II.

548 49 26
                                    

—¿Te haz sentido como si, algo te faltara, Shadow? —cuestionó el platinado mirando al cielo, mientras seguía haciendo trazos aleatorios sobre la arena con las yemas de sus dedos.
—¿A qué te refieres exactamente Silver?
—Es como si, tuvieras un propósito que te mantenía en constante esfuerzo y determinación, y una vez que lo haz cumplido puedes estar tranquilo, pero aún así, sientes que te falta algo, por muy pequeño que sea.
—Bueno, yo... —suspiró el de ojos carmesí, volteando casi de inmediato a su compañero, a lo que Silver al sentir su mirada, lo observó de vuelta.

Silver miraba al azabache con atención, tratando de comprender lo que Shadow estaba por decirle.

—No sé si te han contado antes esta historia, pero quiero contarte algo que me pasó hace tiempo.

Las orejas del erizo peliplata se posicionaron de inmediato en su dirección, y Shadow comenzaba a hablar.

—Yo llegué a la vida gracias al Dr. Gerald Robotnik, mi propósito en esta, era cuidar a su nieta. —Comentó mientras jugueteaba con sus dedos al hablar. —Pero nunca creí que ella se convertiría en la persona más importante para mí... Su nombre era María. —Cerró los ojos por un momento y curvó una pequeña sonrisa, prosiguiendo con su relato.
—Pasábamos todo el tiempo juntos, aprendiendo uno del otro, de las cosas que la vida tenía por ofrecer, soñábamos con conocer la tierra algún día, juntos. Pero eso nunca sucedió Silver. —Se detuvo un momento para exhalar melancólico pero tranquilo. —Llegaron unos agentes a interrumpir al Dr. Gerald, porque lo consideraban un peligro para la humanidad. El junto con sus conocimientos eran capaces de acabar con planetas enteros, si así se lo proponían, pero nunca quiso ocupar su experiencia para el mal, no hasta que se encargaron de capturarlo, y ese día... María y yo tratábamos de escapar, pero ella simplemente me dejó en una cápsula, y antes de que se disparara hacia el espacio, la vi morir frente a mis ojos.

—Shadow... —El futurista posó una de sus manos sobre su hombro, tratando de mostrarle comprensión, a lo que la forma de vida definitiva sólo asintió.

—Está bien Silver, con el tiempo aprendí a lidiar con ello. Durante mucho tiempo, a pesar de ayudar a salvar el mundo, siempre que pueda, sentía un vacío similar al que describes, pero un día sólo comienzas a continuar con tu vida. No quiere decir que la haya olvidado, fue la persona más importante para mí, pero también aprendí a regir mi propia vida.

El platinado estaba conmovido, desvío la mirada por un momento, y se abrazó a sus piernas.

—Eres admirable Shadow
—¿Eh? ¿Pero por qué? —ladeó su cabeza mirándolo curioso.
—Quiero decir, estaba por contarte mi experiencia con los vacíos emocionales, si es que se puede llamar así, y bueno, creo que tienes una historia más trágica e interesante que la mía, es decir, yo...
—Puedes contarme Silver, no deberías comparar tus emociones con las mías, ninguna es más que otra
—Supongo que tienes razón

El de franjas rojas curveó una casi imperceptible sonrisa, como indicándole al futurista que comenzara a contarle su historia.

—Bueno, yo la verdad es que, por muy insignificante y absurdo que parezca, me gustaría saber qué se siente el amor. Es decir, nunca en mi vida he estado con alguien a quien realmente ame y bueno, la única persona que amé sólo veía en mí a un amigo.
—Está bien, no es absurdo, no tiene por qué serlo. Prosigue.
—Am, bien... De momento yo no siento nada en especial por alguien, además de que mi objetivo principal siempre fue salvar el futuro, salvar el mundo. Y yo quiero ser ese héroe con quien todos pueden contar, ahora es una realidad claro, pero aún así, este vacío me sigue persiguiendo, y ni siquiera sé si se trate de lo que estoy pensando. No sé si me explico.
—Comprendo.
—Yo... hay cosas que siento que probablemente nunca hoy a vivir o nunca me van a pasar, Shadow.

Buscando mi Estrella. (Silver & Shadow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora