6: Deylin Mariet.

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Luz.

El aire me falta, me siento intranquila, manoseada y asqueada. Mi mente no puede calmarse y el miedo de que vuelva a acercarse es un detonante continuo que me hace querer llorar.

Instintivamente llevo mis manos a la boca y me muerdo las uñas.

A tropezones salgo del closet, busco mi teléfono con rapidez y llamo a Deylin equivocándome más de una vez. No contestó y paso las manos por mi cabello en un acto de desesperación.

Vuelvo a marcar y luego del tercer pitido responde.

—¿Hola?

—Deyli... Yo —Intento hablar, pero todo se me atasca.

—Luz ¿Qué pasa? Tranquila.

—Él...

—Respira, para que yo pueda entenderte —Pide.

—Es que, él señor...

Empiezo a llorar y ella guarda silencio hasta que logro volver a recomponerme.

—No quiero saber eso —Murmura — Dime ¿Qué has visto que sea divertido?

Digo lo primero que me viene a la cabeza.

—Lobo... Pero...

—¿Un lobo? Que cool amiga —Interrumpió sin dejarme hablar —¿Cómo era? ¿Dónde lo viste?

Lo que dice fuerza a mi mente a centrarme en eso y me siento en la cama para normalizar mi respiración.

—Por la ventana... Estaba en el bosque.

—¡Ay! Increíble, o sea, entiendo que son peligrosos, pero no dejan de parecerme bonitos.

—Amiga, pero el señor... —Vuelvo a mencionar.

—Olvídate de eso y háblame del lobo.

—Era oscuro, no sé si... Marrón o negro —Intento hablar sin tapujos, pero es casi imposible.

—¡Wow! Quiero ir a donde estás, para ver tu sabes.

Aunque sea difícil de creer, mi amiga me habla de muchos temas diferentes para entretenerme por mucho tiempo.

—Llamame cuando regreses para seguir hablando del libro.

—Quiero que hablemos de lo que pasó, solo si tu quieres —Dice por último.

—Está bien, yo te diré después.

—Adiós, te quiero...

—¡Espera! Tenemos una hora, toma captura de pantalla.

Después de colgar terminé de recoger mi habitación e intenté no pensar en lo de Aidan. «No quiero ver a ese hombre».

Tocan la puerta y doy el permiso de entrar, mientras arreglo las almohadas. Salto en mi sitio cuando la figura del señor Adler se impone por segunda vez en el día.

—Escúcheme — Decido hablar antes de que haga algo —A mi no me importa que usted sea el amigo de mi padre, no tengo miedo a los abusadores como usted, yo no me callo y menos voy a dejar que se aproveche de mí. No le tengo miedo.

—No quiero que me tengas miedo —Murmuró con tranquilidad, como si eso fuera a ser suficiente —Vine a disculparme por lo de hace un rato.

—No se vuelva a acercar a mí.

—Luz, yo solo quiero que empecemos de nuevo...

—No señor, entienda que yo solo quiero que pasen los dos meses rápido, para poder irme de aquí. Lejos de usted.

Mate del alfa©Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ