mystery of love

Parte: O5

Chaeyoung no estaba segura de si Jennie vendría, pero aún así logró hacer que su casa quedase vacía para entonces. Sus padres saldrían unas horas a visitar a su abuela, y ella se excusó diciendo que tenía mucha tarea por hacer, no es común en ella mentir, mas decir que pasaría la tarde con una chica extraña de la escuela que además se droga, no era lo mejor para decir.

Ella no juzgaba, pero no quería decir que aceptaba ese modo de vida. Además, quería ver a Jennie sonreír de verdad algún día, ver sus ojos felices y no vacíos, verla llena de vida y no como si fuera un cuerpo más en el universo. No sabía porqué tanta insistencia en ella, una parte de su mente le decía que era porque es demasiado buena para ver a alguien desmoronarse. Por otro lado, su mente también le decía que ya conocía a Jennie desde antes y eso la impulsaba a hacer lo que hacía.

El timbre de la casa sonó a las cinco de la tarde, al menos era puntual. Chaeyoung fue a abrir la puerta, y sonrió al encontrarla allí.

"Creí que no vendrías." confesó dejando un espacio para que pasara.

"Yo también creía eso." admitió dando pasos dentro de la casa, sus botas militares resonando por el piso. "Pero supongo que no tengo mejores cosas que hacer."

Jennie era directa y sincera, lo que podía dolerle a cualquiera, mas a Chaeyoung no, porque ella ya estaba acostumbrada a esos cometarios, sólo que no venían de ella, sino, de alguien más en su pasado.

"Sígueme." dijo la menor guiándola hasta las escaleras.

"Hasta el fin del mundo, Park." bromeó.

El cuarto de la rubia estaba más que ordenado, y Jennie no se sorprendió en absoluto. Paredes rosa pastel, posters de bandas, muebles blancos y una gran cama con sábanas de seda. Jennie se sentó en esta última, viendo las paredes y las fotos en estas.

"Algo me dice que te gusta Paramore." comentó con gracia, pues la mayoría de posters eran de ello.

"Pues sí, me gustan bastante." asintió sentándose en la silla de su escritorio. "¿A ti te gustan?"

"Dios, no." niega con un bufido, Chaeyoung hace una mueca en señal de estar ofendida. "Yo soy más de Pink Floyd, no lo sé, Queen podría ser, o Guns N' Roses."

"Bien, señorita 'no soy como las demás', ¿al menos The 1975?"

"No, más bien Metallica."

"¿The Neighbourdhood?

"Aerosmith."

"Eres imposible." suspiró, Jennie soltó una carcajada y eso hizo que la pequeña discusión valiera la pena.

"Ya verás lo buena que es mi música."

"¿Cuándo?"

"Cuando tengas el corazón roto."

Eso llevó a Chaeyoung a sus recuerdos con Hoseok, y luego a más recuerdos dolorosos. Habían cosas que ella no podía superar, y eso dolía como la mierda.

"Oye, no vas a llorar, ¿o sí?" Jennie la vio abrazarse a sí misma, lo que causó que se preocupara un poco.

"No, estoy bien, está bien." se levantó y fue hasta una de las repisas de su habitación, esa donde tiene todos sus discos. "Ahora, yo te enseñaré mi música."

"Por favor, no me tortures." Jennie, con total confianza, se tiró de espaldas a la cama, esperando que Chaeyoung pusiera una de esas sobrevaloradas canciones de amor. Una comenzó, y eso hizo que la mayor frunciera el seño. "Si no me equivoco, eso es Kodaline, ¿verdad?"

"Exacto, The One." nombró la canción. Y luego se acostó al lado de Jennie, no sabiendo si eso estaba bien para ella, pero lo hizo de todos modos. "You make my heart feel like it's summer, when the rain is pouring down." comenzó a cantar a todo pulmón, su voz siendo casi opacada por la música alta. No tenía pena para cantar, al menos no frente a Jennie. Se sentía en confianza.

Cuando la canción terminó y sonó otra, Jennie no pudo resistirse a preguntar:

"¿Es así como te sientes con Hoseok?"

Y si Chaeyoung no tuviera sus ojos cerrados, podría haber visto como Jennie la miró.

"No lo sé exactamente." dijo encogiendo sus hombros. "Lo quiero, me agrada, pero sé que no es algo para toda la vida."

"Entiendo."