𝐏𝐚𝐜𝐢𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚 (𝚠𝚘𝚜𝚊𝚗𝚒)

☄sɪᴇᴛᴇ☄

La hora de ir a casa llegó y los alumnos juntaban sus cosas desesperadamente. Aún más Valentín, se sentía muy mal y quería llegar ya a su casa.

A salir del aula apresurado chocó con quién no quería ni ver en pintura. Para su desgracia eso era imposible, ya que eran compañeros.

- Fíjate por dónde vas - dijo con vos prepotente.

Subió su vista para encararlo.

- Fíjate tú, qué te cruzas en mi camino.

- Pu-pues... ¡Fue tu culpa no mía!

Al rubio le tocó rodar los ojos.

- Como sea, deja checarme zorrita.

Esta vez Valen rió. No se podía creer que se lo dijiese a él cuando hace un rato él estaba haciendo cosas indebidas con una verdadera zorra.

- Zorrita será con el que te metes, querido. No utilices ese insulto porque a una persona decente como yo, no le queda.

Daniel se encogió de hombros.

- No me meto con zorras, no sé de qué hablas.

- Ah, mira tú, no sólo te basta con follar en el instituto. Sino también me faltas al respeto con tu cinismo, eres un descarado - caminó con el rostro rojo hacia la salida, con un rubio siguiéndole.

- ¿Cómo sabes eso? Bueno, no me interesa, Pero si llegas a d...

Valen se giro furioso.

- Si llego a decirlo ¿Que me harás? ¿Ah? No eres nadie para venir a amenazarme, si quiero abrir la boca lo hago ¿Y qué?

Daniel miro de un lado a otro verificando que no pasase nadie por aquel rincón y con fuerza arrastró a Valen hacía un callejón, tomándolo mientras el otro trataba de separarse.

- ¡Suéltame Daniel me estás lastimando!

- Me importa una jodida mierda.

El rubio le empujó hacia una pared y lloriqueó de dolor. No estaba acostumbrado a que lo tratasen así.

- Mira Valentín... - empezó Daniel - Trato de ser una persona pacífica, de verdad que trato de serlo... Pero si no paras con tu actitud de joderme los huevos te voy a... - apretó los puños molestó - Ya sabes lo que te voy a hacer.

- No te tengo miedo - le retó.

- ¿Y eso de qué te sirve? Eres un inútil, te puedo romper los huesos de la mano sin el menor esfuerzo. Te lo digo en serio - se acercó y lo acorraló, Valentín se sintió pequeño a su lado - Dejá de joder.

El castaño estaba muy confundido, la fragancia que desprendía Daniel de repente le pareció muy deliciosa. Quizás y sólo quizás. Daniel de cerca no era tan feo.

- ¿Porque me miras los labios? ¿Quieres que te bese o qué? - preguntó, brusco.

- Prefiero que me bese Ignacio a que me beses tú.

Ignacio era conocido por andar siempre detrás de Valentín, éste último no lo quería ni ver después de tantas insinuaciones.

Pero en realidad si quería recibir un beso de esos labios rosados que parecían tan suaves, según su subconsciente.

- Umj, como digas. - el castaño se sobresalto al sentir algo que le acariciaba el cuello. Era el dedo de Daniel que le delineaba desde la clavícula hasta su oreja. Su piel se estremeció y volvió a sentirse raro - ¿Te ha quedado claro todo, verdad? Porque no tengo todo el día.

- Y-yo... - tragó saliva y quiso protestar cuando Daniel se alejó, sentía algo muy raro en su estómago, como cosquillas.

- ¿Tú qué?