John Sullivan y Jessica Savoy tuvieron un romance sin ataduras durante su adolescencia, la exclusividad era parte del romance aunque nunca formalizaron un noviazgo ante los demás.
Una discusión hizo que John cometiera la equivocación en dejar ir a...
Ambos dejamos caer nuestros cuerpos llenos de sudor sobre el colchón. Besa mi hombro.
-Iré a darme un ducha -anuncia antes de levantarse- ¿Quienes conmigo?
-En un momento te alcanzo -digo, el se acerca a mi rostro para besar mis labios por breves momentos.
-No tardes.
Cuando observo su cuerpo desaparecer al entrar al baño, me levanto de la cama para buscar las hojas que me compre en un mercado local, tomo una pluma que esta sobre la mesa de noche. Antes de comenzar a escribir busco el anillo en mi bolso, compre el anillo con Violeta.
Al verlos en el mostrador sabía que esos anillos eran los indicados, sencillos pero elegantes. No soy buena con las palabras de frente, pero puedo plasmarlas en un papel y me salen mucho mejor.
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Comienzo a redactar la carta, en la cuál le explico todo sin guardarme algo para mí, no pienso huir, no está vez.
Le hago saber que es el amor de mi vida, que es el único que puede calmar mis miedos y que no pienso alejarme de él, ni ahora, ni nunca.
Es la persona con la cual quiero pasar el resto de mis días.
No detengo algunas lágrimas que se deslizan en mi rostro, no son de tristeza, más bien de felicidad al no ocultar más mis sentimientos.
Cuando he terminado coloco el anillo en medio de la hoja para doblarla. Camino al baño donde John está debajo de la lluvia artificial, las palmas de sus manos están apoyadas sobre la losa de la pared haciendo que los músculos de su espalda se remarquen más.
Me acerco a él, beso su espalda y su cabeza gira dejándome ver una sonrisa ladina.
-Has tardado -da vuelta, ambos estamos bajo la lluvia.
-Tenía algo que hacer -digo encogiendome de hombros.
-¿Estás bien?
-¿Por qué siempre lo preguntas?
-Se que tus pesadillas pueden afectarte y no quiero eso -me abraza- quiero que siempre estés a gusto, sin importar que tan mal te encuentres quiero que me lo digas, y poder encontrar una manera de hacerte sentir bien.
-Me haces sentir bien, tan solo estando conmigo -beso su barbilla.
Toma el jabón de olor, me pone de espaldas y comienza a tallar mi cuerpo con el jabón, entre besos mojados y húmedos terminados de ducharnos. Tomamos las batas de baño que el hotel da, mientras sujeto el lazo en mi cintura el corazón vuelve a latirme a mil.
-Tengo algo que decirte -pronuncio con algo de dificultad al salir del baño, hay una pequeña probabilidad de que pierdas todo hoy, pero no se compara con el amor que el siente por mí.
-Puedes decirme lo que necesites -camina al sofá.
Lo sigo y tomo asiento junto a él, me.pongo de lado para poder mirarlo a la cara.
