DT2- Adictos || Sprousehart.

Capítulo veintiséis

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Los 5 chicos se encontraban en la pista privada, a punto de subir al jet.

—Okey perras, a trabajar— asintió Lili.

—¿Nos llamó "perras"?- murmuró Mark.

Los chicos se miraron con una mueca y asintieron para luego, subir tras la chica.

(...)

Llegaron a las puertas de una gran casa y la rubia sonrió sacándose las gafas oscuras.

—¿Nos quedaremos aquí?— preguntó Drew confundido.

—Por supuesto— asintió volteándose— somos mafiosos, no vagabundos— sintió su celular vibrar y miró a los chicos— debo atender, ustedes entren y acomodense, ya tienen sus habitaciones asignadas.

(En la llamada)

—Nicki— saludó divertida.

—Rubia, todo está como lo pediste.

—Bien, tú me haces ese favor y yo luego te entrego a tu hermana sana y salva… ¿O debería decir novia? Estos mexicanos son un poco extraños— soltó una risa.

—No compartimos sangre— aclaró.

—No me interesa tu relación insestuosa, solo una pequeña aclaración, algo le pasa a mis chicos o a mí y se acaba el trato, recuerda que yo siempre gano y que no tengo piedad.

—Claro rubia. Tenemos un trato.

—Adiós.

(Fin de la llamada)

Caminó dentro para subir a su habitación asignada, hizo una mueca al ver a un pelinegro recostado en su cama.

—Te confundiste de habitación, creo.

—Esta es la tuya ¿Verdad?

—Sí— asintió confundida.

—Entonces no me confundí.

—Pero es la mía.

—Lo tuyo es mío y lo mío es tuyo— esta abrió su boca indignada.

—No pueden usar siempre el mismo dicho para usar mis cosas. En serio ¿Qué haces aquí Sprouse?

—Venía a verte, relájate un poco— dijo divertido y la rubia rodó los ojos. Se quitó la chaqueta y se la tiró en el rostro— auch.

—Jodete, voy a dormir un rato, mañana tenemos una boda que interrumpir.

Esta se acostó y vió que el chico ni siquiera se movió.

—Dije que voy a dormir— aclaró esperando a que él se fuera.

—Y yo no dije que me iría— Lili suspiró para voltearse y quedar frente a frente.

—Actúas como cuando éramos adolescentes y querías llamar mi atención.

—¿Funciona con la Lili adulta?— preguntó divertido.

—No. Si te vas a quedar, quédate en silencio— dijo para volver a voltearse dispuesta a dormir.

Él la abrazó por la cintura.

—No te dije que podías abrazarme— murmuró con los ojos cerrados.

—Y yo no te pregunté si podía hacerlo. Cállate y disfruta Reinhart— murmuró en su cuello.

—Te odio.

—Y yo a ti mi amor.

(...)

Había sangre por todos lados, en las paredes, en el suelo. Miró sus manos, estas goteaban sangre.

—¿Hola?— preguntó, pero nadie respondió— ¿¡Hola!?— gritó.

—Lili— la llamó alguien detrás de ella.

Volteó rápidamente y lo vió a él, notó como un punto de sangre aparecía en su camisa en la zona de su abdomen. La mancha se agrandaba más y más, él solo la miraba con una mueca de tristeza.

—¡Cole!— gritó corriendo hacia él.

Pero parecía que mientras más se acercaba, este estaba cada vez más lejos. Hasta que lo vió esfumarse en la niebla.

—Cole— susurró agitada sentándose en la cama.

Buscó a su lado, pero él no estaba ahí.

—¡Cole!— lo llamó en un grito.

—¿Si?— preguntó este apareciendo por la puerta que daba al baño. Lili suspiró aliviada.

—Ven, por favor— pidió, aún tratando de recomponerse.

Cole se acercó confundido y esta lo abrazó fuertemente, él se lo correspondió despacio.

—Dios, estás bien— susurró, sentía como su corazón comenzaba a calmarse.

—¿Pasó algo?— preguntó separándose un poco.

—Soñé que te pasaba algo— dijo para volver a abrazarlo y besó su mejilla— pero estás bien.

—¿Y que me va a pasar?— preguntó divertido.

—Nada, no te va a pasar nada— murmuró dejando de abrazarlo para acariciar su mejilla— te..— pero se quedó ahí, decidió no continuar la frase.

Este bajó su mirada y dejó un beso en la frente de la rubia— levántate que en unas horas tenemos que irrumpir una boda.

Esta asintió sonriendo levemente para levantarse e ir al baño.

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