Guardianes de la Muerte [TERMINADA]

Capítulo 22 | Cuidadosos

A V A

Laboratorios Black Widow,

Área subterránea clasificada.

Camino por los pasillos, sosteniendo mi tableta así como una bandeja de comida que planeo llevar a Axl. Gracias al sencillo acceso a la red de roles del laboratorio pude hacer que a mí me tocara llevarle la comida al joven Handriver. Nora, la encargada de esas tareas, se molestó pero le insistí que debemos hacer lo que se nos dice sin preguntar, excusa que aceptó a medias. La gente es fácil de engañar.

Llego a la celda de seguridad con su etiqueta y entro. Me llevo la sorpresa de verlo de pie, apresado en una jaula corporal que sólo deja libre su cabeza y le impide sentarse o moverse, además de un collar metálico que lo mantiene inhibido de cualquier intento de usar su poder.

Axl luce demacrado, cansado por consiguiente; a pesar de estar limpio, está descuidado en cuanto a su vello corporal y cabello, además de que el uniforme de paciente es una basura de baja calidad. Él abre los ojos, pero se abstiene de hablar. Puedo notar que su rostro está hinchado y golpeado.

Dejo la bandeja en la mesilla y retiro la nota que le había dejado, si está apresado no la podrá leer. Me acerco a su jaula, acaricio su cabello y le susurro el mensaje antes de salir. Una lágrima solitaria escurre por su mejilla porque sabe que cada vez falta menos para poder salir de ese infierno. Quien diría que dos palabras serían capaces de provocarle tales emociones.

Sin esperar una respuesta, salgo de la celda y pongo el bloqueo de seguridad. Junto a la puerta hay una tabla con el itinerario de pruebas por las que pasa, así que decido tomarla y leerlo. Renglón tras renglón veo las barbaries por las que el joven debe pasar, ¡esto es inhumano! Estos no son análisis, son pruebas experimentales.

Alguien me toma del hombro, llamando mi atención. Pego un leve brinco y volteo a ver de quién se trata. Es Jonathan, el hermano de Lyla y dueño de la empresa.

—Disculpa, ¿no es usted la Doctora Lives? —me pregunta con normalidad, así que asiento, por un momento creí que no estaría molesto—. ¿Qué demonios haces fuera de tu puesto? Deberías estar investigando el paradero del animal que se escapó —habla de Nadie, el gato.