Parte: O2

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Es la segunda semana que Chaeyoung intentaba hablar con Jennie, sus amigos la impulsaban a que se rinda, mas ella estaba completamente negada a ello.

No tenía idea del por qué, Chaeyoung sólo quería ser su amiga, hablar con ella y contarse mutuamente sus problemas, tal cual hacía con Lisa. Quizás era porque se le dificultaba aceptar un rechazo, nunca antes se habían negado ante su encanto, y no es que se lo mostrara a mucha gente.

El punto es que Jennie dejó de aparecer en el gimnasio, ya no estaba detrás de las gradas y no sabía donde más buscar. La veía en la cafetería, en los pasillos y mira, compartían la clase de matemáticas juntas, pero a penas se acercaba, Jennie se iba.

"No entiendo qué estoy haciendo mal." suspira recostando su cabeza sobre el hombro de Hoseok, quien apoya la suya contra ella y toma su mano.

"Ella es rara." dice Taehyung. "Vamos, no le des más vueltas, si no quiere hablar contigo sólo déjala en paz."

"Esto va más allá de que quieras ser su amiga, ¿me equivoco?" Lisa levanta una ceja.

"¡Nunca antes me habían rechazado!" chilla, haciendo que los demás rieran.

"Chae, no siempre le vas a caer bien a todos." ante las palabras de su mejor amiga, Chaeyoung vuelve a suspirar. 

"Lo sé, lo sé." asiente sintiendo un beso en la coronilla de su cabeza. "Supongo que tengo que rendirme."

Antes de que la campanilla sonara, ella se levantó de la mesa diciendo que debía ir al baño, rechazó la oferta de Lisa sobre acompañarla y se marchó. Su cabeza daba vueltas, debía aceptar que las cosas no van a salirle bien toda la vida, aún fuera una tortura.

Cuando estaba por salir de uno de los cubículos, se quedó estática al oír a alguien más entrar tan abruptamente al baño. No quiso molestar, por lo que se quedó allí esperando algo, lo que fuera, que le indicara que podía irse.

"Mierda, mierda, mierda." decía esa persona, tenía una voz rota, como sí estuviera aguantando las ganas de llorar. Pero lo que más le sorprendió fue que esa voz sonara como... 

"¿Jennie?" preguntó saliendo de una vez. 

La chica estaba ahí, y podía ver su rostro a través del espejo, y casi deseó no haberlo hecho. El maquillaje de Jennie estaba resbalando por sus mejillas, sus ojos rojos y su labio temblaba, pero parece ser que poco le importó a ella, pues tragó duro y habló con ese mismo tono seco de antes.

"¿Qué haces aquí?"

Chaeyoung ignoró su pregunta, acercándose lentamente hasta ella. Jennie no pudo más y lloró, destruyendo todas las paredes que la cuidaban de los demás. Chaeyoung se sintió mal por verla en ese estado, así que hizo lo primero que se le ocurrió; la abrazó.

"¿Qué? No... no necesito esto, yo..." pero sus intentos débiles por separarse terminaron cuando Chaeyoung comenzó a susurrar un poco audible "shh" acompañado de un lento vaivén con sus cuerpos.

Jennie jamás lo diría, pero por un momento se sintió segura.

El llanto de Jennie paró luego de unos minutos, y levantó la mirada, aguantando las ganas de reír. "¿Tú por qué lloras, Park?"

"Soy sensible, lo siento." sonrió entre sus lágrimas, usando la manga de su suéter para limpiarse las mejillas. Jennie no hizo nada, sólo la miró un par de segundos antes de darse la vuelta e intentar salir de allí. "Oye, espera."

Jennie frenó, lo cual fue extraño para ambas. "Gracias." dice sin mirarla. 

"De nada." Chaeyoung se acerca un poco. "Sí fuéramos amigas, ¿sabes? no tendrías que sufrir sola."

"Me gusta mi soledad." responde. "Mientras menos gente haya en mi vida, menos decepciones me llevaré."

"¿Crees que yo lo haré?"

"Que seas una cara bonita no significa que no puedas romperme."

"¿Crees que soy bonita?"

"Eres hermosa, Park."

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