EL COMIENZO DE UNA NUEVA ERA PARTE I

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Una bella joven de cabello castaño y ojos grandes, se acababa de despertar al escuchar que alguien tocaba a su puerta.

--Rin--llamo alguien a la puerta de la bella joven.
--ya estás despierta--Si abuela ya me desperté, respondió la joven.--Rin acuérdate que hoy es el comienzo del nuevo ciclo escolar no llegues tarde.--No me lo recuerdes grito la joven desde su habitación.

Luego de un momento Rin comenzó a vestirse con el uniforme del instituto el cual tenía una falda de color azul oscuro con una camisa blanca y un moño en la parte del cuello también de color azul y unas largas medias color blanco.
Bajó hacia la cocina tomo una manzana y salió hacia la parada de autobús.

Llevaba un rato esperando, cuando escuchó la voz de unas chicas.

--Ahome, Sango-- se tardaron demasiado-- disculpa pero a Sango se le quedaron pegadas las mantas.
-- Ahome no te burles, no quiero ir al instituto, todo es lo mismo y es muy aburrido--no te preocupes dijo Rin--seguro este año va a ser diferente.

Después de un largo rato llegaron al instituto. Las jóvenes se dirigieron directamente hacia la pizarra donde podían mirar en que clase les tocaba.

--Que bien, gritaron Ahome y Sango-- nos tocó a las tres en la misma clase.
--que bueno--dijo Rin riendo.

Cuando ya se encontraban en su salón respectivo, miraron sus horarios, y notaron que su primera clase era correspondencia, no se preocuparon, ya que el primer día solo se presentaban y conocían a los profesores que les dictaría las respectivas clases.

Al momento de sonar la campana indicando que la primera clase comenzó, vieron a entrar a un profesor, el cual ya todos conocían por qué les había dictado clases el año pasado.
Su nombre era Totosai, un señor ya de edad, un poco despistado, pero muy querido por los estudiantes.
Al transcurrir la hora de clases sonó nuevamente la campana anunciando su segunda clase, la cual era ciencias más conocida como química.

--No, odio esa materia--replicaron Sango y Ahome
--No es tan mala-- dijo Rin
--eso es por qué eres muy inteligente y no tienes problemas--dijo Sango en un tono aburrido.
--hagamos una cosa--respondió Rin en tono de risa.
--si no entienden les puedo ayudar-- que dicen.--si o no-- Esta bien-- las dos jóvenes aceptaron.

Paso el tiempo, pero no llegaba el profesor de química.

Después de un rato vieron que el director del instituto entraba al salón con un profesor de estatura alta, una cabellera de color plateada y ojos color miel.

--estudiantes, desde ahora este será su nuevo profesor de química, su nombre es Sesshomaru Taisho--dejo en sus manos a los estudiantes, profesor Taisho.--No se preocupe--dijo el profesor en tono seco.

El profesor Taisho se paró frente a sus estudiantes y comenzó a dictar las normas que tenían que cumplir para poder llevar a cabo su trabajo

--primero, no me gusta que lleguen tarde al salón, el que lo haga se quedará por fuera y se perderá la clase--
--segundo, haré exámenes constantes, y sin previo aviso, tendrán que estudiar--
--tercera y última regla, no me gusta el desorden, no hablarán si no es para dar una opinión en clase y tendrán que levantar la mano.

Todos los alumnos tragaban pesado al ver que aquel profesor parecía ser muy serio y estricto en su materia.

--Ahora si vamos a perder la materia--dijo Sango en un tono de decepción.
--No se preocupen, podemos reunirnos y así les podré explicar lo que no entiendan--exclamo Rin con seriedad en su rostro.
--y si tú tampoco entiendes--replico Ahome.
--La química se ma da bien, hasta podría decir que es mi materia favorita--explico Rin Asus amigas.

El profesor Taisho se acercó a Rin, y la sorprendió hablando con Sango y Ahome.
--Pensé que había sido claro y habían entendido la tercera regla--dijo el profesor Taisho a las jóvenes.
--Pe... perdón--expreso Rin bajando la mirada--está bien--dijo el Taisho en manera fría.
--Pero que les quede a todos claro no habrá próxima vez, al que sorprenda hablando sin mi permiso, lo sacaré de clases .

--Por ahora se van a presentar.

Cuando casi todos los alumnos se habían presentado, llegó el turno de Rin.

--Mi nombre es Rin Kitamura--
Sesshomaru la miro de pies a cabeza y corrió sus ojos de manera detestable, lo cual fue muy grosero.

--Rin se sentó de nuevo, pero quedó muy afligida, era su primer día, y a demás el profesor era nuevo y se había llevado una mala impresión de ella.

Después de la tercera clase, el receso por fin llegó.

--No lo puedo creer--dijo Rin.
--que no puedes creer--dijo Sango en tono de burla.
--No lo entiendes verdad--volvió hablar Rin un tanto molesta.
--a ver, te lo voy a explicar Sango--interfirió Ahome riendo.
Como Rin no va a estar molesta si le dio mala impresión desde el primer día al profesor Taisho, que por Sierto está muy guapo .

--Eso si lo tengo que aceptar--respondió Sango con una sonrisa pícara.

--de que están hablando, estoy preocupada por lo de hace rato y ustedes diciendo que el nuevo profesor está guapo.--dijo Rin molesta.--

Después de unos minutos de silencio Rin decidió regresar al salón de clases sin sus amigas las cuales habían quedado en la cafetería del instituto.

Cuando Rin iba por el pasillo, de pronto tropezó cayendo, pero sintió que alguien la sostenía fuerte de la cintura.

Miró hacia atrás y vio que el que la sostenía con fuerza era el profesor Sesshomaru.
Antena de que el dijera algo Rin intervino.

-- Perdón no fue mi intención, tropecé sin darme cuenta, perdón--dijo Rin casi llorando de miedo.

--Ten más cuidado, al caminar y no te andes tropezando como una niña pequeña-- Respondió Sesshomaru, de la manera más seca que Rin se haya podido imaginar.

El profesor se fue y Rin siguió su camino hacia el aula de clases en medio de un sollozo.

--por que, Por que me tiene que pasar esto a mi--decía Rin soltando una lágrima.

Rin siempre había sido la mejor estudiante, y además nunca le había pasado eso en ninguna situación, así que eso la hacia ponerse triste.

Al terminar la jornada, Rin se dirigía a su casa cuando escuchó unas voces

--Rin espera--gritaron Sango y Ahome que venían corriendo por la calle.
Cuando llegaron se apoyaron en sus rodillas y tomaron un poco de aire y luego hablaron.

--No te preocupes Rin, esto que te pasó hoy le puede pasar a cualquiera, mejor demuestra le a ese profesor que eres buena estudiante y que no eres como te está imaginando--expresaron las dos amigas dándole aliento a Rin.

--Tienen Razón muchas gracias--respondió Rin.

Al llegar a casa la abuela de Rin la recibió.

--Oh.... Ya llegaste mi niña, te prepare la comida que tanto te gusta.

--Enserio....... Gracias abuela--respondió Rin a su abuela con una gran sonrisa en su cara.

Hiciste espagueti con albóndigas y mi salsa favorita, de verdad gracias abuela, estaba muerta de hambre.

Al otro día

Acababa  de salir de su casa hoy tendría clase de química a la primera hora, y debería esforzarse por cambiar la impresión que le había dado a ese Profesor...quién se cree que es;
Es mi profesor— pensó Rin









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