CAPÍTULO 17 5TO. DIA REGRESIÒN

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Para asistir a casa de los Wilson, se nos informó que entre menos gente lo supiera era mejor, se supone que ellos no nos ayudaron para escapar,  los medios de comunicación tenían otra información. El viernes para ir a Montesano, fui a comer con Ana como todos los días, su asistente es muy callada pero simpática, pocas palabras pero precisas, sobre todo respetuosa, no niego que me hubiera gustado más comer solo con Ana, pero ella estaba acostumbrada a salir a comer con ella y otros compañeros, pero me alegraba al despedirme de Ana, ella me daba un beso en la mejilla, de mi parte un abrazo caluroso y un beso también en la mejilla.

Antes de ir a la casa para cambiarme de ropa, mi padre me indicó que nos veríamos en unas tres horas en la casa, él nos recogería para salir directamente a Montesano, me mencionó que solo lleváramos lo necesario para dos días, viernes y sábado, ya que el domingo nos regresaríamos. Durante el trayecto a la casa, fui pensando en cómo declarármele a Ana, en que momento, si en la casa de los Wilson o delante de todos los que estarían ahí presentes, además estarían sus padres y mis padres, eso se vería más como un compromiso como para casarnos, a mí me agradaría saltar la etapa del noviazgo e ir directo al matrimonio, creo que lo más correcto es pedirle que sea mi novia, y con el tiempo pedirle que nos casemos.

En cuánto llegué a la casa, saludé a mi madre, le comenté que haría una pequeña maleta de dos mudas de ropa y enseguida estaba con ella, en una maleta deportiva coloque, un par de tenis, dos playeras, dos suéteres, dos pares de calcetas, dos trusas, mi cepillo de dientes con una pasta para viajero, mi cepillo para peinar, una toalla y mi loción, ya hecha coloqué una chamarra abrigadora, se del frío que se siente en esa zona, me quité lo que traía y me metí a bañar, no tardaría ya que mi madre ya está lista y no quiero dejarla sola.

Me puse unos vaqueros negros, playera de cuello alto y una chamarra, tenis negros y calcetas blancas, mi madre traía puesto unos hermosos pants de color lila, y sus tenis color rosas, siempre está muy bien arregla, aunque esté vestida deportivamente. Cuando me coloqué a su lado y le besé su frente, le platiqué de lo que tengo pensado de declarármele a Ana, se lo dije tan emocionado que creo que mi sonrisa partiría mis labios, mi madre me abrazó y me dijo que tuviera mucha suerte, ya que no era cualquier chica que se quiera apantallar con mis millones.

Efectivamente, Ana no pretende mi dinero, sé que ella es rica por lo que le corresponde de sus ahorros, no es una mujer de comprar cosas exageradamente caras, solo de calidad y a buen precio, durante las comidas pude observar la joyería que traía puesta, más bien son accesorios que combinan con sus ropa, pero no divisé diamantes, esmeraldas, rubíes, nada de ese tipo de lujos, pero luce esos accesorios perfectamente como si todos fueran nuevos, su pulseras, anillos, collares y dijes como su escarabajo, que por cierto no se lo he visto últimamente.

Llegamos a casa de los Wilson a eso de las diez y media de la noche, vimos varios campers estacionados a un costado de la cabaña de los Wilson, mi padre y yo nos quedamos asombrados al ver que ya tenían cercado toda su propiedad, hasta donde estaban los hoyos, oímos sonido y luces dentro de la propiedad, caminamos hacia donde se supone estaba la entrada, ahora hay que tocar un campanilla para que nos abran la puerta, los señores Wilson nos recibieron muy contentos, les presenté a mi madre ya que tenían el gusto de conocer a mi padre.

Le pregunté a los señores Wilson por Ana, íbamos camino a la carpa enorme iluminada, pero la señora Sarah me dijo que le avisó a unos de los militares si podían llamar a un médico, ya que Ana había sufrido un desmayo cuando iban entrar a su casa, no lo pensé dos veces y me dirigí directamente a la casa de los Wilson, los padres de Ana estaban con ella, se encontraba recostada cuan larga es en el sillón grande de la sala, dije buenas noches y me acerqué a ella, volteé a ver a sus padres que me dijeran que le había pasado, su madre me dijo que desde que iba abrir la puerta de entrada, ella se desmayó y no ha despertado.

JUSTICIA Y AMORWhere stories live. Discover now