Capítulo 14

355 8 0
                                    

Estábamos a mitad de semana, y Estrella ya hacía cuatro días que se había ido de vacaciones. Vino a despedirse de nosotros y luego volvió a casa para terminar los preparativos. Mientras tanto decidí empezar a buscar sitios donde me pudiesen cambiar el contenido de los video-casetes a DVD. Pero fue más difícil de lo que pensaba, pedí ayuda a mi padre para saber si conocía a alguien que pudiese hacerlo pero no sirvió de nada porque no conocía a nadie. Fueron pasando los días y miré en internet hasta que encontré una tienda donde lo podían hacer. Llamé y me dijeron que hoy podía pasarme hacerlo.

El lugar ya lo tenía, ahora solo faltaba el trayecto. No tenía coche y mis padres estaban trabajado todo el día. Miré horarios de transporte público, tendría que hacer muchos cambios pero valdría la pena si conseguía ver qué habían en esas cintas después de tantos años. No le había dicho nada a Estrella de que las tenía, quería darle una sorpresa para cuando volviese y verlas juntas.

Al día siguiente me desperté temprano, había preparado con mamá el viaje y todos los transportes que había de coger. Sería la primera vez que iba sola en transporte público tan lejos. Desayuné algo rápido y cogí lo necesario. Móvil, llaves, los casetes, la cartera y una botella de agua. Me coloqué los auriculares y cerré la puerta detrás de mi. Caminé hasta la puerta que daba a la calle y al salir encontré un coche en marcha delante. Conocía bastante bien ese coche.

- Me han dicho que me vas a arruinar la vida hoy -dijo con una mano al volante-.

No se como fui tonta al no pensar que mis padres se lo dirían a los suyos. Todos querrían ver esas imágenes, y solo uno quería borrarlas del universo.

- Puede que sí, pero no voy a dejar que me detengas -dije quitándome los auriculares-.

- Tan cabezota como siempre -dijo moviéndose para verme- sube, prefiero ver con mis propios ojos que no vendes esas imágenes para acabar con mi vida social-.

Con los ojos en blanco decidí subir a su coche. ¿Qué me llevasen a tener que ir en transporte público durante una hora y media de ira y otra de vuelta? Lo compraba. Dejé la bolsa a mis pies y me puse el cinturón. Al volverme para mirarle vi como me repasaba de arriba a bajo.

Aclarándose la garganta miró hacia delante.

- ¿Destino? -preguntó poniéndose las gafas de sol-.

- Cerdanyola -dije sonriendo- ya puedes empezar-.

Con una risa arrancó de una vez. Hacía un día muy bonito, casi no habían nubes y hacía un poco de aire, perfecto para no pasar calor en pleno Julio. Al entrar en la autopista subí la radio, amaba la canción que sonaba "Hawái" la nueva canción de Maluma. La tarareé de principio a fin. Tenía que admitir que conducía bastante bien para haberse sacado el carnet cinco meses atrás. Y como era de prever llegamos en veinte minutos. Al entrar al pueblo bajó el volumen de la radio.

- Ahora tendrás que guiarme tú -dijo riendo- espero que lo hagas bien-.

- ¿Por qué dices eso? -pregunté frunciendo el ceño-.

- De pequeña confundías muy fácilmente la derecha y la izquierda -dijo sonriendo- antes no había peligro, ahora vamos en un coche y es todo un riesgo si me dices un lado que no es-.

- Puedes estar tranquilo de eso -dije seria-.

Pero no sabía mentir y reí al recordar como me costó aprenderlo. Guie sin ningún problema. Aparcamos el coche y salí, cerré la puerta y me giré para hablarle pero esperé un poco ya que miraba el móvil con cara de pocos amigos. Contestó a algún mensaje y se lo guardó. Ese mensaje tuvo que ser algo no muy agradable si lo había hecho cambiar de estado así.

No me rompas de nuevoWhere stories live. Discover now