𝗽𝗼𝘁𝘁𝗲𝗿

1.2K 91 24
                                    

Los rodearon unas siluetas negras salidas de la nada, que les cerraron el paso a derecha e izquierda; varios pares de ojos brillaban detrás de las rendijas de unas máscaras, y una docena de varitas encendidas les apuntaban directamente al corazón; Ginny soltó un grito de horror al cual los serpientes respondieron rodando sus ojos.

— Dame eso, Potter.-repitió la voz de Lucius Malfoy, que había estirado un brazo con la palma de la mano hacia arriba.
— ¿Dónde está Sirius? —preguntó Harry.

Varios mortífagos , incluidos los adolescentes rieron; la áspera voz de Emma surgió de entre las oscuras figuras, y sentenció con tono triunfante:
— ¡El Señor Tenebroso nunca se equivoca!
— No, nunca.-apostilló Malfoy con voz queda.- Y ahora, entrégame la profecía, Potter.
— Quiero saber dónde está Sirius.
— Qué se la des, joder.-Se la quitó Laura de las manos y se la entregó al cual fue una figura paterna para ella por muchos años.
— «¡Quiero saber dónde está Sirius!» —se burló la mujer que estaba a su izquierda.

De un momento a otro, sin esperarlo, niños como adultos habían agarrado a los amigos de Potter, la cara de decepción de ellos hizo sonreír con triunfo a Draco, estaba disfrutando de la persona a la cual había agarrado, ni mas ni menos que Oliver « Metido » Wood.

— Es sencillo, debéis clavarles vuestras varitas en el centro de la garganta.-Explicó Lucius a sus hijos.-Así, perfecto Laur.-Sonrió con orgullo.
— ¿Los tratas de convertir en monstruos como tú?-Preguntó Harry con voz socarrona.
— Cállate Popotter.-Clavó Laura su varita con más fuerza a lo que Ron gimió con dolor.-Es más difícil de lo que crees, nunca lo entenderías con tu vida perfecta.-Murmuró consiguiendo que solo el pelirrojo la escuchase.

— ¿Acaso creías...? ¿Has sido tan inocente como para pensar que unos críos tendrían alguna opción contra nosotros?-Se acercó a él Lucius.-Te lo voy a poner muy fácil, Potter, dame la profecía ahora, o contempla cómo mueren tus amigos.
— ¡No se la des, Harry!-Exclamó Neville.
— No intentes actuar como un héroe.-Escuchó de pronto la voz de la Slytherin en su cabeza.

Se giró con brusquedad y la miró a los ojos, unos ojos que lo estaban analizando, ¿había sido imaginación suya? Quizá no, no había nada de malo en intentar saberlo.

— ¿Qué se supone que he de hacer?-Se preguntó, se sentía como cuando llegó a Hogwarts por primera vez, mantenía una conversación, con alguien ajeno, en su cabeza, sin pronunciar palabra.
— Dale la profecía, sois una familia y son tus amigos, ellos están por encima de nada, la familia es lo más importante. Recuperarás la bola, pero primero, has de dársela, yo me encargaré de lo demás.
— Gracias, Delacour.-Caminó hacia el platinado y se la entregó. El hombre la examinó con detenimiento hasta que un destello blanco les llamó la atención, era la orden del fénix.
— Serpientes, ahora.-Gritó Blaise, en ese mismo instante, los magos desaparecieron, uno a uno, dejando libres a los amigos de Harry.
- Diffindo.-Murmuró con rapidez la metamorfomaga haciendo que la profecía estallase en mil pedazos.

El elegido fue testigo de ello y se lo agradeció mentalmente, era uno de los suyos.

— ¿Estáis todos bien?-Preguntó Theo alumbrando a su alrededor con la linterna.

Sus amigos asintieron y él sonrió con tranquilidad, ya está, lo habían conseguido, habían salido vivos.

— Rompí la profecía.-Confesó Laura con rapidez.
— ¿Hiciste qué?-La miró Marcus con temor.
— ¿En que mierda pensabas? Él nos matará, sabrá que hemos sido nosotros.-La reprendió Draco.
— Una vez leí sobre ellas, en el libro de adivinación página 291, tema 5, tercer párrafo, que las profecías sólo servían para provocar conflictos, solo se escuchan cuando las toca la persona que sea mencionada. El señor tenebroso la necesitaba para matarnos, él cree que si la escuchaba hasta el final, le daría la información para evitar su destino y destruir a Potter.-Respondió Laura.
— No hagas estupideces, te necesito viva.-La abrazó Blaise.
— Deberíamos entrar al castillo.-Avisó Sophie.

Los estudiantes hicieron su camino a sus habitaciones y se despidieron, prometiendo verse en la mañana.

— ¿Fue una estupidez?-Preguntó la francesa mientras terminaba de lavarse los dientes.
— ¿Ayudarlo? No.-Se metió en la cama Draco.
— Lo detestas.-Rodó sus ojos tumbándose encima de él, acostando así su cabeza en el pecho del rubio.
— Quise ser su amigo.-Dijo Malfoy.
— ¿Mhm?-Musitó la castaña con los ojos cerrados, preparada para dormir.
— En primero, quise ser su amigo, él me rechazó, dejé que los ideales de mi padre fastidiaran el momento. Siempre me ha echado la culpa de todo lo malo que ocurría en el castillo, todos parecíais tener amigos de verdad mientras yo solo tenía a Crabbe y Goyle, estaba tan celoso.
— Cariño, ¿por qué no me lo dijiste antes?-Lo abrazó con fuerza.
— Parecías tan feliz con Oliver y Percy y... los leones.
— Eres mi familia, soy tu amiga de verdad, todos lo somos.
— Por eso estoy contento de que finalmente nos hayamos unido.
— Descansa, es tarde, te quiero.-Sonrió ella
— Buenas noches, princesa.

Los magos no tenían nada que hacer a la mañana siguiente, la « directora » no estaba, los exámenes habían terminado, y no tardaría en correrse como la pólvora.
Lo que ellos no sabían era que no iba a ser lo único que correría como la pólvora.

||
ahhh lo siento es muy corto y hace tiempo que no subo pero los exámenes me están ✨matando✨

𝐎𝐥𝐢𝐯𝐞𝐫 𝐖𝐨𝐨𝐝 {[ oliver wood y tu ]}Where stories live. Discover now