Las clases

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Las clases

Después del incidente de Arwin no hubo nada más interesante en el día.

Solo lo mismo de siempre atender problemas del ducado, leer y firmar documentos.

«Todavía no puedo entender la pregunta aunque la he pensado y pensado»

«¿Que querrá decir?» «Por supuesto que lo seguiré amando así sea un esclavo»

«Pensándolo bien he visto algunas marcas cuando lo visto, aunque él es quien siempre se pone su camisa yo solo lo ayudo con el pantalón y el saco»

«Aunque pensé que era por pena además nunca me dejó ayudarlo a bañarse»

«Siempre se baña el solo y para dormir siempre duerme con la pijama intacta así este haciendo demasiada calor»

Pensaba Rosemary acostada en su lujosa cama boca arriba mirando el techo, por las ventanas se filtraban rayos de luz de la luna llena, la cual brillaba a todo su esplendor por el cielo totalmente despejado.

En una noche tan hermosa Rosemary se encontraba inundada de pensamientos pesimistas acerca de su pequeño esposo.

«¿Que haré cuando Arwin se encuentre con Anna?» « Ella es la protagonista femenina así que es imposible que Arwin no se enamore de ella el destino ya está escrito. Me es inaceptable que Arwin muera para darle un final feliz a ella y al estúpido del quinto príncipe»


« Podré convertirlo en un hombre irresistible y emparejarlo con la joven Rosmery quien se enamoró de él además es una buena niña y una señorita extremadamente capaz. Solo que se cegó de celos los cuales no apruebo sin embargo Anna aun sabiendo del amor de su señorita hacia Arwin pasaba la mayor parte de su tiempo con él y con el quinto príncipe» Analizo la situación.

« Eso es y yo seré la cuñada un poco chismosa. Me gusta la idea. Si eso haré» pensó con entusiasmo.

Arwin se movió acomodándose al lado de Rosemary haciendo que la joven volteara a verlo.

El hermoso niño rubio abrió los ojos parpadeando varias veces para acostumbrarse a la poca iluminación de la habitación.

–Esposa ¿que haces despierta tan tarde?– pregunto somnoliento.

Se froto con sus pequeñas manos los ojos, dirigiendo su tierna mirada hacia Rosemary.

La dulce adolescente tenía un rostro sereno e inexpresivo como si estuviera en un funeral. Su expresión solo cambiaba de sereno a fruncir el entrecejo como si algo la estuviera molestado.

-Esposa ¿Qué haces despierta? ¿Estás preocupada?– Repitió su pregunta Arwin ya un poco preocupado porque Rosemary no le contestaba.

La duquesa que había escuchado que la llamaban, rápidamente volteó hacia el lado de Arwin. Este le dio una mirada llena de preocupación.

–Oh. ¿Estas despierto? lo siento si fui yo quien te despertó. – Se cayó un momento pensando que más iba a decir.– A veces tienes que reflexionar y despejar tu mente. ¿Qué mejor momento que antes de dormir?– pregunto dándole una calida sonrisa.

–Mmm.

Ladeo la cabeza confundido– ¿Estabas pensando? ¿Sobre qué? Esposa. – Pregunto Arwin incrédulo.

«Después del altercado de esta mañana el empezó a decirme esposa» una risita divertida escapo de sus labios.

« No creo acostumbrarme pronto, aunque me parece muy lindo » «Solo que ¿porque ahora y antes no? A pesar de ser un niño antes no era mimado, hasta hace unos días su comportamiento cambio notablemente»

La Esposa Del TiranoWhere stories live. Discover now