Zamar y la lluvia ácida.

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¿Alguna vez te preguntaste el porqué existe la lluvia ácida?

En la antigüedad creían que era una diosa la que ocasiona la lluvia ácida.Todo comenzó con Zamar joven perteneciente a una de las clases más altas de aquellos entonces su padre formaba parte una de las más grandes dinastías del mundo y una de las últimas; él sería uno de los tantos jóvenes que decidirá si seguirá con la misma tradición o dejaría aquello para dar un nuevo inicio en la historia.

Zamar era un excelente chico dentro de todos los ámbitos, su educación, sus modales todo en él parecía perfecto hasta que te topabas con que este chico era de pocas palabras a la hora de querer expresar sus sentimientos en especial con sus familiares y sus lágrimas siempre eran calladas para que nadie los escuchara aun por las noches para él era una de las mejores opciones ya que lo que menos buscaba era asustar o alarmar a alguien.El siempre tenia una opinion diferente a toda su familia pero nunca se atrevía a expresarlo por miedo a que estas fueran rechazadas por especialmente su padre, ya que este es un hombre que es fiel a sus creencias y esto era bien demostrado a la hora de que los ciudadanos le pedían consejo sobre alguna situación vivida ya que él siempre contestaba con alguna moraleja o mito de por medio y Zamar siempre se encontraba ahí para aprender de ellas y poder saber dar consejos cuando fuera su turno de seguir en la dinastía.

Fue un dia en que se encontraba junto a su padre escuchando sus consejos que una joven dama se acercó en busca de un consejo, su situación era simple no podía llorar por muy dolida que estuviese y mucho menos expresar de ninguna forma el cómo se sentía aquí fue donde el padre de Zamar con un pequeño mito comenzó a hablar.

—Veras querida joven te contaré el porqué debes hablar, expresar y sacar todo aquello que por tu mente ronda, supongo que conoces el gran fenómeno de las lluvias ácidas ¿no es así?— Preguntó bastante atento el señor Tahiel a la joven frente suyo esperando una respuesta. —Así es mi señor, conozco perfectamente las lluvias ácidas.— Contestó de forma muy tímida la joven.—Bien, entonces déjame contarte un pequeño mito, existe una diosa de nombre Indra la cual se encarga de recolectar especialmente todas tus lágrimas y sentimientos, para después convertirlos en lo que sería la primera lluvia del año o mejor conocida como lluvia ácida es por eso que es recomendable que te quedes dentro de casa en esa primera lluvia pero prioritariamente debes de sacar todo lo que sientes y piensas porque eso con el paso de el tiempo si no sabes como sacarlo hará un gran daño en tu salud, en ocasiones podrías enfermar gravemente de tos, de vez en cuando perderias tu voz o quizás hasta algo peor. ¿Pero qué crees que sucedería si tu no pudieras expresar lo que sientes?—La joven se quedó pensando un momento antes de poder formular una respuesta, pero después de pensarlo unos minutos esta no dijo nada. —Querida no temas en que tu respuesta sea incorrecta, tu puedes hablar tienes una boca y lengua que te ayuda a articular tus palabras, aprovechala.Yo se que Indra te ayudará a hablar.— En cuanto esto fue dicho parecía que por arte de magia alguien había hecho hablar a la joven, como si de una cinta en su boca se tratara. —La verdad es que no creo que existieran las lluvias ácidas, ahora que si habláramos de expresar lo que siento creo debería dejar que mis sentimientos fluyan como debe de ser y así dañar menos a mi ser.—

Después de esta plática la joven salió alegremente de dicho lugar esperando a expresar todo lo que en algún momento le pudo crear un daño, aquí fue donde Zamar se puso a pensar, fue tanto lo que comenzó a pensar que tuvieron que llamarlo incontables veces para que reaccionara ya que era hora de la comida y todos lo esperaban.Durante su corto trayecto hasta el comedor Zamar comenzó a darse cuenta que era cierto lo que con anterioridad su padre le dijo aquella joven, ya que meses atrás tuvo una gran infeccion en la garganta que provocó que no hablara alrededor de un mes y esto lo hizo entrar en razón él necesitaba decir todo lo que tanto se tragaba y sucedió de igual manera que con la joven a unos pasos de llegar él sintió como si no tuviera hambre y se encontrara demasiado lleno, tan solo buscaba vaciar un poco de ello así que en cuanto estuvo frente a su padre sintió la necesidad de hablar. —Padre, necesito hablar contigo sobre el seguir con la dinastía de nuestra familia...— En ese momento un gran silencio se desprende en toda la habitación mientras que Zamar esperaba una respuesta, pero parecía ser tanta su impaciencia que prosiguió hablando. —Realmente no había podido expresar todo esto antes y la verdad es que no se a que se deba esto pero, quiero que sepas que tus ideas y las mías son diferentes y que antes que otra cosa si llegara a quedar en el poder de esta gran ciudad quisiera cambiar muchas cosas empezando...— El siguió hablando y hablando durante unos minutos más hasta que perdió el aliento por unos segundos, tomó aire y volvió a retomar sus palabras hasta que pudo terminar.

Después de esta gran hazaña el joven fue recibido por todos con aplausos y con mucha felicidad ya que todos eran lo que esperaban, el saber que sucedía en la mente de este perfecto chico ya que parecía imposible el tratar de descifrar lo que le gustaba. Días después de esto se presentó la primera lluvia del año como si de un milagro tratase.

La enseñanza de esta historia es que expreses todo lo que sientes, quizas eso te ayude y sea un gran alivio para ti y tu alma.

Los mil y un textos...Where stories live. Discover now