No Puede Recordar

11* La furia de... ¿Quién?

Samuel todavía intentaba comprender por qué Borja y Guillermo lo habían dejado solo con David.

Es decir, aquello era lo que quería en un inicio, para poder conocer mejor al chico y tal, pero ahora, recibiendo esa mirada inquietantemente cargada de odio, viendo esos gestos de obvio fastidio y oyendo esos quejidos que demostraban irritación, no se sentía tan bien.

Todavía no lo entendía ¿Había hecho algo malo? ¿Había dicho algo incorrecto quizá? No creía, e incluso en caso de, seguramente alguno de los otros chicos se lo habría hecho saber, y esa mirada la había percibido desde el inicio de la junta ¿Entonces qué era? ¿Qué sucedía?

-Disculpa, eh... David... ¿Sucede algo malo?-

-Fargan- La voz del otro chico fue brusca, y si, Samuel pudo comprobar que la molestia no era cosa de su imaginación.

-¿Perdón?- Los ojos dorados del otro chico brillaron en fastidio, en serio ¿Qué estaba sucediendo?

-Que quiero que me digas Fargan, ese es mi apodo, no me gusta que me digan David- Samuel abrió la boca sorprendido, luego la cerró, y luego la volvió a abrir, balbuceando en voz baja y claramente avergonzado e incómodo. 

-No es... no fue mi... yo... lo siento... es solo que, bueno... no me gustan los apodos, considero que son algo muy falso, algo que la gente usa cuando intentan ser quienes no son- Las bocas de ambos chicos formaron una línea recta, ambos con motivos distintos. 

Finalmente David, o mejor dicho, Fargan, resopló y volvió a mirar al otro chico con molestia. 

-Oh por favor, eso es lo más ridículo que he oído nunca, la gente no usa apodos para ser alguien quien no es, e incluso si lo hicieran entonces no sería tu problema como para creer que tienes derecho a pensar que eso los vuelve falsos- El híbrido lo miró de forma extraña, con un brillo de suficiencia en sus ojos y el atisbo de una sonrisa burlona, y eso a Samuel no lo gustó.

Sin embargo, tenía que intentar comportarse, se lo debía a Borja y a Guillermo.

-Escucha, esa es solo mi opinión ¿Vale? Y de todas formas ¿Cuál es tu jodido problema conmigo? ¡¡He sido amable todo el tiempo y tú solo estás despreciándome!! ¡¡Ni siquiera te conozco!! ¡¿Qué pasa contigo?!- Bien, tal vez no logró comportarse mucho...

De hecho no logró comportarse para nada, pero le complació ver que David tampoco pudo.

-¡¡Claro que has sido amable todo el tiempo!! ¡¡Tú siempre haces todo de forma perfecta!! ¡¡Incluso cuando ya ni siquiera estás realmente aquí!! ¡¡Pero adivina qué, Vegetta!! ¡¡No eres tan perfecto como todo el mundo piensa!! ¡¡Eres simplemente un niño mimado que quiere que todo se haga a su manera y que ni siquiera puede llamar a sus propios amigos por sus apodos!! ¡¡Sus jodidos y simples apodos!!-

Horas más tardes Samuel agradecería el hecho de que la heladería estuviera completamente desierta (incluso el dependiente no se encontraba allí, pues según sabían había salido a buscar algunas cosas del almacén en aquellos minutos) pero en aquel momento lo único en lo que pudo concentrarse fue en el nombre por el cual había sido llamado.

-Ve...getta...- Él había oído ese nombre, de eso estaba seguro. Miró a David sin decir nada, intentando recordar dónde lo había escuchado, el otro chico en cambio ahora lo miraba completamente pálido y asustado.

"¡¡Vegetta!! ¡¡Vegetta ábreme!! ¡¡Tenemos que hablar ahora!! ¡¡Ábreme la puerta!!", "Vegetta gracias a los dioses que me abres, un doctor nos dijo a los chicos y a mí que habías tenido una pérdida de memoria selectiva o algo por el estilo, pero eso obviamente es mentira ¿Verdad? Porque tú nunca te olvidarías de nosotros y de quién eres", "Lo siento, perdona a mi amigo, es solo que acabamos de perder a alguien muy importante para nosotros, en serio, no sabe lo que hace", "perdimos a alguien muy importante para nosotros, se llamaba Vegetta y en realidad tienes un gran parecido físico...", "Él cree que salía con un amigo nuestro antes de salir con él, y nuestro amigo es... ¿Cómo decirlo? Perfecto, en pocas palabras"

Aquellas escenas simplemente vinieron a su mente, conectándose de repente en su cabeza como si siempre hubieran estado relacionadas, y eso era justamente por que siempre estuvieron relacionadas en realidad, y él acababa de darse cuenta.

El chico que se había ido, aquel que no sabía si había muerto o simplemente se había largado del lugar, era Vegetta, el chico con el cual, aparentemente, tenía una gran similitud física, era Vegetta, el chico del cual David estaba celoso y con el cual lo había confundido todo el tiempo era Vegetta...

David intentaba hablar, claramente sabía que había dicho algo que no debía, que había cometido un error. Abría y cerraba la boca por momentos sin saber muy bien qué decir, pero eso daba exactamente igual.

Samuel no estaba dispuesto a escucharlo.

El oji morado se levantó de su asiento bruscamente y, sin importarle nada, dejó unos cuantos karmas de plata en el mostrador y simplemente salió de la tienda a paso rápido sintiendo como la ira crecía en su interior y como sus puños dolían de tanto apretarlos.

Toda su vida antes de Karmaland se había basado en ser comparado con los demás, siempre logrando que todo lo que él hiciera no fuera nada bueno o importante, así que él realmente lo odiaba. Pero ahora no solo lo comparaban con alguien más ¡¡Alguien que ni siquiera estaba ya en ese pueblo!! Si no que además se atrevían a culparlo y despreciarlo por ello.

Ahora simplemente estaba enojado, sumamente enojado.

Tan enojado como aquella vez...

Realmente lo sentía por Borja y por Guillermo, y esperaba honestamente que lo pudiesen perdonar, pero por si él fuera David podía irse a la misma mierda si quería, no iba a intentar ser su amigo, no iba a intentar ayudarlo, no iba a luchar por algo así, claramente no valía la pena alterarse por eso.

David, o Fargan, como demonios quisiera llamarse ese tipo, podía irse a tomar por culo, Samuel no le volvería a hablar en lo que le quedase de vida.