Capitulo 22 "Pesadillas"

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Eva, Sun y Daniel llevaban varios días caminando para llegar a Kash-Tar, en donde, supuestamente, encontrarían a Eric y le avisarían sobre el peligro que los acechaba. 

Al parecer, cuando los dos hermanos estaban juntos en armonía, la esencia de unicornio que latía en ellos se hacía más fuerte, llegando a crear la esencia de un unicornio perfecto.

De alguna manera que se desconoce, Qaydar y los suyos lo habían descubierto, y ahora querían apoderarse de esa esencia, ¿Para qué? Todavía no lo sabían

El grupo caminaba atravesando grandes ciudades y pequeños pueblos, no les hacía falta esconderse, ya que la esencia de Sun les protegía de alguna manera, y les hacía menos visibles, y así, se ahorraban la molestia de llevar puesta la capa de Banalidad, que agobiaba demasiado a Daniel y a Eva. 

Sun se comportaba como siempre, despreocupada y alegre, mostrando una gran habilidad para sobrevivir, tanto en territorios hostiles, como en pueblos aparentemente afables. Daniel no confiaba demasiado en ella, y siempre la andaba vigilando, y, por supuesto, nunca dejaba que se quedase sola con Eva, pero ella tenía otras preocupaciones en la cabeza, la más importante, su hermano. Hacía demasiado que no le veía, y echaba mucho de menos sus bromas sin gracia y sus incómodos abrazos. Aunque, desde hace dos noches, hay algo que acecha entre las sombras de la mente de Eva, al principio, era solo un pensamiento, pero fue tomando forma, y luego cuerpo, ahora también tiene nombre: Shizuko.

Solo se manifiesta en los sueños de Eva e intenta confundirla y ponerla en contra de Sun. Por ello, Eva está empezando a prescindir del sueño, cada segundo está más débil, y tanto Sun como Daniel son muy conscientes de ello. Eva intenta disimular, pero era demasiado evidente, llegando a caer exáhusta en los brazos de Daniel.

Así que, sin poder aguantarlo más, decide confesarlo todo a sus acompañantes

-Me dice que te mate mientras duermes, que no sufrirás y así podré evitar una gran catástrofe. Un muerto del bando opuesto, por mil vidas inocentes del mío. Es una mujer, de raza asiática, su alma es de shek, me contó su historia, me contó la historia de mi padre y me predijo mi futuro si seguía a los seis dioses. Ya no puedo más, me está matando.

Eva se derrumba sobre las piernas de Daniel y empieza a llorar, casi sin fuerzas. Él posa su mano sobre la cabeza de Eva para intentar tranquilizarla, pero este asunto le estaba poniéndo de los nervios a él también. Sin duda, se acordaba de Shizuko, una mujer fría y capaz de cualquier cosa con tal de conseguir lo que quiere, él mismo era una prueba viviente de ello, pero esta era demasiado, Eva había estado a punto de morir en varias ocasiones desde que comenzaron el viaje hacia Kash-Tar, y Daniel estaba empezando a sospechar que no todo habían sido accidentes, ahora mismo, Eva estaba totalmente anulada como ser, y ya habían empezado a rodar por su mente pensamientos de suicidio para no retrasar al grupo, sin darse cuenta que era ella la única que tenía que llegar viva. La mente de Eva había empezado a destruirse desde lo más profundo, un sitio al que ni siquiera Daniel podía acceder, y no iba a aguantar mucho más.

-¿No lo notas?- Le pregunta muy serio Daniel a Sun

Sun niega con la cabeza, muy triste

-Hace frío, demasiado.

-No percibo a ningún humano a nuestro alrededor, y mucho menos a un shek- Le contesta Sun

-No creo que Shizuko está a nuestro alrededor. Yo la conozco, pero sé bien que sigue en la Tierra, el proyecto Idhún estaba demasiado lejos de ser realizado con éxito, y dudo mucho que, por arte de mágia, lo hayan conseguido en unos días.

-¿Entonces? ¿Qué es Shizuko?- Le preguntó Sun inocentemente

Daniel frunce el ceño

-No lo sé. Pero no es algo físico. Es como si solo fuera una brisa, su esencia, un fantasma.

Sun baja la mirada, con una mirada de decepción

-Ya... bueno, supongo que es posible.

-Daniel...- Susurra muy débil Eva

Daniel mira hacia ella, que está totalmente pálida y ojerosa.

-No es normal que esté así por solo unos días de sueño perdido. Hay algo que le está afectando. Le está robando la energía.- Intenta deducir Daniel.

-Si es lo que crees... - Le dice Sun despreocupada

-Daniel... te está... en...- La voz de Eva se apagó, y con ella, la luz de sus ojos azules.

Daniel quita con mucho cuidado la cabeza de Eva de sus piernas y la deja a un lado con toda la delicadeza del mundo. Al volver a mirar a Sun, hielo puro brilla en sus ojos, y una sed asesina late en su corazón

-No te confundas Daniel... Yo, soy una diosa, y tú un simple híbrido... ¿Estás seguro de lo que vas a hacer?- Se burla Sun

Daniel se levanta del suelo, y Sun le imita. Ambos se miran, se analizan, se estudian. Pero Daniel ya no puede ver nada, nada más que odio y desprecio.

De la garganta de Sun sale un gruñido animal

-¡¡No te entrometas!!- Grita y alza las manos para crear una gran barrera alrededor de Daniel, Eva y ella.

Al principio, Daniel piensa que ha perdido el juicio, pero entonces le ve. Es Christian, que les mira impotente desde fuera de la barrera.

La adrenalina corre por las venas de Daniel, y los latidos acelerados del corazón no le dejan pensar con claridad. Es un estado totalmente humano e irracional que le está dominando. Así que alza su espada y echa a correr hacia Sun, pero ella se limita a levantar su dedo y hace volar por los aires la espada de Daniel.

Pero eso no le va a frenar, y se lanza al cuello de Sun, decidido a morir por Eva, que yace unos metros más hayá. Daniel aprieta con fuerza el cuello de Sun, y ella aprieta el de Daniel.

Daniel están en clara desventaja, pero no se piensa rendir, no iba a soltarla. Pero, al final, cuando ya no quedaba aire que respirar y los pulmones ardían, Sun se desprende de Daniel con facilidad y lo tira al suelo. Daniel respira con fuerza, pero con dificultad, sintiéndose lo peor de ambos mundos por no haber podido proteger a Eva

-Te dejo marchar híbrido. Hazlo ahora que todavía puedes andar. Yo me encargaré de rematarla.- Le dice con frialdad y burla.

Pero entonces, un brillo de esperanza se enciende en el corazón de Daniel, Eva no está muerta

-No... mientras ella respire, yo seguiré luchando, hasta que no pueda más, y si ha de morir alguien primero, pues entonces que sea yo, pues mi vida le pertenece y no se merece ser abandonada a su suerte.- Le dice con fuerza helada Daniel, que se incorpora con dificultad

Sun suspira, y entonces la barrera cae, dejándo entrar a Christian, que se dirige con rapidez a Eva.

-Felicidades híbrido, has logrado sorprenderme. Y por ello te mereces un premio. Os ayudaré, cuando estéis listos, venid al monte Lunn para revivir a los unicornios. Pero solo lo haré una vez la guerra esté acabada. Todavía os queda mucho, y necesitaréis la ayuda de todas las generaciones, y, aún así, no se os garantiza el éxito. Yo lucharé contra el séptimo, vosotros, contra su gente. No vemos- Se despide Sun mientras desaparece en las sombras

Daniel se queda mirádo fijamente el humo blanco que dejó Sun a su paso, y una vez que desaparecío, vuelve corriendo hacia donde había dejado a Eva, a la que ahora atiende Christian

-Está bien. Solo necesita descansar.- Le informa Christian

-No puede dormir, si duerme, Shizuko...

-Shizuko ya no está. A decir verdad, unca estuvo. Fue todo una ilusión creada por Irial. Primero atacó a Eric en Celestia, y ahora ha acosado a Eva para hacer que nos revelemos contra ella. Era todo una prueba.- Le explica con frialdad Christian

Daniel ordena a toda velocidad esas afirmaciones en su mente, y trata de entenderlas.

Christian coge a Eva en brazos y la abraza muy fuerte

-Lo has hecho mejor de lo que esperaba. Sin duda, mi hija no se enamora de cualquiera.- Le felicita Christian

Daniel se sonroja levemente, pero asiente y, junto con Christian, emprenden un viaje hacia Celestia.

Memorias de idhún IV. El despertar.Where stories live. Discover now