vegetales– trono sus dedos. –Así que aún tengo hambre. Este cuerpo es increíble, así que podría ser más rápido y fuerte que la motocicleta–

Akira se dispuso a comer y en lo que lo hacia, Ryo le hablaba sobre que debía hacer algo con sus nuevas habilidades.

–En lo posible, de ahora en más deberías reabastecerte aquí. Hay algo que quiero que hagas con ese cuerpo que tienes–

Paradiesisch 💎 Ryo Asuka Donde viven las historias. Descúbrelo ahora