Kiba y Shino

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Jueves, momento de desayunar y los chicos parecían platicar felizmente, pero como siempre, el azabache se fue.

-Ese maldito Uchiha, es un animal- Exclamo Kiba cruzando los brazos.

-Dejalo- Dijo tocándole un pierna a la ojiluna por debajo de la mesa, que no pasó desapercibido por Shino.

-Parece no ser el único animal- Regaño mirandolo.

-¿Te gustan los animales Hina?- Preguntó Sai con una sonrisa.

-Sí, mucho- Contesto emocionada.

-¿Perros o insectos?- Consultaron Shino y Kiba al mismo tiempo.

-Etto... ambos- Respondio confundida por la comparación.

-¿Que tal si en el almuerzo nos acompañas al mariposario?- Preguntó Shino y la azabache muy emocionada acepto.
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Después de almorzar los 3 chicos se fueron al mariposario, el cual estaba en el jardín de la institución, pero por alguna razón nadie iba.

-Que lindo, me encanta- Decía la ojiperla mirando todas las plantas y mariposas del lugar.

-Lo es- Aseguro Shino mirando todo lo demás.

-Los perros siguen siendo mejores- Bufó Kiba cruzando los brazos.

-Me gustan ambos- Aclaro Hinata con una sonrisa pervertida, disfrazada de inocencia.

-¿Ambos animales?- Dijo Shino posicionandose detrás de ella.

-¿O hablas de nosotros?- Pregunto Kiba acercandose a ella por el frente.

La ojiperla se puso roja al tener a ambos tan cerca pero más fue cuando el chico detrás de ella se pegó aún más y comenzó a masajear sus senos por encima de la blusa.

Kiba la fue jalando hasta una banca y ahí ambos chicos la sentaron.

-¿Te importa si te compartimos un rato nena?- Preguntó Kiba mientras labia el lóbulo de su ojera y ella con un gemido fue tomado como un sí.

Shino pasó por detrás de la banca para comenzar a masajear sus senos de nueva cuenta, al mismo tiempo, Kiba se iba al frente abriéndole las piernas y comenzando a pasar su lengua por encima de las bragas de la chica.

Se sentía tan bien tener a dos chicos tan guapos, no podía creer que todas esas sensaciones se las estaban causando con la ropa puesta, ¿como sería si no la tuviera?

Los gemidos no se hicieron de esperar en el momento que el muchacho detrás de ella empezó a pellizcar sus pezones y Kiba corría la braga para tener contacto directo con esa zona.

-N-no paren- Gemia fuerte la chica apretando el cabello del muchacho que tenía entre sus piernas.

Rápidamente Kiba levantó a la chica para ponerla en posición de perrito, su favorita, pero antes quería algo más, así que intercambiaron de lugares.

Shino sacó su gran hombría y despacio corrió la braga y se introdujo de una estocada, haciéndola gritar de placer.

Kiba no se hizo esperar y sacó su erección, la cual, fue atendida por la pelinegra con su lengua.

El ritmo era parejo, cada vez que Shino se introducía en ella, más se ahogaba con la erección del otro castaño. Las estocadas eran rápidas y fuertes, quería gritar pero un pedazo de carne en su garganta se lo impedía.

No se dio cuenta en que momento intercambiaron de lugar, pero se sentía igual de bien. Poco o nada les importaba que alguien los viera.

-S-son las más grandes que he probado- Intentaba decir mientras lamia de arriba a bajo la erección que tenía en su boca.

En un instante después ambos chicos derramaron su esencia en la chica. No pudo evitar tragar una, mientras la otra quedaba dentro de su vagina.

Rápidamente se acomodaron la ropa y salieron de ahí. Shino le entregó un chicle, por obvias razones.

-Dinos Hina, ¿quieres ir al refugio con nosotros después de clases?- Pregunto Kiba mirándola con una sonrisa.

-Lo siento, chicos, mi corazón es de alguien- Dijo mientras con una sonrisa se iba a sus clases.

-Neji nos va a matar- Exclamo Shino cuando la chica se fue.

-Valio la pena- Dijo Kiba.

-Cada maldito segundo- Aclaro Shino mientras comenzaban a caminar.

Cuidando a Hinata Donde viven las historias. Descúbrelo ahora