M| "Miles de demonios se ven a través de sus ojos, orbes que reflejan dolor y oscuridad, lugar donde el se perdió"
Melanie Denbrough no tiene buena reputación.
Su historial en la comisaria de Derry y en la secundaria estaban manchados con sangre.
Me...
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Cada dia a las 7 pm la gente se encerraba en sus hogares respetando asi el toqué de queda, pero cierta parte de los pueblerinos, incluida Mel, solian aprovechar la soledad de las calles para salir a dar un paseo, hacer cosas ilegales o simplemente gustan de la oscuridad.
Los policías eran demasiado vagos para salir en busqueda de quienes no cumplan la ley y a mel le valia demasiado lo que los mismos pudieran decirle, asi que ese día como muchos otros la pelinegra paseaba escuchando música rock en sus audífonos, viendo a poca gente a su alrededor y degustando un cigarro verde.
Cuando un vehículo gris paso cerca de ella a una baja velocidad no se inmuto sino hasta que sintió unas manos sujetarla de ambos brazos y tirar de ella hacia un callejón, y aun sin miedo la adolescente busco liberarse para correr sin éxito alguno.
- ¡Quieta!
La voz del hombre que la apresaba no le resultaba conocida. Si bien en Derry no había tanto crimen si eran conocidos los delitos de tráfico de sustancias ilícitas que se producía gracias a los citadinos que llevaban las mismas hasta al pueblo para los proveedores del mismo, lastimosamente era normal que algunos cometieran algún otro crimen como robo, o en el peor de los casos, violación a otras chicas de la zona.
Mel temio por un segundo haber chocado con uno de los que disfrutan lo último, por primera vez en la semana la pelinegra no usaba su gargantilla de tachas y ni siquiera llevaba su llavero con spray de pimienta o su navaja, melanie maldijo internamente el haber salido de su casa tan desprotegida.
- ¡Sueltame idiota!
Melanie se defendia como podia, se sentia estúpida por hallarse en esa situación, ella era la jodida chica mas ruda del pueblo y ahora parecia cualquier otra debilucha.
- ¡Cierra el hocico! -el hombre era fuerte, estaba segura que si no la hubiera tomado desprevenida con suerte le hubiera podido hacer competencia.
Mel nunca pedia ayuda, ella solita podia valerse y defenderse siempre, pero cuando cuatro chicos quitaron al tipo de encima suyo el alivió fue inmediato.
- ¡Pedazo de mierda! -reconocio la voz de Henry
Allí estaba la Bowers gang, Víctor se habia quedado a su lado tomandola por los hombros para ver que estuviera bien, mientras que Henry, Belch y Patrick golpeaban al sujeto en el suelo.
- Bienvenido a Derry, idiota -mel se aparto de los brazos del rubio oxigenado para patear con demasiada fuerza el rostro del tipo, totalmente enfadada
Los cinco se miraron antes de arrastrar el cuerpo inconsciente a un costado del bote de basura, sin nadie decir una palabra.
Jamás, en ninguna linea temporal, ella habria pensado en estar tan agradecida con esos idiotas, sabia que de no ser por ellos probablemente ese mismo hombre que habia estado toqueteandola hubiera llegado mas lejos.
