Un día antes de la esperada celebración de Halloween, Gon decide ir a dar una pequeña vuelta al bosque como siempre acostumbraba en su día a día. Pero gracias a un pequeño accidente, sin querer termina en las profundidades del bosque donde logra enc...
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—¡Killua!—Llamo desesperadamente abriendo sus ojos de súbita, se encorvo rápidamente en la cama notando el sudor frío que estaba por todo su cuerpo, su respiración acelerada parecía quemarle por dentro igual que el sentimiento de preocupación. Tuvo que tomar bocanadas de aire para tranquilizarse y darse cuenta en donde se encontraba
Vaya sorpresa se dio al darse cuenta que era su habitación, los rayos del atardecer entraban por su ventana. Estaba bastante desconcertado, incluso observó su vestimenta pero todo estaba en su lugar, su cuerpo no tenía ningún golpe o rasguño que recordara—¿Dormiste bien?—Le pregunta su abuelita Abe quien entra tranquilamente a la habitación. Lo cual fue bastante extraño, conociéndola le estaría haciendo un sermón jalando su pobre oreja y un largo interrogatorio—¿No deberías estar poniéndote tu disfraz?
—¿Mi... Disfraz?— Repitió aún bastante confundido, quería hallar respuestas en su abuelita
—Si, saldremos juntos como te lo prometí, pues Mito-san...—Hubo un corto silencio—No pudo venir esta noche, hay bastante turno el día de hoy—Dice con una pequeña sonrisa tranquilizadora
Pero Gon no le dio importancia a ello, solo no podía dejar de pensar en aquel albino que se supone conoció el día de ayer, aquel chico de exótica belleza y de mirada azulada. No salía de su cabeza
Todo fue...
¿Un sueño?
—A-abe ¿Cómo llegué aquí?—Le observó con preocupación
Ahora la confundida era la abuelita quien no entendía las palabras del menor—¿A que te refieres? Hace una hora me dijiste que dormirías un poco, estabas cansado—Explica tomando su mano suavemente dándose cuenta como el menor tenía sus manos congeladas y algo sudorosas
El moreno no recordaba nada de lo que le decía la mujer de avanzada edad
—¿Dónde está Killua?—Suelta
—¿Killua?—La mujer ladea su cabeza
—S-si, ayer lo conocí cuando sin querer fui a las profundidades del bosque. E-estaba herido y lo ayude, pase toda la noche con él y gran parte del día de hoy p-pero lue...
—Oh Gon—Lo interrumpe—A veces tenemos sueños que parecen tan reales que los confundimos con nuestra realidad—Dice acariciando los cabellos del contrario
—¡No!—Alza su voz negándose a creer que Killua fue producto de su imaginación—Él es real, lo sé—Intenta convencerse
Abe mira con pesar al menor, entendía ese sentimiento de despertar y ver que todo había sido un sueño—Ayer volviste muy cansado, dormiste bien pero está mañana tenías fiebre alta
