Matar o Morir (Daryl y TÚ)

Capítulo 47: Too Far Gone

-El Gobernador está afuera-me alertó Adam

-¿Cómo es eso posible?-pregunté mientras me levantaba rápidamente y caminaba hasta la salida de la celda

-No tengo idea pero tomó a Hershel y Michonne como rehenes. Quiere la prisión y no está solo-explicó mientras me entregaba mis armas y nos dirigíamos al patio.

-¿Crees que Rick logre llegar a un acuerdo?-pregunté nerviosa

-Eso espero-contestó para luego parar en seco-Mira sé que perdimos a Trenton y que los dos estamos tratando se sobrellevarlo pero por ahora lo único que tienes que hacer es concéntrate en sobrevivir no quiero perderte a ti también asique no te alejes de mi lado pase lo que pase. Saldremos de esta. Te lo prometo-habló rápidamente mientras besaba mi frente.

-No vas a perderme, me quedaré a tu lado todo el tiempo no te preocupes-aseguré.

-Vamos-tomó mi mano para luego salir corriendo hasta donde se encontraban los demás.

-No hay necesidad de seguir perdiendo gente-escuché que le decía Rick al Gobernador-Todos podemos vivir en esta prisión. Ahora vayan hasta la puerta y serán uno de nosotros. Viviremos en bloques separados, no tenemos que vernos las caras hasta que estemos listos.

Localicé a Daryl junto a Carl apuntando  en dirección al Gobernador por si algo pasaba. Nosotros los imitamos pero nos encontrábamos un poco más lejos.

El Gobernador tenía la catana de Michonne en el cuello de Hershel pero lentamente fue quitándola.

Se formó un silencio por un par de segundos hasta que el Gobernador volvió a hablar.

Maggie y Beth estaban muy asustadas y la verdad es que no podían estar de otra forma. Si ese idiota tuviera a mi padre en la misma posición no sabría cómo reaccionar.

-Mentiroso-gritó para instantáneamente cortar el cuello de Hershel

-Noooo-gritó Rick mientras comenzaba a disparar.

Todos hicimos lo mismo tratando de terminar con todas las personas que trataban de quitarnos lo que era nuestro. Las hermanas Greene lloraban desconsoladamente y trataban de matar a la gente del Gobernador. Las cosas se estaban saliendo de control asique ayudé a Maggie a llevar a las personas hasta los autobuses para evacuarlos.

Corría por todos lados tratando de poner a salvo a la mayor cantidad de personas posibles. Buscaba a Daryl pero no lo veía por ningún lado.

-Adam abajo-le grité a mi hermano cuando vi que un hombre trataba de apuntarle, le disparé antes de que pudiera reaccionar y cambiar su objetivo.

-Tenemos que salir de aquí-me gritó mi hermano mientras retrocedía.

-No veo a Daryl-grité desesperada.

-Seguro está bien pero no podremos quedarnos  aquí por mucho más. El loco hijo de puta acaba de tirar la cerca con su tanque y tenemos a toda su gente tratando de casarnos-me gritó.

-Tenemos que buscar un punto ciego en donde podamos dispararles sin necesidad de irnos-propuse yo-No voy a irme sin Daryl acéptalo.

-¿Por qué crees que él sigue aquí?-reprochó-Él sabe que estás conmigo y que yo te voy a sacar de aquí en cuanto note el peligro-contestó mientras seguía disparando-Debemos irnos. Te juro que lo buscaremos luego

Miré en todas las direcciones posibles tratando de verlo pero con todo el caos que había se me hacía imposible encontrarlo.

-Vamos-me rendí mientras corríamos con Adam tratando de salir del lugar que había sido nuestro hogar por mucho tiempo.

Sólo espero que Daryl esté bien

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¿Alguna vez has sentido esa adrenalina que te obliga a dar todo lo que tienes para sobrevivir? Pues yo sí. Llevamos corriendo cerca de una hora tratando de escapar de una horda de caminantes con la que nos cruzamos días después de escapar de la prisión

-No te detengas-gritó desesperado Adam

Corríamos tanto como nuestras piernas nos permitían encontré una pequeña brecha entre los árboles y le hice señas a mi hermano para que fuéramos en esa dirección. Mala idea. Comenzaron a salir más caminantes, estábamos rodeados.

-Tengo una idea pero no creo que te guste-informé.

-En este momento es lo que menos me importa ¿Qué hay que hacer?-preguntó desesperado

-Corre al acantilado que vimos ayer-grité mientras aceleraba

Adam hizo lo mismo que yo y tratamos de llegar lo antes posible, si los caminantes nos alcanzaban mi plan fracasaría.

-¿Y ahora qué?-me gritó mi hermano en cuanto vio el acantilado.

-Salta-contesté

-¿Estás loca?-se desesperó

-Hay agua abajo-traté de convencerlo sin dejar de correr.

-Pero no sabemos que hay ahí abajo-trató de hacerme cambiar de opinión.

-Prefiero morir por el impacto y no ser comida por esas cosas-fue lo último que dije antes de saltar.