Desesperación

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-Listo, tesoro, tus heridas están vendadas, ¿Podrías decirme otra vez como te hiciste esto? -Pregunto la enfermera, con curiosidad.
-Me caí de las escaleras y choque con un cableado eléctrico, gracias otra vez.
Jude se levanto de la camilla de un salto y salio de la enfermería.
11 Días, faltaban 11 días para que decidieran quien era el traidor.
Y la ansiedad de Jude aumentaba con cada hora que pasaba.
Primero que todo, alguien había intentado asesinarlo a sangre fría.
Ya había pasado antes, con el cazador, luego con aquel hombre, y ahora con Tomás.
Y a decir verdad, esa dosis de homicidio de primer grado había sido suficiente para temer a cualquiera que lo mirara.
Pero no podía pensar en eso ahora, tenia algo en mente y no se iría hasta que lo concretara.
Iba a entrar a esa habitación.
No tenia la menor idea de porque esa habitación había sido sellada, aunque debieron tener sus razones, la curiosidad de Jude era demasiado grande.
Camino por el pasillo, camino a la pared en la que se ocultaba la habitación.
Al llegar, se quedo pasmado.
La pared había sido reparada, y el Director estaba allí, como si esperara que alguien llegara.
-Ehhh -Disimulo Jude, sin mucho éxito- ¿C-como va todo, jefe?
El Director apunto hacia arriba con el dedo indice.
Jude miro la viga que había destrozado ayer, al dejar caer la mitad del techo del pasillo sobre los miembros del equipo de búsqueda.
-¿Alguna idea de quien hizo estragos en la escuela ayer, Hundley? -Pregunto El Director, cruzado de brazos.
-No, jefe, estuve en la cafetería.
El Director miro momentáneamente a la pared, como si supiera lo que Jude planeaba.
-Entonces, ¿Se te perdió algo por aquí, Hundley?
"Diablos, sabe que alguien descubrió la habitación" Pensó.
-No...-Mintió Jude, rezando porque se apartara del camino.
-Bien, entonces ve a la habitación del conserje, toma utensilios de limpieza y comienza a limpiar la cocina hasta el final del día.
-¡¿Eh?! ¡¿Porque?!
-Bájame la voz.
-L-lo siento, señor.
El Director suspiro.
-Es porque no quiero problemas contigo hoy, largo.
Jude no quiso responder, era demasiado tímido como para tener el carácter para responderle a una figura de autoridad.
Por lo que se limito a asentir con la cabeza, y bajar penosamente las escaleras hasta llegar a la sala del conserje.
Aunque claro, mientras se iba pensó en cosas ingeniosas y humillantes que decirle al Director (Que no le diría ni en sueños, pero era bueno fantasear con eso)
Tomo unas cuantas cosas (Unas esponjas, un paño, una escoba y una cubeta con agua) y se marcho hacia la cocina.
Entro dentro de la cafetería, y los pocos chicos que habían allí se le quedaron mirando.
Para su mala suerte, Mike estaba allí, junto con sus compinches.
Tristemente para todos, el rubio se había recuperado de la paliza que le había dado el guardia.
-¡Sirvienta! -Aulló Mike hacia Jude, que tenia un parche en la nariz, y esa típica mirada de superioridad- ¿Porque no va a limpiarme la habitación?
Mike estaba sentado en una de las mesas de la cafetería, rodeado por sus amigos como fanáticos al ver una celebridad.
Sus amigos comenzaron a reír ruidosamente, con comida en la boca.
Mike se ordeno el cabello, orgulloso de su super-ingeniosa broma hacia Jude.
-Claro que la limpiare, -Dijo Jude, sorprendiéndose ante su repentino (E inoportuno) Coraje- Para eso esta tu cara, aunque el guardia ya trapeó el piso contigo ayer.
La cara de Mike pareció encenderse de 3 colores diferentes.
-¿Que me dijiste, pelo de cerilla? -Dijo Mike, mirando a sus compinches, que estaban dispuestos a reordenarle los dientes a Jude con los puños.
-Lo que dije lo dije bien claro, Mike -Dijo Jude, sin tartamudear- Creo que necesitas limpiarte los oídos, ¿Quieres que te preste dinamita?
Los demás estudiantes se destornillaron de risa, y Mike quedo tan perplejo de que un "Enano pelirrojo" Le devolviera la palabra, que le tomo unos cuantos segundos volver a sentarse, penosamente.
Jude saludo al cocinero con la mano, que atendía a un chico que no se decidía entre llevarse una chocolatada, o un helado de menta.
-Salut -Dijo el cocinero en francés, devolviendo le el saludo con la mano.
-Vengo a limpiar la cocina, ordenes del Director, y por cierto, ¿Me das un smoothie?
-Jai compris, amigo -Dijo el cocinero, esforzándose por hablar en español en la ultima palabra.
El francés chasqueo los dedos, un smoothie de frutilla apareció en las manos del Pelirrojo.
Jude no tenia la menor idea que acababa de decir, por lo que leyó los pensamientos del cocinero como si ojeara un libro.
Aparentemente, el cocinero había dicho "Entendido"
Sin darse cuenta, ahora usaba sus poderes todos los días.
Jude entro en la cocina, arrastrando la cubeta con agua.
Cerro la puerta y suspiro.
Comenzó limpiando el piso.
Dios, ¡que aburrimiento!
Estuvo tan cerca de llegar a esa habitación secreta...

La Escuela De PoderesWhere stories live. Discover now