HOJA EN BLANCO

Cap23

—¿Qué haces aquí? —pregunté de nuevo limpiándome las manos en el jean que comenzaban a sudar y bloqueando el paso con mi cuerpo que temblaba entero

—¿Qué pasa Dulce? ¿En solo dos meses ya te olvidaste de mí? Te recuerdo que sigues casada conmigo

—Tú y yo hace mucho que no somos nada—hable con voz temblorosa y me maldije por dentro al no verme fuerte frente a él—. Vete de aquí Francisco, por favor, él juez ya te tiene advertido —hable empujándolo suavemente  por el pecho

—¡ME VALE UNA MIERDA LO QUE HAYA DICHO EL JUEZ! —grito fuerte tomando mi muñeca y alándome  fuera del departamento

—YO ESTOY AQUÍ POR QUE TU ARRUINASTE MI MALDITA REPUTACIÓN ¡CARAJO!

Sus ojos transmitían fuego, sus manos dejaban ver las venas marcadas en estás, yo no sabía qué hacer; tenía demasiado miedo de lo que podía suceder, así que tome valor y  con el corazón latiendo fuerte me solté de su agarre devolviéndome

—No mi cielo, de mi no te escapas —hablo regresándome hacía él del cabello, sujete sus manos con la mías tratando de safarme, pero era en vano. Su fuerza era mucho mayor  que la mía y el miedo me cegaba evitando que  utilizará lo aprendido en las clases de defensa personal.

—¿TÚ CREES QUE ME IBA A QUEDAR ASI COMO SI NADA CON LO QUE PASÓ? —gritó nuevamente llevándome hacia el elevador a rastras— ESTAS IDIOTA SI CREES QUE ME VOY A DEJAR VER LA CARA DE IMBECIL FRENTE A TODO MÉXICO.

—Por favor Francisco ¡Suéltame!
—suplique entre lagrimas mientras él llamaba el ascensor.

Logro meterme dentro poniéndome de rodillas en el suelo, arrancando algo de cabello al tirarme al piso de este
Saqué valor de donde no tenía logrando que me soltara y poniéndome de pie hable:

—¿QUÉ ES LO QUE TE MOLESTA TANTO? TE RECUERDO QUE LO DE NOSOTROS ES SOLO UN ¡MALDITO CONTRATO! YO NO TE PERTENEZCO Y NO SOY TU PUTO OBJETO. —grite logrando abrir el ascensor antes de que este se cerrase de nuevo—. A ti lo que te molesta es que yo lo ame  a él. Pero es algo con lo que no puedo luchar, él me hace sentir única, amada, capaz, mujer. Todo lo que tú no has logrado en años, él lo consiguió en solo un día; en solo un día logro despertar en mi sensaciones que creía muertas. Logro hacerme feliz: en la cama, en sus brazos, con sus labios, con sus manos. Logro llenarme tanto que me sentí completa; en solo un día logro lo que tú no lograste en seis años y eso, es lo que te duele —gire viéndolo fijamente con ira.

Trato de darme una bofetada pero lo frene poniendo mi mano sobre su muñeca, lo cual  fue un error, pues con su otra mano soltó otra, logrando que salieran unas cuantas lágrimas por el dolor causado.

—¡No más Francisco! —grite empujándolo de nuevo.

Me dio otra bofetada haciendo sangrar mi labio ligeramente y volvió a tomarme del cabello arrastrándome de nuevo hacia el ascensor. Grité con todas mis fuerzas pidiendo ayuda, pero al parecer el maldito edificio se encontraba vacío, ya que nadie salía a mi auxilio.

—Por favor suéltame —hable en súplica cuando me tiró de nuevo al piso, causándome un ardor en las rodillas.

—¿POR FAVOR QUE IMBECIL? —hablo soltando otra bofetada en mi cara— AHORA SI SÚPLICAS, PERO BIEN QUE TE BESABAS CON ESE IDIOTA EN EL PARQUE ¡¡¡NÓ!!! —soltó mi cabello tirándome al piso. Las lágrimas se hicieron presentes y el miedo me consumió— ¿QUÉ CREÍAS QUE IBA A PASAR HE?

Tomó mis muñecas con fuerza y aunque intente luchar me fue imposible, él era mucho más fuerte que yo y lograba dominarme de manera muy fácil. Me tomo del brazo y de un solo empujón logro ingresar conmigo dentro del ascensor