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Nota de la autora:

Este es un capítulo importante...
¿Por qué?
Porque es mi cumpleaños bitches, lo que significa que hoy en la peraaa!!!

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Capítulo 28
¿Con que vas a recompensarme?

—Entonces... ¿no voy a poder conocer a tu papá? —me preguntó Joaquin mientras pagaba por los licuados en el puesto de carritos dentro de Central Park—. ¿El gran piloto?

Hubiésemos pedido unos helados pero con el frío que hacía últimamente, pedirlos hubiese sido un suicidio. Aunque ahora con los abrigos que papá me había traído de casa todo era mucho más fácil y mi cuerpo no estaba por descomponerse cada vez que salíamos fuera.

—¿Estás loco? —lo miré de tal manera que de verdad lo creía—. Obvio que no.

Joaquin pagó y guardó su billetera en uno de los bolsillos de sus jeans, ya no iba de traje... hoy era fin de semana y tenía el día libre, libre de la universidad, libre de los trabajos y el estudio.

—¿Por qué no? —se dio la vuelta con ambos licuados en sus manos—. Ahora tal vez tenga un poco de pinta de vago, pero...

Aquello me hizo reír, tomé uno de los licuados y negué con la cabeza.

—No es por eso —tomé la pajita y le di un sorbo, estaba muy bueno—. Si le llegaba a decir que me estaba quedando en el departamento de un chico que había conocido hace algunas horas...

Joaquin asintió reconociendo que no hacía falta decir mucho más para aclarar la situación.

—Buen punto, si... —dijo con una sonrisa.

—Hubiese entrado en pánico —me reí yo—. Así que ahora te llamas Joaquina...

Joaquin se atragantó tanto con el licuado que comenzó a toser y alejarse de mi para no echarme todo encima. Yo lo miré con una sonrisa mientras él empezaba a reír algo avergonzado.

—¿Joaquina? —me miró sorprendido—. ¿Enserio? ¿No podías buscar algo mejor?

Aquello me hizo reír y también tuve que dejar de tomar mi licuado a causa.

—Estaba nerviosa, ¿si? —me quejé alzando mis brazos—. En el momento fue lo primero que se me ocurrió...

Joaquin negaba con la cabeza mientras caminábamos por los extensos parques de Central Park. Había olvidado lo lindo que era todo aquel bosque, y a pesar de acercarnos al invierno y que no hayan tantas flores como las habían en verano, el lugar tenía su encanto... Ni quería imaginar cuando comenzara a nevar, dejaría de ver las ardillas cruzándose por el camino como si se tratara de simples palomas y es que la gente las trataba como eso, las palomas de todos los días... yo moría por las ardillas, eran hermosas.

—Si ya veo... ¿Qué va a pasar cuando me conozca de verdad?

Al escucharlo, sentí como mi estomago dio un vuelco, obligándome a separarme del licuado si no quería escupirlo a mi alrededor. Miré el suelo porque de la vergüenza no tenía la valentía de verlo a los ojos. La verdad era que todo estaba pasando tan rápido que no había pensado en aquel pequeño detalle, ¿quería conocer a mi familia? Fue entonces cuando entendí hacia donde iba todo esto, a donde él quería llegar y el simple hecho de saberlo me aterraba por completo.

—¿Cuando te conozca de verdad? —lo único que quería hacer era atrasar la respuesta que yo ya conocía.

—Bueno... —Joaquin ahora parecía un poco incomodo—. Si... ¿no quieres que los conozca?

𝐅𝐎𝐑 𝐔𝐒  |  𝐓𝐈𝐌𝐎𝐓𝐇𝐄𝐄 𝐂𝐇𝐀𝐋𝐀𝐌𝐄𝐓 ✔️Where stories live. Discover now