El efecto Jimin • Kookmin AU

14.1

— Ya fue suficiente, pueden descansar —

Mi cuerpo cayó casi de inmediato al escuchar esas simples palabras. Sentía como mis pulmones pedían un poco más de aire del que les estaba brindando, mi corazón latiendo más rápido de lo normal y mis piernas temblando.

— Park Jimin, no he dicho que pares. Spagat, ahora —

Mierda y más mierda

Con dificultad hice lo que me pidió, dejando la espalda contra la pared y mis piernas perfectamente abiertas, talones justo contra el borde del piso.

Satisfactorio para cualquier profesor.

Excepto para el.

Jung Jaehyun se paró Justo frente a mi, y sin dolor alguno empujó mi espalda al piso. Mis piernas aún seguían contra la pared formando un perfecto spagat. Sé cuánto le enoja al hombre ver que puedo lograr casi todo lo que él pide... Pero esto es demasiado.

— ¡Mierda! — gruñí entre dientes al sentir mi mejilla contra la baldosa

Su pie hacía cada vez más presión. Ojos observando absolutamente todo, labios entre abiertos demostrando asombro y murmullos... bastante diminutos pero podía sentirlos.

Podía sentir su sonrisa... Su asquerosa sonrisa, el hijo de puta sentía diversión al verme sufrir, desde que entré a su clase me he convertido en algo así como su marioneta.

— Levántate. — quitó su pie haciendo que tomara una gran bocanada de aire. — Los espero el próximo jueves. Todos puntuales por favor —

Comencé a toser casi de inmediato antes de sentir la presencia de Jisung y JongIn. El moreno me ofreció una botella de agua, pero ni siquiera podía respirar sin sentirme ahogado.

— Ese hijo de puta — gruñó Sung pasando su mano por mi espalda delicadamente, dejando pequeñas caricias en ella.

— Hoy si que se pasó. Sungie , ayúdame a colocarlo en mi espalda — sentí como Park pasó sus brazos, uno por mi cuello y el otro bajo mi trasero, me alzó y con cuidado y un poco de esfuerzo logramos que mi cuerpo quedara Justo en la espalda de Kim. — le diré a la profesora Manoban que no podrás entrar a clase y tu irás juiciosito a descansar a tu departamento, no hay peros ni un no, vamos —

A decir verdad no pensaba quejarme por la decisión que mis amigos estaban tomando por mi. Sabía que estaban diciendo algo, más no podía enfocar mi vista por completo, mis párpados pesaban demasiado, sabía que iba a desmayarme, lo supe en el momento en que mi cuerpo se durmió.

— ¡Hyung! —

Todo se volvió negro.

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DÍGANME QUE YA
ESCUCHARON LIFE GOES ON

TREMENDA
OBRA
DE
ARTE
¡DIOS!