"VIVIRLO con VOS." Valentín Oliva.

Capítulo 2.

Valentín.

La tomo en mis brazos rápidamente y la pego contra la pared de la misma manera, la beso de una manera casi desesperada y la despego de la pared. La dejo sobre la cama y me abalanzo sobre ella rápidamente quien no tiene más salida que irse recostando lentamente sobre esta, conmigo encima. Las respiraciones agitadas son lo único que se sienten en toda la habitación, me sorprendo al sentir sus manos por debajo de mi remera recorriendo mi abdomen, pero no se quedan quietas ahí y siguen bajando, hasta mis pantalones, los cuales desabrocha rápidamente, ¿acaso acaba de hacer eso con una sola mano? al parecer sí.

Sus manos se escabullen rápidamente entre mis boxers, jadeo por la misma sensación sobre sus labios, se siente muy bien lo que está haciendo. No paro de besarla, todo lo que esté a mi alcance, labios, cuello, busto, absolutamente todo.

— Espera.— digo entre jadeos.

Ella solo se limita a sonreír sobre mis labios y muerdo el mío inferior, para seguir de manera más rápida y fuerte. Entre gemidos entrecierro los ojos y trato de calmar mi respiración. La tomo nuevamente entre mis manos, moviéndola para así quedar esta vez yo abajo de ella. Trato de calmarme, quiero ser sutil con ella, quiero sentir cada parte de ella. Pero el tiempo que llevo sin sexo pareciera que me está pasando factura, quiero oírla gemir mi nombre, lo necesito, necesito hacerla mía en este preciso momento.

Vuelve a meter las manos por debajo de mi remera, pero esta vez no es para llevarlas a mi abdomen, toma los extremos de mi remera y me la quita rápidamente; hago lo mismo con ella quedando así frente a frente con ella sentada sobre mí.

La parte baja de su ropa interior desaparece rápidamente al igual que la mía, deslizo mis dedos rápidamente en su entrepierna y la siento gemir sobre mis labios. No dice nada más y se estremece al sentir uno de mis dedos dentro de ella, se siente tan húmedo y caliente que les juro por Dios voy a explotar. Hundo mis dedos aún más en ella y la escucho jadear mientras siento como clava sus uñas en mis hombros.

Saco mis dedos de ella separándome un poco y la escucho gruñir, me rio ante su queja y rápidamente acomodo mi miembro en su entrada, rozo mi erección en su entrepierna completamente mojada mientras la escucho jadear.

— Valentín, por favor...— suplica.

— ¿Si?— me hago en desentendido.

— Te necesito, te necesito ya dentro de mí.— suplica.

— ¿Ah sí? No voy a poder ser sutil...— aviso.

— No quiero que lo seas.— es lo último que dice.

La penetro de una sola vez, los gemidos no tardan en hacerse presente de parte de ambos. Me giro quedando sobre ella para que luego ella envuelva sus brazos sobre mi cuello mientras yo comienzo a moverme y penetrarla de manera brusca con cada estocada, no me detengo a ahogar sus gemidos, no me molestan ni me preocupan que alguien más los oiga.

— Valen, por favor...— dice entre gemidos.

Trato de no sobrepasarme, pero no aguanto, mis movimientos se aceleran presionándola aún más con mis manos. Ella debajo de mí, me mira directamente a los ojos, toma una de mis manos y la coloca en su cuello, el cual aprieto sin sobrepasarme, cosa que pareciera encantarle a cada segundo un poco más.

Si las cosas siguen de esta manera, voy a acabar antes de lo planeado. Y lo último que quiero es que piense que soy un principiante precoz. Pasamos un largo tiempo así, hasta que ella saca mi miembro de ella y se hace a un lado exigiéndome que me recueste.

Se sube rápidamente sobre mí, coloca mi miembro en su entrada y de un solo movimiento hace que la penetre. Ella comienza a moverme hacia atrás y adelante, comienza a saltar sobre mi erección. Si antes estaba preocupado por acabar, créanme, ahora deberían multiplicar ese nerviosismo por cien.