ᴅᴏᴄᴇ

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🄲🄰🅁🄶🄰🄽🄳🄾 🄰🅁🄲🄷🄸🅅🄾

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Jay Park era un alfa bastante simple, y el sentimentalismo no le dominaba como a la mayoría

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Jay Park era un alfa bastante simple, y el sentimentalismo no le dominaba como a la mayoría. Toda su vida había estado seguro de que esas cosas de una pareja estable con la quisieras compartir toda tu vida, no aplicaba a él, y confiaba en que probablemente sería una persona soltera e independiente, con uno que otro gato para no sentirse tan solo, lo cual no le molestaba en absoluto. Amaba estar solo.

Ó eso hasta que JiEun llegó a su vida.

Ellos realmente tenían carácteres muy similares, y casi que tenían los mismos gustos. Si era sincero consigo mismo, el alfa moreno nunca creyó que pudiera llevarse bien con una mujer, peor aún, si esta era alfa. Pero al parecer, a la Luna le gusta mucho burlarse de todos, y arrojarles casi que de sorpresa a su pareja destinada.

Porque si, Jay Park estaba seguro que Lee JiEun era su pareja destinada.

Ambos eran alfas, y claramente ambos tenían muchísimo carácter, pero de alguna forma u otra, siempre lograban ponerse de acuerdo, y eso, según su padre, era lo más importante. También estaba el pequeño gran detalle que sentían tres aromas en el contrario; para él, ella olía a frutos rojos, chocolate amargo y margaritas, mientras que para ella, él olía piña, kiwi, y té de manzanilla. Era simplemente asombroso.

Se habían conocido en diciembre, justo un día antes del cumpleaños del revoltoso Taehyung, y habían sido presentados por Jimin. En febrero ya sentían que se conocían de toda la vida; hablar de todo y de nada, era realmente sencillo para ambos. Y en abril Jay le preguntó a la fémina si quería ser su pareja. La pelinegra había aceptado, pero le había pedido que fueran despacio, que no se apresuraran, ni se dejaran llevar demasiado.

El alfa moreno había estado de acuerdo, era lo más sensato. Y contrario a lo que todos pensaban ó creyeran, ellos no habían ido más allá de besos, abrazos y tomarse de las manos. El único que estaba al tanto era su pequeño primito castaño, pues este era amigo de su novia, y al parecer se contaban casi todo. Le sorprendía demasiado que la alfa no le haya contado al menor que olvidó ir por ella, aunque en realidad daba gracias internamente de que no lo hubiera hecho.

Por algo Tinder no es RosadoNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ