Entre dimensiones [Nara Shikamaru]

Capitulo 10

Ya íbamos de camino a casa, esta vez conducía Kendall, Sam dijo que estaba muy cansada para conducir, y como después de que entregaron los trajes fuimos al evento, era muy agradable el ambiente que había, empezaron con música muy relajante y después terminaron con música para bailar, Sam me obligo a bailar con ella, aun no lo creo, pero esa problemática me hacía hacer cosas que no haría, ahora mismo venia ella en el asiento de atrás dormida, mientras yo venía en el de copiloto y manteníamos una charla amigable con Kendall.

Ya estábamos por llegar, al edificio donde vive Sam, al llegar desabroche el cinturón de seguridad y me dirigí a la puerta trasera para sacar a Sam.

-Por kami, ¿Cómo la sacare? -podía ser un buen estratega, pero en mi vida había tenido que sacar a alguien de un auto, no podía simplemente arrastrarla.

-Te echaré una mano Shika- entre los dos movimos a Sam, para que quedara sentada y así poder cargarla pasando un brazo por su espalda y el otro por detrás de sus rodillas.

-Kendall- dijo Sam entre dormida y despierta- llévate el auto ya es noche- se acomodó mejor en mis brazos y se volvió a dormir, diablos, sí que pesa, si leyera mis pensamientos de seguro ya me hubiese golpeado.

-Está bien Samy- se acercó a ella y beso su cabeza- nos vemos Shika, o si, toma la mochila y los zapatos de Sam- puso las cosas sobre el cuerpo de Sam y subió al auto- ahora sí, nos vemos- puso en marcha el auto y se fue, yo por mi parte camine hacia al edificio para entrar, iba pensando como rayos iba a abrir la puerta si estoy cargando a Sam, tal vez si le pido ayuda a Don Juan, me haga el favor, al llegar al vestíbulo ahí estaba sentado detrás del mostrador mientras leía el periódico, vaya hora para leerlo, levanto la mirada y me vio, para después darme una sonrisa.

-Buenas noches joven Shikamaru– saludo amablemente.

-Buenas noches, Don Juan, quería pedirle un favor

-¿En qué puedo ayudarte? -alzo una ceja, yo ya me estaba cansando de cargar a Sam.

-¿Podría acompañarme hasta el piso de Sam y abrirme la puerta?, es que será difícil hacerlo yo solo, por favor.

-Oh por supuesto, vamos debes estar cansado y además cargando a la señorita Samantha- nos acercamos al ascensor y presiono el botón, para después abrirse las puertas y entrar- ¿Una tarde agotadora por lo que veo?– preguntó un poco curioso.

-Algo así, un día con amigos- le sonreí y el me regreso la sonrisa, después mire a Sam que dormía plácidamente.

-Cuídela mucho, en ocasiones puede ser muy aventada para hacer las cosas, además de que a pasado por cosas difíciles- yo lo miré un poco confundido, pero asentí, ¿Cómo es que Don Juan sabía?

-Tenga por seguro que lo haré- llegamos al cuarto piso y las puertas se abrieron, salimos del ascensor para caminar hasta la puerta de Sam- las llaves están en la mochila, en la bolsa de enfrente- Don Juan abrió la bolsa y rebuscó un poco para después sacarlas y meterlas en la cerradura, empujo la puerta y yo entre, me dirigí al sofá para acostar ahí a Sam para así poder despedir y agradecer a Don Juan, le quite su mochila de encima y las puse en el suelo, me gire y fui de nuevo a la puerta.

-Muchas gracias, no sé cómo hubiese abierto la puerta- tome las llaves que me tendió.

-No hay de que, nos vemos, que tengas buena noche- él se giró para comenzar a caminar.

-Igualmente- cerré la puerta y le eche llave, deje salir un suspiro y estire mi espalda, esta trono y suspire en satisfacción- bien, ahora debo llevar a Sam a la habitación- me acerque de nuevo al sofá y la tome de nuevo en brazos- realmente no la despierta nada, ¿o será que está fingiendo para que la cargue?- la mire y estaba dormida tan pacíficamente que por un momento desee estar ya haciendo lo mismo, al ya haber ingresado en la habitación, la acosté en su lado de la cama, la tape con una manta y desate su cabello- al fin puedo dormirme- le di la vuelta a la cama y yo también me acosté, no sin antes quitarme los zapatos y la ropa que traía para cambiarla por un pijama, apague la luz y minutos después me quede dormido.