Chica lobo y Príncipe negro [Ookami Shoujo To Kuro Ouji]

Capítulo 2: Primer amor parte 2

~* Al día siguiente en la escuela

Suspiro. Camino por el patio de la escuela con un cubo de basura y pienso. Si hubiera conocido a Kimura-kun antes que a él, ahora no estaría... Algo me corta a medio pensamiento, siento un dolor muy intenso en la parte baja de la espalda. Algo me golpeó he hizo que se me cayera el cubo de basura al piso, parece ser que mi atacante es una pelota de tenis, porque una chica con una raqueta se acerca corriendo hasta donde está mi cuerpo en el suelo.

-¡Perdón! - dice la chica.

-No, tranquila, está bie... - otra pelota me golpea, pero esta vez en el rostro y otra más. ¿Qué demonios?

-¡Lo sentimos! - se acercan otras dos chicas más a disculparse.

-¿Qu-qué es...? - intento decir cuando tres pelotas más me golpean.

-¡Perdón por el pelotazo, lo sentimos! - Estas chicas me odian, esto no podría ser casualidad. Toman sus pelotas y se largan.

-¿Qu-qué sucede aquí? ¿Por qué me pasa esto? - digo despacio desde el piso.

-¿Shinohara-san? ¿Estás bien? - dice un muy preocupado Kimura.

-¡Ah! Kimura-kun - exclamo, mientras me levanto y trato de aparentar que todo esta bien.

-¿Te puedes parar? - pregunta extendiendo su mano. Le hubiera dicho que no, pero en verdad necesitaba ayuda para pararme.

-Gracias - digo mientras nos dirigimos a la enfermería.

*Marin

-¿Ese no es el chico que vino el otro día? - me pregunta Tezuka, mientras observamos como Erika habla con este chico, Kimura.

-Ajá - le digo yo, tratando de saber de que hablan. Molestar a Erika se nos hacía muy divertido. Y justamente estaba cerca Sata.

-¿Eh? - dice Sata cuando lo llamamos.

-¡Llegas tarde, Sata-chi! - le canturreo.

-¿Sata-chi? - dice confundido.

-Erika se fue a la enfermería con un chico - dice Tezuka.

-Y no huele nada bien, mejor te vas a buscarlos - agrego yo.

-Apuesto que te está engañando - dice Tezuka, poniendo más tensión al momento. Y él solo se queda mirándonos.

*Erika

-Ya con eso estará bien - dice Kimura, terminando de poner el parche a mi rodilla, que parecía la más afectada de todo esto.

-Gracias - digo yo, algo sonrojada -Eres muy amable, Kimura-kun. Como un superhéroe.

-Sólo lo hago por que eres tú - dice sonrojado.

-¿Eh? - digo emocionada. Él se levanta y evita mi mirada, parece muy nervioso y eso me causa ternura.

-Oye... ya casi es Domingo, ¿Te gustaría ir conmigo a algún sitio?

-Cl-claro.

-Qué alegría, ¿Te parece si nos vemos en la estación Kobatodai a las 13:00? - dice feliz.

-Bueno - digo sonriendo.

-Por cierto, te daré mi dirección de correo - dice emocionado.

-¡Yo también! - en verdad esto me hace muy feliz. Nos intercambiamos los números de teléfono y justo antes de intercambiar correos nos abren la puerta de la enfermería.

-Parece que te estás diviertiendo, Erika - dice Kyouya.

-¡Ky-Kyoya-kun! ¿Qué haces aquí? - digo.