capítulo 10

392 73 20
                                    


Baggi traía casi arrastrando a Stan por la solapa haciendo que los presentes en la casa, elevaran sus cabezas al escucharlo despotricar y sin dejar de hablar.
Liv se había cosido el corte y por suerte ya apenas sangraba y mientras elevaba su ceja al escuchar a Stan, una de las esclavas que evidentemente ya no lo sería mas, le estaba colocando una tela en la herida para taponar mejor la herida y acabar de ayudarla a dejar de sangrar.

— suéltame — decía por último Stan nada más entrar en la casa.

Baggi rodaba sus ojos impaciente, si hubiese sido por él, le hubiera cortado la lengua antes de entrar en la casa, pero era consciente de que ese malparido le pertenecía por completo a Liv, por ello, intentaba sacar paciencia de donde no la tenía.

— relájate esposo — contestaba Liv con tono suave — no quiero que tu corazón se pare antes de que lo detenga yo.

Apretó su mandíbula con rabia.
— cuando despierten de la brujería que les has echado para que te sigan, ya veremos quien necesitará relajarse.

Sonrió petulante — brujería dice — añadía por lo bajo con diversión — ¿ en serio piensas que les he echo algo? Me parece que tienes un problema de ego querido esposo. — miró a la esclava y le sonrió levemente. Le parecía hermosa, pero estaba sucia y tenía el pelo desgastado. Portaba en su rostro los restos de golpes que le habrían propinado seguramente días antes, acarició su mejilla — ves a lavarte, que lo hagan todos los que estén como tú, y luego ven, necesitaré de tu ayuda si no te importa. — pidió.

La joven agrandó sus ojos y asentía con rapidez — si mi señora, haré todo lo que me diga.

— ya no eres esclava, ninguno de los tuyos, pero necesito igualmente que vengas.

Parpadeó un par de veces, algo confusa, nunca antes le habían hablado lo que parecía ahora con respeto y educación, tragó saliva — si mi — vió la advertencia de su mirada — si Liv.

Salía por la puerta de atrás y se iba rápidamente con el resto de esclavos de los cuales estaban con uno de los hombres que había venido con la domadora, uno que parecía ser bastante calmado y por lo que había entendido, se llamaba Arne.
Se acercaba lentamente y escuchaba como él les decía algo parecido que Liv a ella, que fueran a lavarse, que ya no eran esclavos, pero luego añadía algo distinto, que se fueran a descansar y a comer, que lo necesitaban.

Mientras eso ocurría en el exterior, Liv le prestaba atención ahora a Stan, que seguía ahí de pié intentando soltarse del agarre de Baggi sin éxito.

— si, es difícil desprenderse de él — le decía mientras bajaba del trono y daba pasos lentos hacia él sin dejar de mirar hacia otra dirección hasta que estuvo frente a frente de su rostro y sus ojos se encontraron con los suyos — se agarra bien a las cosas, como cuando amas a alguien, que no lo quieres soltar, no quieres que te lo arrebaten — añadía lo último haciéndole entender que hablaba de Arna.

Tragó saliva — si te hubieses quedado a mi lado, no hubiera pasado.

Ladeó la cabeza hacia un costado para luego ir observándolo cada detalle. Nunca antes se había fijado en nada de él, en realidad hasta ahora, no recordaba con exactitud su rostro, ni su voz, ni nada que proviniera de ese hombre que estaba delante suyo, el cual era su tercer esposo, y el único con el que no había yacido.
Era curiosa la situación ahora, se sentía extraña por ello, sería el único que no la tocaría de los tres esposos que habría tenido, y por ello lo encontraba curioso.
Se fijó más en él, no era desagradable a la vista, pero se notaban los años que empezaban a pesarle al cuerpo, se notaba que la edad no perdonaba a nadie, incluso a ella, que aunque ni siquiera llegaba a tener treinta años de vida, sentía como si tuviera el doble.
Era la carga más pesada de todas, eso era lo que hacía ser líder de un clan, te envejecía, te agotaba, te dejaba sin ganas de nada, solo podías seguir luchando y liderando.
Estaba claro que eso les pasaba a todos, pero sintió curiosidad desde siempre por la manera de liderar de su esposo.
Miró a Baggi, dándole a entender que lo llevara hasta la mesa mientras ella se daba media vuelta y hacía lo mismo, sentándose en el trono que le traía con poco esfuerzo Brynjar y Alrek para que se sentara en el.
Baggi sentaba a Stan en uno de los taburetes, curioso y a la vez sorprendido, igual que el resto, que quedaban impacientes para saber el motivo por el cual se sentaba con él en la mesa, parecía que quisiera hablar con él de algo y eso los tenía con más curiosidad.

LA ERA VIKINGA ( quinta temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora