Capítulo 7

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Dixie*

Revisé mi celular, solo le quedaba 20% de batería pero eso no importaba; eran aproximadamente las 9:30 de la mañana cuando la señora Sheri entró al hospital, inmediatamente me puse de pie y me acerqué a donde estaba hablando con una recepcionista.

-Buen día, señora Sheri- saludé llamando su atención -¿viene a ver a Addison? bueno, creo que eso es obvio- pasé mi mano por mi nuca pues estaba nerviosa de hablar con ella o hacerla enojar.

-Buen día, Dixie, estás en lo correcto, vengo a ver a mi hija- me saludó cortésmente.

-Yo... me preguntaba si puedo pasar a la habitación de Addison con usted- mi mano derecha iba de arriba a abajo en mi brazo izquierdo esperando incomoda por una respuesta.

-Claro que puedes, no hay ningún problema- me sonrió poniendo una mano sobre mi hombro de manera reconfortante, creo que quería demostrarme que no debía temerle aun cuando era la causante de la situación tan mala por la que su familia atravesaba.

-Gracias- fue lo único que dije para después seguirla.

Caminamos en silencio por los largos caminos hasta que llegamos a la habitación en la que se encontraba Addison, respiré profundo temiendo tener un ataque de ansiedad en ese momento, ¿y si Addison no deseaba verme? o aun peor ¿y si ella me odiaba? con temor a que eso sucediera entré junto a Sheri y lo primero que vi fue a Addison durmiendo pacíficamente en la camilla, mis ojos se paseaban por su cuerpo y pude ver uno de sus brazos y una pierna con yeso, tenía una venda en la cabeza y su rostro lucía algo maltratado; tragué saliva intentando deshacer el nudo que se había formado en mi garganta al verla en ese estado.

No dije nada, todo el tiempo que estuvo Sheri en la habitación me quedé ahí parada en silencio solo observando a la chica frente a mis ojos, me preguntaba en qué momento despertaría, pasó como una hora y Addison comenzó a soltar algunos suspiros, me quedé atenta a lo que sucedía, minutos después abrió los ojos, parecía algo desorientada.

-Addison, mi niña- Sheri la abrazó inmediatamente llorando un poco por la emoción -llamaré al doctor- acarició la cabeza de la castaña y después salió al pasillo para hablarle a alguna persona

Yo permanecí de pie sin decir nada, estaba algo incomoda pues Addison me miraba extrañada, solo fueron unos minutos así hasta que el doctor apareció.

-Hola, Addison ¿cómo te sientes?- la saludo el doctor revisando sus signos vitales.

-Hola, me duele un poco el cuerpo- su voz estaba algo rasposa.

-Es normal, tuviste un accidente ¿recuerdas lo que sucedió?- preguntó amablemente mientras usaba una lamparita para revisar los ojos de Addison.

-¿Un accidente?- frunció el ceño -solo recuerdo que almorcé con mis padres en un restaurante y luego nada- al parecer la respuesta de la castaña no le gustó a su madre pues esta miro preocupada al doctor y luego le susurró algo sin que escuchara su hija y este le respondido algo que tampoco logré comprender.

-Si Addison, un auto de arroyó- le dijo el doctor.

-Oh...- la castaña solamente soltó esa corta expresión.

-Muy bien, te haremos algunos estudios para saber cuánto tiempo debes permanecer en el hospital- notificó anotando algo en lo que supuse era el expediente de la chica.

-Está bien- Addison respondió con una sonrisa y el doctor salió.

-Dixie, ¿podrías hacerle compañía a Addison en lo que hago una llamada?- Sheri me distrajo de mis pensamientos.

-Por supuesto, vaya tranquila- asentí a su petición.

Sheri abandonó la habitación y yo me acerqué a la camilla de la castaña.

-Hola- la saludé con un susurro y ella volteó a verme.

-Hola, ¿te conozco?- en ese momento sentí como si mi alma me hubiera abandonado.

-¿No me recuerdas?- pregunté con preocupación.

-Si te recuerdo, solo bromeaba- ella rió un poco y solté el aire que estaba reteniendo -eres Dixie, nos conocimos en la hype house hace unas semanas- sentí mi estomago revolverse como cuando subes a una montaña rusa, Addison verdaderamente me recordaba, pero una año atrás.

-Si... soy Dixie- forcé una sonrisa en mi rostro para no preocuparla.

-Eres muy linda- ella soltó de la nada.

-Gracias- podía sentir mis mejillas arder.

-¿Qué te sucedió?- sus labios formaron un puchero y su mano derecha acarició mi mejilla, en ese momento recordé que debía verme terrible por la pelea con Bryce.

-Tuve una pequeña pelea- no tenia caso mentirle, algo me decía que ella no era consiente de la razón.

Sus ojos se abrieron con sorpresa al saber el motivo de los moretones y pequeños cortes en mi rostro, su mano no se alejo de mi mejillas y yo tampoco hice nada por separarme, la sensación era reconfortante, pero terminó cuando Sheri regresó.

-Señora Sheri, ¿puedo preguntarle algo?- creo que noto la preocupación en mi rostro porque nos retiramos para que la castaña no nos escuchara -¿qué pasa con Addison? dígame la verdad por favor- supliqué.

-Al parecer el golpe en la cabeza le causó amnesia y no recuerda nada de lo que sucedió el último año- me explicó sin intención de alterarme pues eso alteraría a Addison que se encontraba ajena a nuestra charla.

-¿No recuerda absolutamente nada?- pregunté sin poderlo creer.

-Lamentablemente no- me dijo con algo de pena.

No podía estar pasando esto, todo era mi culpa, ahora Addison no recordaba un año de su vida y ella no era la única que sufriría las consecuencias.

Después de que la señora Sheri y yo terminamos de hablar, ella habiéndome explicado todo, tuvo que retirarse porque debía ir a casa con sus otros hijos, se despidió de Addison y se marchó, por mi parte me quedé ahí con la castaña haciéndole compañía.

No esperaba que Addison quisiera respuestas y a mí me tocara dárselas.

Addison*

Todo esto era demasiado confuso para mí, me sentía algo perdida así que espero que Dixie me pueda explicar algunas cosas, parecía algo nerviosa al quedarse sola conmigo pero no creo que sea algo malo.

Debo admitir que es una chica muy guapa y puede que quizá me haya gustado un poco desde el primer momento en que la vi; negué ante tales pensamientos, eso no era lo importante ahora.

-Dixie...- llamé su atención -¿puedes decirme qué me pasa?- la vi tragar con fuerza y se sentó en la silla junto a la camilla, no sé porqué siento que lo que me va a decir no me gustará o no será muy bueno.

¡No soy YO!Where stories live. Discover now