Peter y Alyssa son los mejores amigos desde siempre. Peter se pregunta si realmente está enamorado de ella aunque no tiene mucho tiempo para pensar ya que las malas y falsas personas nunca descansan.
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Peter apenas había sobrevivido a la aburrida detención, no veía la hora de ir a sus clases de danza y poder ver a Alyssa. No había hablado con ella sobre el tema del beso y de sus "declaraciones" pero en verdad esperaba tener la cita con ella antes de hacerle esa pregunta. Estaba muy nervioso y emocionado por eso, pero más que nada nervioso.
Da igual, primero tendría que salir a las calles de Queens con su traje rojo y azul... después de buscar a un lugar para cambiarse sin ser visto claro está.
Era un día tranquilo, o al menos eso pensó el chico antes de escuchar la ruidosa campana de emergencia de un banco. Primero miró de lejos el lugar y después una chica salió vestida de panda.
—¿Una mujer panda? Debe ser lo más raro que he visto hoy —habló demasiado pronto, pues seguido de ella salió un hipopótamo (desarrollado al parecer) con tres bolsas negras rebosando de dinero— retiro lo dicho.
Ambos comenzaron a avanzar hacia un parque que Peter ciertamente no conocía pero supo que era momento de intersectar a los malos.
El lugar tenía arboles pero no eran tan abundantes, pero lo que si tenían eran estatuas arriba de pequeños pedestales y un camino por donde las personas podrían pasar un pisar le pasto.
—¡Hey! ¿Cómo escaparon del zoológico? —Bromeó cuando los tuvo de frente.
—¿Y tú quién eres? —Preguntó la chica sin mostrar sin miedo alguno.
—¿En serio? Soy Spiderman héroe de todos, ídolo de masas —él paro ahí ya que supo que si Alyssa lo estuviera escuchando le hubiera dicho algo como "basta, bájale dos rayas a tu egocentrismo Parker".
—Perdón por la ignorancia, somos de Toledo —explicó el hipopótamo.
Genial, también habla ¿por qué no? Pensó el joven.
—Bueno, no sé si lo saben pero aquí los turistas no acostumbran a robar bancos.
El arácnido comenzó a lanzar telarañas en su dirección.
—¡Te dije que debimos haber ido al museo de cera! —gritó el grisáceo mientras comenzaba a correr.
La chica panda en lugar de correr partió una estatua a la mitad y lanzó la parte suelta a Peter peor este tomo la piedra esculpida con sus telarañas así recogiéndola y lanzándola incluso con más fuerza a la chica. Al impactar contra ella la lanzó por los aires hasta golpear a su acompañante.
—¡Ya vámonos Hipo! —se levantaron rápidamente y comenzaron a correr sin ver que dejaron una bolsa de las tres que tenían en el suelo. El arácnido al percatarse le lanzó una telaraña para que nadie intentara robarla (de nuevo).
Esa fue una persecución algo extraña y no hubo necesidad de que el castaño utilizara sus telarañas, más que nada fue correr y pegar las últimas dos bolsas que se le cayeron a Hipo en el camino.
