「¢αρíтυℓσ 18」

4.5K 410 27
                                    

JungKook terminó de bañarse cuando el reloj marcaba las 7:00p.m, se vistió con algo de ropa ligera pero abrigadora, no hacía tanto frio ese día, el clima estaba bueno y el omega se sentía con tanta paz, el alfa líder había estado fuera de la mansión todo el día y eso mantenía frustrado como siempre a JungKook, él quería pasar tiempo con el mayor.

JungKook había terminado durmiendo todo el día por el aburrimiento y si se esperaba más el abdomen delgado y algo duro por su buen estado se iría al tacho por no realizar alguna actividad física.

Así que decidido salió en el patio trasero de la mansión, se escondió detrás de una plantera y vigilando que nadie esté mirando se quitó con rapidez sus prendas, colocando con delicadeza su Corona sobre su ropa y cambió a su forma lobuna al sentir el frío erizar su piel, se sacudió y caminando sobre sus cuatro patas comenzó a pasearse por el jardín, el patio era enorme y los árboles daban sombra, todo era tan hermoso que JungKook envidiaba un poco más lo que era la mansión de un líder, se acercó a una leve montaña de hojas viendo con discreción si el jardinero no se encontraba cerca y se restregó contra las hojas ronroneando por la sensación.

JungKook generalmente no se divertía en su forma lobuna si no estaba con NamJoon pero en ese momento su omega saltaba feliz queriendo mezclarse entre las hojas y rodar, pero si lo hacía causaría un desastre y además más trabajo para el jardinero y no podía permitírselo, ¿o tal vez lo hace y limpia rápidamente?, para el omega era tentador ver la montaña de hojas quería tirarse encima y destruir todo así que volviendo a mirar a los costados se dejó caer en el suelo con el hocico apoyado en sus patas y comenzó a arrastrarse hacia las hojas. Pero no se esperaba una segunda voz detrás de él que lo hizo sentarse de golpe mientras bajaba las orejas.

─¿JungKook, qué haces?─JiMin miraba divertido la escena, vamos, ver al menor en el piso arrastrándose en su forma lobuna no era algo que pase todos los días, le pareció extraño y gracioso.

JungKook en cambio como la mayoría de las veces giró mirando al mayor avergonzado mientras escondía la cola, como no sabia que responder se acercó lentamente sin mirarlo y dejó pequeñas lamidas en la mano del alfa logrando que este presione los labios para no reír, se agachó hasta quedar en la altura del pequeños lobo blanco mientras pasaba los dedos por su pelaje acariciándolo, el omega se acercó instintivamente al tacto complacido.

─Ve a colocarte tu ropa JungKookie.

Con un asentimiento JungKook ya se encontraba trotando en sus cuatro patas acercándose a donde había dejando su ropa y mirando que su cuerpo no esté al alcance de la mirada del mayor volvió a su forma humana y se colocó la ropa con rapidez, miró la Corona y mordiendo con timidez su labio inferior se la colocó con suavidad, camino de vuelta encontrando al mayor hablando con el jardinero lo que hizo recordar al menor la idiotez que estaba a punto de hacer si no fuera por la llegada del alfa.

El jardinero con una reverencia se retiró hacia quien sabe donde de seguro para traer los objetos que tendría que utilizar para juntar las hojas, en cuanto el alfa giró hacia él JungKook se sintió nervioso por la mirada que le dedico el mayor, JiMin lo miraba detenidamente observando desde la Corona hasta posar sus ojos en los suyos, una sonrisa satisfecha adornó el rostro del mayor y JungKook sintió sus piernas temblar cuando el alfa se acercó y tomo su rostro con suavidad, Aguecando sus mejillas y mirándolo con tanta intensidad y un extraño brillo en los ojos, el omega solo pudo sonreír con timidez sin alejarse del tacto.

─Te ves precioso, omega─JungKook dio un asentimiento de respeto y suspiro feliz cuando los labios del alfa presionaron en su frente dejando un cálido beso─Quiero llevarte a un lugar, ¿me dejas?─ el omega asintió casi al instante y miró algo dudoso al mayor.

Dulce «JIKOOK» OmegaverseWhere stories live. Discover now