Filthy; draco malfoy [traducción]

envy

lucille granger

No dormí mucho. Solo podía pensar en como Draco lastimó a Enzo.

Enzo no se merecía eso. En absoluto.

Pero Draco es Draco, ¿y qué se supone que deba hacer cuando él es así? ¿No suena complicado?

Todo lo que tenía en mente era cómo Draco había reaccionado poco después de que le negara la entrada a mi habitación. ¿Cómo podía esperar que lo dejara abrazarme en mi cama después de que lastimó a los suyos, a nuestro mejor amigo?

La parte jodida de todo esto es que Lorenzo perdonará a Draco incluso después de que lo golpeó así. Lorenzo ama tanto a Draco.

Me mata que no importa lo que Draco le haga a la gente que ama, lo amarémos de todos modos.

¿Cómo está bien eso? ¿Cómo se normaliza esto?

No, tengo que resistir. Esto es a lo que me arriesgué. Aún se que hay más en Draco que solo un chico enojado.

Siempre estaré para él. Tal vez esa es la parte más desgarradora. No importa cuántas veces me lastime o me atormente mentalmente, yo me quedaré.

Debí haber escuchado a Lorenzo cuando me dijo que corriera en el momento en que sintiera que debía caminar de puntillas a su alrededor.

No, no debería haberlo hecho. Tomé la decisión correcta.

Confío en mi instinto más que nada.

Realmente creo que todo esto vale la pena.

Pero no sé cuánto más aguantaré.

Solo puedes hacer y manejar una situación hasta un cierto punto.

Un golpe en la puerta interrumpió mis pensamientos. Me dí la vuelta sobre mi cama y miré a Onyx, mientras ella me devolvía la mirada. Otro golpe sonó de nuevo.

—Quieres que yo abra, ¿no? —Asumió Onyx. Asentí con la cabeza mientras ella gemía. Se levantó y abrió la puerta, dejando ver a Lorenzo parado frente a ésta.

Inmediatamente me levanté de la cama y corrí hacia él para abrazarlo.

—Lo siento tanto, Enzo —murmuré. Miré hacia arriba y noté su labio y pómulo rotos, lo que solo me hizo sentir peor.

—Ah, no te preocupes por eso. Ya pasará. —Se rió entre dientes poco después—. Es Malfoy. Hablaré con él más tarde.

Nos apartamos de nuestro abrazo cuando terminó de entrar a la habitación, cerrando la puerta detrás de él. Se sentó al borde la cama de Onyx y yo me senté en la mía.

—¿Estás adolorido? —murmuré.

—No, soy un hombre de acero. —Bromeó, flexionando los brazos.

No sé como puede arreglárselas para salir adelante a pesar de haber sido golpeado en la cara con tanta fuerza la noche anterior.

—De nuevo, lo siento Lorenzo. No sé porqué está tan–.

—Lucille, dije que no te preocupes por eso. Lo sé, Draco es muy impulsivo. Y fue mi culpa, me dijo que dejara de besarte la frente —respondió—. Aunque no escuché, debí de haberlo hecho. —Se rió entre dientes—. Me alegra que a pesar de todo, siga luciendo impresionante.