─ᴏᴅɪᴏ

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Edward, Renesmee, Jacob y Bella vinieron a vernos el día de Navidad. La manada de Jacob al completo estaba allí, además de Sue.

Por el modo en que comían los hombres lobo, el almuerzo que había preparado Sue y Elena debía de estar muy bueno. Me pregunté qué aspecto habría tenido la reunión para alguien que la contemplara desde fuera. ¿Estábamos representando cada uno nuestro papel de manera lo bastante convincente? ¿Habría pensado un extraño que éramos un feliz círculo de amigos, disfrutando el día de vacaciones con la alegría normal en estos casos?

—Muy bien, a abrir los regalos, andando —gritó mi padre sacándome de mis pensamientos—. Seth, Leah, dejen de comer.

Edward y Bella se acercaron a Charlie.

—Papá, no tuvimos tiempo de envolver el tuyo, pero aquí está —dijo Bella extendiéndole un papel—. Son cinco días de pesca en el río Fraser, para ti y Elena.

—Sale mañana —comentó Edward.

—Vaya, sensacional, gracias, pero... Mañana, no puedo irme mañana.

—Ya arreglé todo en tu trabajo —habló mi madre apareciendo en el comedor.

—Astuta... y extravagante —dijo mi padre señalando a Edward.

—No hay devolución.

Sus ojos viajaron hacia el árbol de Navidad donde yacía mi regalo con Jacob para mi padre. Una nueva caña de pescar.

—¿Quieren deshacerse de mí?

Todos nos miramos de reojo.

—¡Porque está funcionando!

La risa de Renesmee logró que todos nos sintiéramos más cómodos. No sabía si mi padre sospechaba algo, que era lo más probable, pero agradecimos que no hiciera preguntas.

Cinco minutos después me quedé mirando como alrededor de la muñeca de Renesmee había una pulsera de compromiso. Fue claro que no me molestó, pero me abrumó bastante. Estaba segura que mi sobrina tenía un futuro, pero ni yo ni sus padres íbamos a ser parte, sólo Jacob tendría ese privilegio.

Creo que tanto Edward como Jacob se sintieron la mar de aliviados cuando llegó la hora de marcharse. Me costaba trabajo concentrarme. Al mismo tiempo, ésta era quizá la última vez que vería a Charlie y a mi madre, y a lo mejor era algo positivo que estuviera demasiado aturdida para ser totalmente consciente de ello.

La noche caía y cada vez se acercaba más la hora de mi despedida. Bella me pasaría a buscar para ir a acampar en el claro. No tenía sentido esconderme porque los Vulturis me encontrarían de cualquier manera.

—Iré a dormir a lo de los Cullen —murmuré al bajar las escaleras.

Mis padres preparaban sus valijas para el viaje y un dolor en el pecho me inundó. Había deseado que mis padres volvieran a juntarse, a que fuéramos una familia nuevamente y ahora que lo tenía yo debía marchar.

Desde el principio mi idea era que Elena me ayudara con Charlie y su dolor por la pérdida de Bella, pero ahora, si las cosas salían bien, sólo deberían llorar mi muerte.

—Creí que no podíamos pasarnos por ahí —dijo mi padre elevando su mirada.

—Eh, sí, pero ya está todo mejor —le respondí nerviosa.

—Bueno, te veremos cuando regresemos.

Las palabras de mi padre me golpearon como si fuera un bate.

—Claro —logré decir—. ¿Van a cuidarse?

—Yo lo cuidaré a tu padre.

Elena se levantó de su asiento y me abrazó con fuerza.

𝐎𝐍𝐋𝐘 𝐇𝐄𝐑³ | jacob blackWhere stories live. Discover now